Las personas que se decidan a presentarse tendrán que responder a un cuestionario de 70 preguntas de distintas materias, después, resolver dos problemas por escrito, y los que pasen estos dos primeros ejercicios se someterán a un período obligatorio de cinco meses de formación teórica y práctica organizado por la Agencia Estatal de Meteorología.

Temario sectario

Hasta aquí todo parece normal. Entre sus contenidos generales tenemos la Constitución Española, los derechos fundamentales, principios constitucionales de la Administración Pública, la organización territorial del Estado, régimen jurídico del personal al servicio de las Administraciones Públicas o funciones y estructura de la Agencia Estatal de Meteorología, entre otros.  Normal en este tipo de convocatorias.

Pero llegamos a los puntos del temario 6 y 7:

El sexto: «La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los Objetivos de Desarrollo Sostenible»,

y el séptimo: «Políticas de Igualdad de Género. La Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la Igualdad efectiva de mujeres y hombres. Políticas contra la Violencia de Género. La Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. Régimen jurídico de la Dependencia. La Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia. Ley 4/2023, de 28 de febrero, para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI«.

Es decir, para conseguir plaza, los aspirantes deberán estudiarse la Ley de Igualdad, de Violencia de Género y la Ley Trans, todo ello muy necesario para el puesto, no cabe duda. Debe ser que con eso los meteorólogos identificarán si una nube que se acerca es trans, es machista o cualquier otra cosa.

Verdaderamente son sectarios. Radicalmente sectarios. Y el objetivo es simple: formar a los futuros meteorólogos para que manipulen y adoctrinen a la sociedad.

Fuente: Rocío Orizaola | Hispanidad