¿Cómo ocultar un Imperio?: Francia «posee» en secreto 14 países africanos

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Francia mantiene un nivel significativo de influencia y control sobre varios países africanos que en su día fueron colonizados por Francia.

Francia utiliza diversas tácticas, como la manipulación política, la explotación económica y la intervención militar, para mantener su dominio sobre estos países.

La influencia de Francia en estos países es tan grande que controla de hecho sus gobiernos, economías y recursos naturales.

Las raíces históricas de la relación de Francia con estos países africanos significan que el legado colonial de Francia sigue dando forma a su relación con sus antiguas colonias en la actualidad. La continua interferencia de Francia en los asuntos de estos países es una forma de neocolonialismo que perpetúa la pobreza y la inestabilidad en la región.

El franco CFA, una herramienta neocolonial

Francia mantiene esta relación neocolonial con los 14 países africanos controlando sus monedas mediante el uso del franco CFA. El franco CFA es una moneda común utilizada por 14 países africanos que fueron colonias francesas, que está vinculada al euro y respaldada por el Tesoro francés.

Este sistema de control monetario permite a Francia ejercer una influencia significativa sobre las economías y los sistemas políticos de estos países. Concretamente, Francia se beneficia económicamente del franco CFA manteniendo el control sobre la política monetaria de los 14 países africanos e invirtiendo en proyectos de infraestructuras y recursos naturales en estos países.

El sistema del franco CFA permite a Francia manipular los sistemas políticos de estos países utilizando su influencia financiera para apoyar o debilitar a determinados líderes y partidos. Esto permite a Francia mantener un alto nivel de control sobre la gobernanza y la política exterior de estos países.

Una relación bastante compleja

La relación neocolonial de Francia con los 14 países africanos a través del franco CFA está sujeta a debate y a diferentes interpretaciones. Sin embargo, el insidioso control estatal sobre las páginas de política exterior de los medios de comunicación franceses distorsiona cualquier debate honesto en profundidad.

Algunos investigadores y expertos sostienen que el sistema del franco CFA es una importante fuente de estabilidad y crecimiento económico para estos países, y que ha contribuido a mantener la estabilidad macroeconómica y a controlar la inflación en la región. Otros, sin embargo, sostienen que el sistema del franco CFA es una reliquia del colonialismo que perpetúa la dependencia económica y socava la soberanía de estos países

También hay que señalar que las cuestiones que rodean las relaciones de Francia con sus antiguas colonias en África son complejas y multidimensionales. La vergüenza, el racismo, la culpabilidad, la insolencia y el orgullo, el malestar y la vergüenza no pueden ignorarse junto con otros factores.

La arrogancia poscolonial de Francia

La relación de Francia con sus antiguas colonias en África está determinada por una serie de factores históricos, políticos, económicos y culturales, muchos de los cuales están profundamente entrelazados y son difíciles de desentrañar.

He aquí algunos de los factores clave que contribuyen a esta complejidad:

El legado colonial: la relación de Francia con sus antiguas colonias en África tiene sus raíces en su historia de colonialismo, que duró varios siglos y ha dejado un impacto duradero en la región. Este legado incluye la explotación de los recursos naturales, la imposición de la lengua y la cultura francesas y el establecimiento de estructuras políticas y económicas favorables a los intereses franceses.

Dependencia económica: muchos países africanos antiguamente colonizados por Francia siguen dependiendo en gran medida de este país en materia de ayuda económica, inversiones y comercio. Esta dependencia puede dificultar que estos países apliquen políticas que sirvan mejor a sus intereses, ya que pueden verse presionados para favorecer los intereses franceses por encima de los suyos propios.

Interferencia política: Francia es conocida por interferir en los asuntos políticos de sus antiguas colonias en África, a veces apoyando a líderes autoritarios u oponiéndose a gobiernos elegidos democráticamente. Esta injerencia puede socavar las instituciones democráticas y el Estado de derecho, y perpetuar la inestabilidad en la región.

Vínculos culturales: La relación de Francia con sus antiguas colonias en África también está marcada por lazos culturales e historias compartidas, que a veces pueden dar lugar a sentimientos de nostalgia o sentimentalismo por ambas partes. Esto puede dificultar el cuestionamiento del statu quo o la búsqueda de unas relaciones más honestas, equilibradas y equitativas.

Dinámica regional: Las relaciones de Francia con sus antiguas colonias en África también se ven influidas por la dinámica regional, incluidos los conflictos y las alianzas entre los distintos países de la región. Estas dinámicas pueden complicar los esfuerzos por abordar los problemas subyacentes que perpetúan el neocolonialismo y la desigualdad.

Dada la complejidad de estos factores y la larga historia de la relación de Francia con sus antiguas colonias en África, está claro que ningún factor por sí solo puede explicar plenamente la naturaleza de esta relación.

