El «Camino de los Hombres Buenos». Una ruta excursionista de 8 días | Albert Mesa Rey

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Seguramente amable lector has oído hablar mucho del Camino de Santiago y la importancia que ha tenido desde la Edad Media hasta la actualidad. Miles de peregrinos o simples senderistas lo recorren anualmente. Hoy quisiera traerte otro importante camino medieval: El Camino de los Hombres Buenos; El Camí dels Bons Homes en catalán o en francés, «Chemin des Bonshommes«.

Fue una ruta de escape utilizada por los cátaros y otros herejes durante la persecución religiosa en la Edad Media. El nombre del camino se debe a que los «hombres buenos» eran los líderes cátaros y otros herejes que huyeron de la persecución y que utilizaron la ruta para escapar. La ruta fue especialmente importante durante la Cruzada Albigense, cuando los cátaros fueron perseguidos y asesinados en masa por las fuerzas cruzadas.

¿Quiénes eran los Cátaros?

Los cátaros fueron una secta religiosa cristiana que floreció en Europa Occidental durante los siglos XI y XII. Sus seguidores eran conocidos como cátaros o albigenses, debido a que muchos vivían en la región de Languedoc, en el sur de Francia, en la ciudad de Albi.

Los cátaros rechazaban la jerarquía eclesiástica y la autoridad del Papa, y creían en la dualidad del mundo: el mundo material era creado por un dios malvado, mientras que el mundo espiritual era creado por un dios bueno. Los cátaros creían que la salvación se podía lograr mediante el conocimiento, la pureza y la perfección espiritual.

El movimiento cátaro se extendió rápidamente por toda Europa Occidental, y sus seguidores incluían a nobles, burgueses y campesinos. Esto llevó a que la Iglesia Católica lo considerara una amenaza, y a la organización de una cruzada en el siglo XIII conocida como la Cruzada Albigense, en la que se luchó contra los cátaros y su influencia en la región de Languedoc. Después de varias décadas de lucha, los cátaros fueron exterminados y su religión desapareció.

A pesar de su desaparición, el legado de los cátaros sigue siendo relevante en la cultura y la historia de Europa. La lucha contra los cátaros tuvo un impacto significativo en la política y la sociedad de la Edad Media, y su influencia se puede ver en la literatura y el arte de la época. Además, los cátaros han sido objeto de interés para los estudiosos y la literatura moderna debido a su misteriosa y enigmática historia.

La Cruzada Albigense

La Cruzada Albigense fue una campaña militar llevada a cabo en la región de Languedoc, en el sur de Francia, entre los años 1209 y 1229. Fue una cruzada declarada por la Iglesia Católica contra los cátaros, una secta religiosa cristiana que rechazaba la autoridad de la Iglesia y cuyos seguidores se habían extendido ampliamente en el sur de Francia.

La cruzada fue iniciada por el Papa Inocencio III, quien convocó a los nobles y caballeros de Europa a luchar contra los cátaros y tomar control de la región. Los líderes de la cruzada incluyeron a Simón de Montfort, un noble francés que se convirtió en el principal comandante de las fuerzas cruzadas.

Durante los años siguientes, las fuerzas de la cruzada llevaron a cabo una campaña militar brutal en la región de Languedoc, que incluyó saqueos, violaciones y asesinatos en masa. Las ciudades y castillos que se negaron a rendirse a los cruzados fueron asediados y destruidos. La ciudad de Béziers, por ejemplo, fue asaltada en 1209 y se dice que el comandante cruzado dijo «matadlos a todos, Dios reconocerá a los suyos«. La masacre resultante mató a miles de habitantes de la ciudad, incluidos cátaros y católicos por igual.

A pesar de la brutalidad de la cruzada, los cátaros no fueron completamente erradicados y su influencia continuó en algunas partes de Europa durante algunos siglos más. La cruzada albigense tuvo un gran impacto en la región de Languedoc, que quedó arrasada y empobrecida después de la campaña militar. Además, la cruzada también tuvo un efecto duradero en la historia y la cultura de Europa, incluyendo el surgimiento de la Inquisición, que fue creada para perseguir a los cátaros y otros herejes.

Montségur es una fortaleza cátara situada en una montaña en el sur de Francia, cerca de la ciudad de Foix. Es conocida por ser el lugar donde se refugiaron los últimos cátaros que resistieron a la cruzada albigense, y donde finalmente fueron derrotados por las fuerzas del rey Luis IX de Francia en 1244.

Montségur se convirtió en un lugar simbólico para los cátaros, que lo consideraban un lugar sagrado y lo utilizaron como refugio para su comunidad religiosa. Durante la cruzada albigense, Montségur fue asediado varias veces por las fuerzas cruzadas, pero los cátaros lograron defenderse gracias a la fortaleza natural de la montaña.

En 1243, las fuerzas del rey Luis IX de Francia sitiaron Montségur con una gran cantidad de tropas y maquinaria de asedio. Los cátaros resistieron durante varios meses, pero finalmente se vieron obligados a rendirse cuando se agotaron sus suministros de alimentos y agua. Se dice que más de 200 cátaros fueron quemados vivos en una hoguera en la base de la montaña después de su rendición.

Hoy en día, Montségur es un lugar de peregrinación y un símbolo del movimiento cátaro. La fortaleza ha sido restaurada y se pueden visitar las ruinas de la iglesia y la torre principal. Además, cada año se celebra una ceremonia en Montségur para conmemorar la caída de la fortaleza y honrar a los cátaros que murieron allí.

