Quieren convertir el asesinato es un derecho fundamental europeo
El panorama no es alentador. Liberales, socialdemócratas e izquierda llevan tiempo luchando por la inclusión del aborto como un «derecho» en la Carta y en Francia ya lo han conseguido
El 11 de abril, quieren convertir el asesinato es un derecho fundamental europeo. Quieren que el aborto forme parte en la Carta de Derechos Fundamentales de la UE. Empieza la cuenta atrás para que el Parlamento Europeo vote si incluirlo o no.
¿Sabes qué significa que Europa incluya el aborto como un derecho fundamental en su Carta de Derechos Fundamentales?
La respuesta simple y corta, a la par que terrorífica, es: más muertes (asesinatos) de niños no nacidos. Estamos alcanzando unos niveles de locura inimaginables. Pero a la larga será, incluso, peor, porque de aquí a que acaben legalizando el aborto durante los nueve meses será cuestión de tiempo.
Disfrazarlo
Los precedentes no son buenos, En un debate el pasado 14 de marzo tanto los representantes del Consejo como de la Comisión Europea se mostraron a favor de que el aborto se disfrace de Derecho Fundamental para los europeos. Entonces, argumentaron sobre la importancia de garantizar «los derechos reproductivos de las mujeres como parte integral de los derechos humanos».
El panorama no es alentador
Francia abrió la veda al convertir el aborto en un derecho fundamental hace un mes. Ahora, los proabortistas europeos quieren aprovechar el tirón del éxito que han tenido en el país galo y hacer lo mismo en toda Europa. Y lo quieren hacer antes de las elecciones europeas porque saben que pueden perder parte de su apoyo electoral.
El panorama no es alentador. Liberales, socialdemócratas, izquierda y parte de la derecha, – no lo olvidemos- llevan tiempo luchando por la inclusión del aborto como un «derecho» en la Carta.
Para que el proyecto llegue a puerto, se necesita el próximo jueves 11 de abril un acuerdo unánime de todos los Estados miembro de la Unión Europea. Aunque son minoría, Malta, Hungría o Polonia son suficiente para romper la unanimidad y que el proyecto no salga.
Pero con Polonia ya no se puede contar. El primer ministro Donald Tusk anunció el pasado mes de enero un proyecto de ley para legalizar el aborto y la píldora del día después que llevará al Parlamento polaco, todavía sin fecha.
La verdad es que solo queda Hungría. Por ejemplo, Viktor Orbán ha implementado medidas provida como el decreto del latido, por el que todas las mujeres que quieran abortar tendrán que escuchar primero el corazón de la criatura que llevan dentro.
¿Será suficiente?
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