Tras Francia, en España también existe una propuesta para eliminar vuelos domésticos cuando exista alternativa de conexión en tren.
El gobierno francés acaba de eliminar rutas aéreas nacionales, las que conectan París con Nantes, Burdeos y Lyon. Lo hace con la excusa de ser por motivos medioambientales y que sigue la hoja de ruta de la agenda 2030 y las agendas globalistas. Hay que recordar para entender lo poco seria de esta medida que responde a una iniciativa presentada en 2021 por la Convención Ciudadana por el Clima, que es un grupo de ciudadanos, -sí, de ciudadanos sin ningún tipo de experiencia y criterio en estos temas- y que se creó en 2019 para abordar la lucha contra el cambio climático.
Experiencia piloto nacional e internacional
La medida hay que tomarla como una experiencia piloto tanto a nivel nacional como internacional. Como tal prueba piloto, se ha rebajado un poco los requisitos -en un principio se propuso eliminar todos los vuelos domésticos para los que existiera ruta alternativa en tren-. La idea no es tanto la reducción del carbono sin la reacción de la sociedad ante la privación de nuevos derechos. Será la primera fase, si les sale bien, de seguir eliminando derechos personales.
De hecho, ya la Unión Europea se adelantó para darle legalidad. Así, la medida que ha llevado a cabo Francia la puede tomar cualquier país porque tiene apoyo legal. El Reglamento (CE) nº 1008/2008 del Parlamento Europeo y del Consejo sobre normas comunes para la explotación de servicios aéreos en la Comunidad permite que cualquier país miembro restrinja vuelos por razones medioambientales o sociales siempre que haya alternativa por tren».
Medida política sin base científica ni técnica que es rechazada por los técnicos
En España ha habido una propuesta similar a la francesa. Un total de 14 organizaciones ecologistas y sindicales, entre las que se encuentra Transport and Environment, Fundación Ecodes, CC OO, UGT o Fundación Renovables entre otras, pedían en febrero una enmienda al proyecto de Ley de Movilidad Sostenible.
Una de las demandas recogidas en la enmienda es la eliminación de los vuelos domésticos entre ciudades cuando exista una alternativa ferroviaria adecuada en términos de conectividad y seguridad y de menos de cuatro horas de duración.
Otro asunto que levanta polémica desde la Cumbre de Clima de Glasgow hace dos años es el crecimiento del uso de jets privados. Tras la pandemia, recuerda Reuters, la aviación de negocios se recuperó más rápido que los viajes aéreos comerciales. Y es que las emisiones de CO2 que provoca el tráfico de jets privados en España ha alcanzado niveles récord en los últimos años, un 31% entre 2005 y 2019. Pero para ellos no hay restricciones.