Queridos amigos, la verdad es que el titulo – ya saben la manía que me ha entrado de una sola palabra definitoria como titulillo- posiblemente se me quede corto para calificar a quienes va dedicado el artículo de hoy, aunque a lo mejor me viene largo, pues, aunque el término se adjudica a los seguidores de una secta, que aparentan rigor y austeridad de sus ideas, mientras que practican exactamente todo lo contrario, es tal vez el calificativo menos ultrajante que he podido adjudicarles a los que yo considero los protagonistas de esta semana pasada y de algunas de las próximas fechas.
Mi otra manía: la de verme, escuchar o leer las noticias de los medios que no son calificados de fango por “el gran timonel”, más que nada para saber el plan de éste o quien sea, que desde la Moncloa se ha empeñado en llevar a España al precipicio, pues me hizo esta semana de muchas horas de suplicio frente a la caja tonta, sobre todo con Telecuatreros o la Secta, aunque, inexplicablemente, quien yo consideraba menos afectado, aunque cómplice, es decir el dúo antena tres/onda cero, ha tenido momentos cumbres, en los que los hasta ahora menos implicados en lo tergiversar las noticias, se han puesto, no ya al frente del pelotón, sino que han hecho una escapada de las de triunfar en meta con mucho adelanto.
Durante toda la semana yo esperaba que la radio/tv de los curas, primase en número de horas y elogios al fallecido pontífice número 266, el número en realidad es discutible, pues “cismas” y otros eventos lo desvirtúan, no mucho, pero lo desvirtúan. Lo cierto es que la COPE ha estado en su línea, más desvaído el antiguo comunista líder de las mañanas, al que claro, le cuesta más el ser converso. Aunque todos sabemos que el ser converso, como muchas otras cosas son solo cuestión de fajos de billetes.
Lo cierto y real, es que, desde el inicio de la enfermedad, bueno desde que nos dijeron que había enfermado, el de que porta las sandalias del pescador, ya existía un cierto y emergente tufillo a destacar las bondades reales y demasiadas imaginarias del personaje en cuestión. Un Líder pastoral, que además ejerció demasiado como líder político, alejándose de la línea que la Institución había tratado de eliminar hace algún tiempo. Se le veía demasiado cómodo recibiendo a Yolanda, la de los vestidos exclusivos, o abrazando al heredero de Bolívar. Aunque sin desdeñar a los Castro o al de Nicaragua. Algo normal, pues este Obispo de Roma, que amaba a los desfavorecidos y a los pobres, lógicamente tenía más en común con el matrimonio Kirchner, fabricante, al igual que todos los anteriores de pobres y desfavorecidos. “Leitmotiv” de su discurso y de su justificación para un nuevo cisma eclesial.
Si este no se ha producido, es, simplemente, porque estamos en el siglo XXI y ya no se llevan cosas como en los tiempos del Gran Cisma de Oriente de 1054, el de los papas de Aviñón en 1378 o el propiciado por el mismísimo Lutero, no mucho tiempo después. Lo cierto es que los que tenemos amigos y conocidos entre el clero, me refiero al clero de a pie, y en mi caso más concretamente al que está relacionado con las Fuerzas Armadas, había cierto revuelo, que, si no llego a más, es precisamente por eso, porque desde el siglo XIX y mucho más en concreto, desde el famoso Tarancón, habían sido sembradas las necesarias semillas de la unión y la no discordia.
Sin embargo, en su envite por hacerse con la Iglesia, los marxistas no han cejado en su empeño desde la creación de ese socialismo farisaico, que tan bien representaba el jesuita, y que tampoco se parecía al de aquellos capitanes españoles, de los Tercios que fundaron la Compañía de Jesús, de ahí y su nombre y su más alto rango, el general de la misma o papa negro. Pero el envite está ahora sobre la mesa. Desde tiempos muy lejanos, no se había prohibido a un cardenal, por ser él y por acusaciones difíciles de probar en justicia, de las falsas denuncias, ya tenemos bastante con las de la Violencia de Género. Pues eso, que Franciscus prohibió al susodicho ser elector o elegido, cosa que al representante de los más izquierdosos no le dolió en prendas el realizarlo.
La actitud en sus programas televisivos de las cadenas de adulación seudo-marxista, eso sí, sincronizada, parecían más un grupo de beatas plañideras que unos avezados periodistas progres, o quizás fuese eso, que eran muy, pero que muy progres; y ya saben a qué me refiero. En realidad, son farisaicos. Lo bueno de todo esto es que hemos visto a las plañideras en algunas de sus mejores actuaciones pro-Iglesia Católica, mejor dicho, pro-Iglesia de Franciscus. Demasiado, y como no dominaban dos temas fundamentales como son la Historia, algo que desconocen, pues no hay más historia que la que marca el partido único y tampoco conocen mucho de religiones y liturgias, no han dado momentos épicos, que harían sonrojar a cualquiera por la falta de conocimientos y estulticia de los interesados. Vean alguna intervención de esos programas del medio día de la Secta. Son mejores que muchos guiones de Marx, me refiero a Groucho.
Lo malo de todo esto, es que la separación entre progres y tradicionalistas dentro de la Iglesia y, que vamos a ver, mejor dicho, intuir, porque nos ocultaran lo que pase realmente, va a ser digo de los mejores momentos del Papa número 214, es decir Alejandro VI, o de su familiar Calixto III, más conocidos por ser unos de los famosos Borgia. Y por solventar estos temas “manu militari” o con veneno. Curiosamente tampoco están enterrados en el Vaticano, ¿por qué será?… En fin, espero, que no lleguemos a eso, no es de estos tiempos este estilo, pero lo que sí tenemos seguro, es que “la cosa está complicada”. Esperemos una solución a lo Juan Pablo II, porque si es a lo Juan Pablo I o al antecesor de Franciscus, esto puede acabar muy mal. Y ahí lo dejo.
 José Antonio Ruiz de la Hermosa es, de primera formación, Sanitario y Capitán retirado de Sanidad Militar. Después, historiador, escritor y divulgador. Actualmente dirige en Decisión Radio varios programas de divulgación histórica y “La Cortina de Humo” sobre la actualidad nacional. |