¿Por qué estos países africanos no se liberan del franco CFA y vuelan con sus alas?

Aparte del hecho de que Francia gobierna sobre sus antiguas colonias con guante de hierro y mano de acero, hay varias razones por las que los 14 países africanos que utilizan el franco CFA aún no lo han sustituido por su propia moneda:

Estabilidad económica: Algunos defensores del franco CFA argumentan que es una moneda estable que ayuda a controlar la inflación y mantener la estabilidad macroeconómica en la región. Los países que utilizan el franco CFA pueden mostrarse reacios a adoptar un nuevo sistema monetario que podría desestabilizar sus economías.

Falta de recursos: La creación de una nueva moneda requiere importantes recursos, como acceso a capital, conocimientos técnicos y voluntad política. Es posible que muchos países africanos no dispongan de los recursos o la capacidad necesarios para realizar este tipo de cambio, sobre todo teniendo en cuenta otras prioridades de desarrollo acuciantes.

Presión política: Francia ha ejercido históricamente una importante presión política sobre sus antiguas colonias en África para mantener el sistema del franco CFA. Esta presión puede dificultar que los países busquen sistemas monetarios alternativos sin arriesgarse a represalias políticas o económicas por parte de Francia.

Falta de unidad: históricamente, los países africanos han luchado por trabajar juntos y coordinar sus esfuerzos, lo que puede dificultar la búsqueda de acciones colectivas o soluciones regionales. Sin un esfuerzo coordinado, puede resultar difícil para cada país sustituir el franco CFA por su propia moneda.

Vínculos históricos: Como he mencionado antes, la relación de Francia con sus antiguas colonias en África es compleja y polifacética, y está determinada por diversos factores históricos, políticos y culturales, e incluso nostálgicos y emocionales. Para muchos países africanos, el franco CFA está profundamente vinculado a su relación con Francia y a su propia historia, por lo que resulta difícil sustituirlo sin abordar estas cuestiones subyacentes.

Estos son algunos de los principales factores que pueden explicar por qué 14 países africanos que utilizan el franco CFA aún no lo han sustituido por su propia moneda. Sin embargo, hay debates y discusiones en curso sobre las ventajas y desventajas del sistema del franco CFA, así como sobre el potencial de sistemas monetarios alternativos que podrían servir mejor a los intereses de estos países.

Entre la vergüenza y la arrogancia

En cuanto a las actitudes de los medios de comunicación franceses y la cultura dentro del Ministerio de Asuntos Exteriores francés, la diversidad de puntos de vista y opiniones entre los individuos de estas instituciones está estrictamente controlada. No se expresa libremente.

En los últimos años ha aumentado la concienciación y el reconocimiento del pasado colonial francés, tanto en Francia como a escala internacional. En 2019, por ejemplo, el presidente francés Emmanuel Macron encargó un informe sobre la restitución de los artefactos africanos tomados durante el período colonial, e hizo varias declaraciones públicas reconociendo el papel de Francia en el colonialismo y pidiendo una relación más equitativa con África. Pero el tono era a la vez condescendiente y culpabilizador. Era uno de los avatares de la expresión woke: el blanco es malo y culpable, el negro es inocente y víctima.

Del mismo modo, algunos medios de comunicación franceses pueden haber intentado abordar el legado colonial del país y ofrecer una cobertura más matizada de las cuestiones africanas. Sin embargo, los medios de comunicación franceses son generalmente paternalistas y desdeñosos con las voces y perspectivas africanas.

El gobierno francés ha hecho algunos esfuerzos superficiales para abordar este legado, como la creación de la Fundación para la Memoria de la Esclavitud en 2001 -ocultando cuidadosamente la responsabilidad de los musulmanes y de los propios negros en la esclavitud-, y la creación en 2007 de un ministro para los Territorios de Ultramar puramente decorativo. El enfoque del gobierno ha sido criticado como simbólico e insuficiente, una mezcla de vergüenza por su pasado y arrogancia de su dominio, en lugar de reconocer los beneficios que el colonialismo ha aportado a lo largo de los siglos, y la necesidad de tratar con sus antiguas colonias de una forma menos hipócrita.

Conclusión

El control del franco CFA por parte de Francia le permite mantener una relación neocolonial con estos 14 países africanos. Esto parece difícil de negar. Sin embargo, el tema es tabú.

Del mismo modo que el pasado colonial de Francia sigue siendo una cuestión controvertida y compleja, y las opiniones al respecto pueden variar considerablemente entre las distintas personas e instituciones francesas, reina otro gran tabú: los progresos que Francia ha realizado en sus colonias.

Se podría decir, simplificando, que Francia se avergüenza de un pasado colonial del que debería estar orgullosa por lo que ha aportado a los pueblos y a su sociedad, y que está orgullosa de su política actual, de la que debería avergonzarse.

(Con información de Rebelión en la Granja)

 

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