El sueño, los ronquidos y la apnea del sueño | Albert Mesa Rey

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«El sueño se ha subestimado en el ámbito de la salud durante muchos, muchos años«, dijo Kimberly Hardin, MD, profesora de medicina interna clínica en UC Davis en la Reunión de Medicina Interna 2023 del Colegio Americano de Médicos (ACP-IM), en San Diego, California., quien comparó el sueño profundo con el «sexto signo vital«. «Sabemos que el sueño juega un papel integral en nuestra salud«. «Algunas personas dicen: ‘Oh, no importa, puedo dormir cuando esté muerto’«, dijo Hardin. Pero tal mentalidad puede influir en la esperanza de vida.

Amable lector, permíteme una pregunta indiscreta: ¿Roncas? Yo sí y en una visita rutinaria a mi neumólogo me hizo la misma pregunta. Me prescribió que me hiciera una prueba de sueño para detectar si por las noches hacía “apneas del sueño”. Me sometí a esa prueba y el resultado fue sorprendente para mí. Tenía una apnea obstructiva del sueño moderada-grave y nunca había sido consciente de ello. En base a mi experiencia, sobre eso quisiera hablar en mi artículo de hoy.

¿Qué es la apnea del sueño?

La apnea del sueño es un trastorno que provoca interrupciones en la respiración durante el sueño. Esto ocurre porque los músculos de la garganta se relajan y bloquean la vía respiratoria, haciendo que la persona deje de respirar por unos segundos.

Cuando una persona tiene apnea del sueño, su respiración se interrumpe o se vuelve superficial. Esto puede ocurrir cientos de veces por noche, lo que hace que la persona no obtenga un sueño reparador y pueda tener consecuencias graves para la salud. Las personas con apnea del sueño pueden tener un sueño poco reparador y pueden sentirse excesivamente cansadas durante el día.

La apnea del sueño ocurre en el 4% de los hombres adultos y en el 2% de las mujeres adultas de 30 a 60 años. Más comúnmente, la apnea obstructiva del sueño implica el cese o la disminución significativa del flujo de aire mientras duerme.

El  índice de apnea hipopnea  (IAH) es el número de veces que un paciente experimenta apnea o hipopnea durante una noche dividido por las horas de sueño. El IAH del sueño normal es menos de cinco eventos por hora en promedio; La apnea leve del sueño es de cinco a 14 eventos; moderado, de 15 a 29; y grave, al menos 30 eventos.

Causas de la apnea del sueño

La apnea del sueño puede tener varias causas, que incluyen:

  • Obesidad: Las personas con sobrepeso u obesidad tienen un mayor riesgo de apnea del sueño debido a la grasa que se acumula alrededor del cuello y las vías respiratorias superiores, lo que puede obstruir el paso del aire.
  • Anatomía inusual de la boca y la garganta: Algunas personas pueden tener una mandíbula pequeña o una lengua grande, lo que reduce el espacio disponible para que el aire fluya libremente.
  • Edad: Las vías respiratorias de las personas mayores pueden volverse menos flexibles y más estrechas con la edad, lo que puede dificultar la respiración durante el sueño.
  • Tabaquismo y alcohol: Fumar y beber alcohol pueden provocar la relajación de los músculos de la garganta, lo que a su vez puede obstruir la respiración.
  • Enfermedades crónicas: Algunas enfermedades crónicas, como la hipertensión arterial, la diabetes y la insuficiencia cardíaca, pueden aumentar el riesgo de apnea del sueño.
  • Medicamentos: Ciertos medicamentos, como los relajantes musculares y los sedantes, pueden provocar la relajación excesiva de los músculos que sostienen las vías respiratorias.

Consecuencias de la apnea del sueño

Algunas de las consecuencias más comunes de la apnea del sueño son:

  • Fatiga diurna excesiva: Debido a la interrupción del sueño, las personas con apnea del sueño suelen sentirse cansadas y somnolientas durante el día.
  • Problemas de memoria y concentración: La falta de sueño profundo puede afectar el rendimiento cognitivo y la capacidad para enfocarse en tareas simples.
  • Problemas de salud: La apnea del sueño se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes, obesidad, hipertensión arterial y accidentes cerebrovasculares.
  • Depresión y ansiedad: Las personas con apnea del sueño pueden experimentar cambios de humor, irritabilidad, ansiedad y depresión.
  • Problemas sexuales: Los hombres con apnea del sueño pueden tener disfunción eréctil o pérdida de deseo sexual.
  • Ronquidos: Los ronquidos son una de las señales más visibles de la apnea del sueño y pueden ser muy molestos para quienes comparten la habitación.