El Camino de los Hombres Buenos

Mapa del Camino de los Hombres Buenos

Hoy en día, el “Camino de los Hombres Buenos” es una popular ruta de senderismo que atraviesa los Pirineos y conecta el sur de Francia con España. La ruta está marcada y cuenta con refugios y albergues para los excursionistas. Además, hay muchos sitios históricos a lo largo del camino que recuerdan la importancia del camino en la historia de la persecución religiosa en la Edad Media.

Sobre las épocas del año recomendadas, serías dos. En primer lugar, la primavera, en concreto entre los meses de mayo y junio, aunque se deberá tener cuidado en los puertos más altos del recorrido, donde puede haber nieve. Es sin duda es la época de mayor esplendor de la naturaleza, con el deshielo de la nieve y la explosión de colores de la montaña.

El segundo periodo sería en el otoño entre septiembre y octubre, donde solo se debe tener en cuentas las lluvias. Aquí también lo mejor vendrá del espectacular color de los bosques y de una costumbre muy arraigada en la zona, la recolección de setas, la cual convierte los pueblos por los que pasa el camino en continuo trasiego de personas, fiestas y exquisitos manjares culinarios.

Los pueblos

El Camino de los Hombres Buenos empieza en el Santuario de Queralt cerca de Berga (Barcelona). En su recorrido por tierras españolas nos encontraremos con:

Gósol será el final de la primera jornada. En este pueblo podemos encontrar los restos de un antiguo castillo del siglo XI, que a seguramente sirvió de cobijo a los cátaros. Además, durante gran parte del final de este día podremos observar la imagen de la montaña más mítica del excursionismo en Cataluña, me refiero al Pedraforca. Es necesario también destacar la visita al museo de Picasso, que vivió un corto periodo de tiempo, en dicho municipio en el año 1906.

Bagà será el destino de la segunda jornada. Es un precioso pueblo medieval de los mejores conservados de la zona. En este pueblo fundado en el siglo XIII encontraremos un museo dedicado al mundo de los cátaros, y por lo tanto de visita obligada en la ruta. Además, podemos destacar la visita a la Iglesia de Sant Esteve construida en la transición del románico al gótico, y no deberíamos abandonar el pueblo sin visitar su plaza medieval.

Bellver de Cerdaña es el último pueblo de entidad antes de traspasar la frontera. Su origen debemos buscarlo en el siglo X, aunque su época de mayor esplendor medieval corresponda a la llegada de Jaime I en el siglo XIII. A partir de ese momento se consolidó como uno de los pueblos frontera, que padecerá como tal, las vicisitudes de las guerras entre España y Francia a partir de finales de la Edad Media. No deberíamos marchar sin visitar la Iglesia de Santa María de Talló, convertida en santuario desde el siglo XIX.

Los pueblos de la vertiente francesa.

Tras el traspaso de la frontera, los pueblos son más pequeños, pero a la vez más numerosos. En torno a los ríos de montaña se han ido sucediendo estas pequeñas poblaciones. Destacan por encima de todos Merens les Vals y Orgeix, ambos de origen medieval. Precisamente en el primero de ellos existen los restos de la Iglesia Románica más representativa del camino.

Un camino de naturaleza

El Pedraforca

Sin duda es lo más destacable de los ocho días de ruta. En concreto durante los tres primeros días se, atraviesa el espectacular Parque natural del Cadí-Moixeró. En él existen puntos tan emblemáticos como el referido con anterioridad, Macizo del Pedraforca. Para mí esa montaña tiene un significado muy especial. Fue lugar de mis frecuentes salidas de escalada en mis años jóvenes y lo que es más importante, en su pie descansan las cenizas de mis padres (QEPD). Pero también otros como el Coll de Pendís a más de 1.700 metros de altura, y que sirve para cambiar de vertiente y llegar a la Cerdaña. A parte los pueblos mencionados, existen varios refugios de montaña que hacen más llevadera la travesía.

El cuarto día toca el plato fuerte, traspasar los Pirineos para llegar a Francia. Dicho paso se realiza a más de 2.500 metros en la denominada Portella Blanca, en la etapa más dura del camino.

Lo que nos espera tras la frontera también es espectacular, en especial l’Ariege francesa está plagada de ríos. No hay que olvidar que es una zona con origen cárstico, y por lo tanto repleta de cuevas y cañones. No está exenta de dificultad, ya que son numerosos los puertos de montaña que nos encontremos los últimos cuatro días de ruta.

La llegada al Castillo de Montsegur

Castillo de Montsegur

Sin duda el momento culminante de este camino de ocho días, es la llegada al Castillo de Montsegur. Tras llegar al pueblo se acomete la última subida del recorrido.  De la visita al castillo hay que destacar la gran soledad que se trasmite en este lugar, desde la explanada donde fueron quemados los cátaros, hasta el interior del castillo. Es muy recomendable efectuar una visita a horas sin mucha afluencia, para conseguir conectar con esa sensación.

Gracias por leerme.

Albert Mesa Rey es de formación Diplomado en Enfermería y Diplomado Executive por C1b3rwall Academy 2022. Soldado Enfermero de 1ª (rvh) y Clinical Research Associate (jubilado). Escritor y divulgador. Actualmente director del diario digital «Benemérita al día» del Círculo Ahumada – Amigos de la Guardia Civil .

 

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