El Big Bang y los Multiversos. Cuestiones cosmológicas | Albert Mesa Rey

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Seguramente amable lector, te habrás preguntado alguna vez sobre cuestiones cosmológicas que son de gran trascendencia. Si no es así, quisiera con este breve artículo despertar tu curiosidad. Son cuestiones que nos llevarían a las fronteras de la ciencia y de la mística.

La Teoría del Big Bang como origen del Universo y el Universo Inflacionario son de conocimiento de un público general interesado en la divulgación científica.

La Teoría del Big Bang nos habla de la idea de un universo primigenio similar a una bola de fuego creada en una gran explosión (big bang). Dicha teoría sostiene que el cosmos creció de forma exponencial en una fracción infinitesimal de segundo y que, al final de ese período, continuó su evolución de acuerdo con el modelo de la gran explosión.

Conforme el universo se expandía se enfriaba progresivamente. Los restos del fuego cósmico aun nos rodean en forma del fondo de microondas cósmico, que nos dice que la temperatura actual del Universo ha disminuido hasta los 2, 7º Kelvin.

El descubrimiento en 1965 de esta radiación de fondo de microondas por Amos A. Penzias y Robert W. Wilson de los Laboratorios Bell, que se detectaba en cualquier dirección del espacio en que se orientara una antena, apuntaló el afianzamiento de la teoría cosmológica de la gran explosión.

La Teoría del Big Bang explica muchas de las observaciones como la cuantía de elementos ligeros tales como el hidrógeno, helio y otros elementos ligeros del Universo, pero por otro lado dejaba importantes interrogantes difíciles de responder.

  • El primer problema y el más importante sería la propia existencia de esa explosión primigenia: ¿Qué hubo antes de ese instante?
  • Si el espacio-tiempo no existía, ¿Cómo pudo salir de la nada sin contravenir la ley de conservación de la materia, ley de conservación de la masa, o ley de Lomonósov- Lavoisier?
  • ¿Qué surgió primero, el Universo o las leyes que determinan su evolución?
  • Por último, si el universo se expande, ¿Hacia dónde se expande y qué hay en el exterior del límite?

La idea del Multiverso ha ganado muchos adeptos en los últimos tiempos, en el campo de la física teórica y de la cosmología a la luz de la Teoría de Cuerdas. Esta teoría predice un paisaje teórico poblado por innumerables universos posibles. El paisaje tendría quizás unos 10500 valles, cada uno de los cuales correspondería a un conjunto de leyes de la física válidas en bastas burbujas del espacio. Nuestro universo visible estaría situado en una pequeña región de una de tales burbujas.

Pocos días antes de morir, Stephen Hawking dejó desarrollada su teoría sobre el multiverso. La nueva teoría Hawking-Hertog plantea que, a partir del Big Bang (el momento de formación del cosmos), el Universo se formó como un vasto y complejo holograma, de modo que pueden existir otros universos muy similares al nuestro.

Esta formulación, derivada de las investigaciones de Hawking con su colega estadounidense James Hartle en la década de 1980, planteaba el problema de que, si existen infinitos universos con infinitas variaciones en sus leyes físicas, no hay manera de predecir en qué Universo nos encontramos.

Las investigaciones de ambos se basan en nuevas técnicas matemáticas desarrolladas para investigar una rama de la física conocida como «teoría de las cuerdas» -la idea de que las partículas materiales, en apariencia puntuales, son en realidad «estados vibracionales» de un objeto extendido más básico llamado «cuerda».

Posiblemente al formularnos estas preguntas trascendentes ya estamos en los límites del conocimiento científico para entrar en otros campos del conocimiento. Físicos preminentes tales como: Heisenberg, Schrödinger, Einstein, Jean, Planck o Eddington publicaron escritos netamente místicos. Posiblemente transitar por los límites de la ciencia los llevó a trascenderla. Para el lector interesado, le recomiendo la lectura del libro: “Cuestiones cuánticas: Escritos místicos de los físicos más famosos del mundo” de Ken Wilber, ISBN: 9788472451728.

Ante tales hechos y/o ideas solo podría caber tres posturas ya que una cuarta que sería la de ignorancia o la “no toma de posición” no sería una postura en el caso que nos ocupa.

Desde los albores de la humanidad, el ser humano ha intentado explicar su presencia en el mundo. De dónde venimos, adónde vamos, cómo hemos llegado a ser lo que somos o para qué existimos son algunas de las preguntas que aún hoy en día siguen siendo objeto de polémica y cuestionamiento.

Una postura sería la teológica o creacionista:

Se conoce como “Creacionismo” a un conjunto de diferentes creencias basadas en la doctrina religiosa, cuya principal característica es la consideración de que todo cuanto existe en el universo ha sido obra divina.

Los principales principios del creacionismo son la creación repentina de todo el universo y todo lo existente a partir de la nada, la consideración de que la evolución no existe y si bien pueden existir cambios en los organismos solo se dan dentro de unos límites y sin que varíen en gran medida los animales y plantas, que son los que existieron desde el inicio de la creación.

De hecho, también existe un creacionismo proevolución que, aunque considera que el universo tiene su origen en un creador, acepta la existencia de la evolución y las teorías científicas que la rodean no negando su valor. Ello deja ver que la doctrina religiosa no tiene por qué ser opuesta o enfrentada a la ciencia, sino que puede ser complementaria. Así en las acepciones menos radicales del creacionismo, hay quien ve en los momentos anteriores al Big Bang la presencia del dios creador.

El Escepticismo Científico podría ser una segunda postura. El escepticismo científico (o escepticismo racional) es una posición práctica, filosófica, científica y epistemológica, en la que se cuestiona a las pseudociencias y, en general, la veracidad de las afirmaciones que carecen de prueba empírica suficiente. En la práctica, esta posición suele aplicarse al examen de afirmaciones y teorías que van en contra del razonamiento lógico y del método científico. El escepticismo científico se basa en el pensamiento crítico y se opone a afirmaciones que carezcan de prueba empírica verificable y contrastada. Dentro de esta corriente de pensamiento se encuadrarían aquellos físicos o cosmólogos que cuestionan por imposible de someter a experimentación las Teorías de Cuerdas y del Multiverso. Sería la postura con matices de muchos de los físicos experimentales.

El Escepticismo Filosófico sería la actitud epistemológica y filosófica que cuestiona las teorías críticamente, pero acepta que pueda haber conocimiento. En esta corriente podrían encuadrarse muchos de los físicos teóricos que han llegado a conclusiones no mediante la experimentación, imposible con los medios actuales, pero atendiendo a ciertas formulaciones matemáticas que explicarían ciertos fenómenos de acuerdo con leyes y teorías científicamente aceptadas y validadas.

Epílogo.

Si has llegado hasta aquí amable lector y he logrado despertar tu curiosidad a la vista de esta breve introducción, quizás te veas reflejado en algunas de las posiciones enumeradas o quizás haya alguna más que no he sabido ver.

No hay ninguna de ellas que sea más cierta que otras, estaríamos moviéndonos en los límites del conocimiento comprobable y falsable que son la base de la Ciencia y del Método Científico.

Cualquiera de ellas que sea la tuya, es tan válida como cualquier otra. Yo tengo la mía y he procurado en lo posible no mostrarla e intentar ser lo más objetivo posible en la exposición para dejar tu a libre albedrío cualquier interpretación.

Albert Mesa Rey | Escritor

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