Determinación de la apnea del sueño

La determinación de la apnea del sueño se debería hacer en un hospital que tenga una Unidad del Sueño. Es una prueba incruenta que consiste en pasar una noche durmiendo monitorizado en esa unidad.

La prueba del sueño, también conocida como polisomnografía, es un examen médico que se realiza para diagnosticar trastornos del sueño. Durante la prueba, se monitorizan diversas funciones fisiológicas del paciente mientras este duerme, incluyendo la actividad cerebral, los movimientos oculares, el tono muscular, la frecuencia cardíaca y la respiración.

Se le colocan electrodos en la cabeza, el rostro, el cuello y las piernas para registrar la actividad cerebral, los movimientos oculares, el tono muscular y otros signos. También se le coloca un sensor en el dedo para medir la cantidad de oxígeno en la sangre.

Durante la noche, el paciente duerme mientras los sensores registran los datos. Los técnicos del sueño supervisan la prueba desde una sala contigua y realizan ajustes en los sensores según sea necesario. Al final de la prueba, los datos se analizan para determinar si el paciente tiene algún trastorno del sueño, como apnea del sueño, narcolepsia o trastorno de movimiento periódico de las extremidades.

La prueba del sueño es segura y no invasiva, aunque puede ser incómoda para algunas personas. Es importante seguir las instrucciones del médico para prepararse para la prueba, incluyendo evitar ciertos medicamentos y alimentos antes de la misma.

Tratamientos de la apnea del sueño

Es importante buscar tratamiento para la apnea del sueño para evitar estas consecuencias. El tratamiento puede incluir cambios en el estilo de vida, como pérdida de peso y evitar el consumo de alcohol y tabaco.

Es aconsejable a los pacientes que mantengan sus habitaciones tranquilas, oscuras y frescas sin televisores ni aparatos electrónicos, que mantengan horarios regulares de vigilia y sueño, y que dejen de consumir cafeína al final del día.

Sin embargo, cuando se diagnostica la existencia de esta patología, el tratamiento de elección es la terapia con CPAP (siglas en inglés de “presión positiva continua en las vías respiratorias”). La CPAP es un dispositivo médico que se utiliza para tratar la apnea del sueño y otros trastornos respiratorios durante el sueño. Funciona proporcionando una presión continua de aire a través de una máscara facial o nasal mientras el paciente duerme.

La máscara de CPAP está conectada a un pequeño motor que toma aire del ambiente, lo filtra y lo presuriza para enviarlo a través de un tubo flexible hacia la máscara. La presión del aire crea una «barrera» que mantiene las vías respiratorias abiertas, evitando que se colapsen o se estrechen durante el sueño.

De esta manera, la CPAP ayuda a prevenir los episodios de apnea del sueño, en los que la respiración se detiene temporalmente y el paciente puede despertarse varias veces durante la noche. También ayuda a mejorar la calidad del sueño al evitar los ronquidos y reducir la somnolencia diurna.

Es importante que el dispositivo de CPAP esté bien ajustado para cada paciente, ya que una presión excesiva o insuficiente puede ser incómoda o ineficaz. Además, el uso constante y regular de la CPAP es esencial para obtener los beneficios del tratamiento.

Las opciones quirúrgicas incluyen cirugía nasal y cirugía de avance maxilomandibular, también conocida como cirugía de doble mandíbula. Tales procedimientos deben considerarse solo para pacientes que no quieren o no pueden usar CPAP u otros tratamientos no quirúrgicos.

Desde el diagnóstico de mi apnea obstructiva del sueño, uso un aparato de CPAP. Sé que no todo el mundo lo soporta, pero no ha sido mi acaso. Te puedo asegurar amable lector que ha aumentado significativamente mi calidad de vida. Por tanto y volviendo a la pregunta inicial: ¿Roncas? Si la respuesta es afirmativa en muy probable que también, como yo, padezcas apnea del sueño.

No es una afección futil, es mucho más serio de lo que aparenta. Por tanto, como profesional de la salud (jubilado) y como paciente de esa afección, te recomiendo no hagas el “avestruz”. Consulta a tu médico y ponle tratamiento.

Gracias por leerme.

Albert Mesa Rey es de formación Diplomado en Enfermería y Diplomado Executive por C1b3rwall Academy 2022. Soldado Enfermero de 1ª (rvh) y Clinical Research Associate (jubilado). Escritor y divulgador. Actualmente director del diario digital «Benemérita al día» del Círculo Ahumada – Amigos de la Guardia Civil .

 

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