Nicaragua se está convirtiendo en la Corea del Norte de América Latina

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Culto a la personalidad, dinastía familiar, presos políticos y elecciones simuladas son algunos indicios que opositores y analistas consideran alarmantes

Venido de la Guerra Fría, y prácticamente recluido en su casa durante los últimos 15 años, Daniel Ortega no conoce personalmente al dictador norcoreano Kim Jong-un, ni a su antecesor y padre, Kim Jong-il, pero en reiteradas ocasiones ha mostrado su simpatía por la dinastía de los Kim. Tras su regreso al poder en 2007, Ortega reanudó las relaciones diplomáticas con Corea del Norte y en enero de 2017, el número tres en la jerarquía norcoreana, Choe Ryong Hae, vicepresidente de la Comisión de Asuntos Estatales, asistió a la última toma de posesión de Ortega.

Ortega y su esposa, Rosario Murillo, sí conocieron al patriarca de la dinastía, Kim Il-sung. Sin embargo, no son las relaciones y simpatías entre ambas dictaduras las que preocupan a opositores nicaragüenses y analistas políticos, sino los inquietantes síntomas que está mostrado el régimen nicaragüense en la construcción de un estado similar al de Corea del Norte.

El Frente Sandinista ha migrado de un partido político a una secta”, dice el analista nicaragüense Eliseo Núñez, para quien, al igual que en Corea del Norte, en Nicaragua “se crea un mundo alternativo donde no existe nada de lo que ellos no pueden controlar, apuestan por el autarquismo y el aislamiento internacional y convierten en parias a quienes opinan diferente”.

Estos son algunos de los síntomas que analistas y opositores consultados ven sobre la deriva de Nicaragua en un modelo similar al implantado por la dinastía Kim:

1- Prohibición de salir del país

Al director de noticias de Canal 10, Mauricio Madrigal, la oficina de Migración le quitó el pasaporte cuando intentaba viajar a Estados Unidos a través del aeropuerto de Managua, en una práctica que se ha vuelto común contra opositores y críticos en estos últimos tres meses.

La semana pasada, el jefe de prensa del Canal 10 de Nicaragua, Mauricio Madrigal, se disponía a salir hacia Estados Unidos donde participaría en una reunión de trabajo con televisoras de otros países, y un oficial de Migración se lo impidió. Madrigal no tiene proceso judicial alguno, ni retención migratoria y sus documentos estaban en regla, pero el funcionario le quitó el pasaporte dejándolo varado, sin poder salir. Esta, no es una práctica aislada. Desde hace unos tres meses el régimen nicaragüense quita los pasaportes de personas que supuestamente están en una “lista negra” por ser opositores o críticos a su gobierno. “Solamente soy periodista, somos periodistas, no soy político, no ando metido en nada, a mí me tomó por sorpresa porque ni sabía que tenía restricción migratoria”, dijo Madrigal al salir del aeropuerto de Managua.

2- Culto a la personalidad

Uno de los tantps carteles con las fotos de Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo, en las calles de Managua

Para el analista político Eliseo Núñez, la principal similitud entre Corea del Norte y Nicaragua es “el culto exacerbado a la personalidad”. En Corea del Norte, los Kim son glorificados. La adoración es exigida. El fallecido fundador de la dinastía, Kim Il-sung, es considerado el “eterno presidente” y su cumpleaños ha sido bautizado oficialmente como “Día del Sol”. En Nicaragua, las cosas no llegan a tanto todavía, pero las imágenes de Daniel Ortega y Rosario Murillo se muestran en gigantografías por todo el país, en cuadernos y textos escolares y cada acción de gobierno debe registrarse con una frase uniforme: “Gracias al comandante Daniel Ortega y a la compañera Rosario Murillo…”

3- Presos políticos

La policía del régimen acentuó la represión de la disidencia y el encarcelamiento de opositores y críticos

En Nicaragua hay unos 150 presos políticos. La mayoría de ellos están en las cárceles por manifestarse como opositores al régimen de Daniel Ortega. “En Nicaragua la gente que se opone a ellos (Ortega y Murillo) pierde la capacidad de ser libres, como ha sucedido con los presos políticos, y los que no caen presos pierden la capacidad de sostenerse económicamente porque vulneran y golpean a todos los que tratan a las personas que se oponen a ellos”, dice Nuñez. Al igual que en Nicaragua, el régimen norcoreano niega que existan presos políticos en su país, pero el Instituto de Corea para la Unificación Nacional, una agencia de gobierno surcoreana, calcula que hay entre 80 mil y 120 mil personas encarceladas por razones políticas. Un dato curioso: la presencia de Choe Ryong-hae en la toma de posesión de Daniel Ortega en 2017, significó su reincorporación al servicio diplomático después de ser enviado a una granja como castigo en 2015, según órganos de inteligencia surcoreanos.

4- Elecciones contraladas y sin oposición

En 2017, Daniel Ortega se reeligió prácticamente sin oposición, al apagar vía judicial al más claro partido opositor de la contienda: el Partido Liberal Independiente, cuya representación se le quitó a quienes la tenían para entregársela a un grupo político desconocido que la reclamaba. Para las elecciones de noviembre próximo, la situación está peor: no solo se eliminaron a los dos partidos que podían servir para agrupar a la oposición, sino que se encarceló a siete lideres opositores que manifestaron su intención de competir contra Ortega. El régimen además anuló la observación electoral y controla totalmente al tribual electoral.

5- Dinastía familiar

En Corea del Norte el poder se pasa vía familiar desde el 9 de septiembre de 1948 cuando lo asumió Kim Il-sung. Luego de su muerte en 1994, pasó el poder a su hijo Kim Jong-il y al morir éste en 2011 asumió el poder gradualmente su nieto, Kim Jong-un. En Nicaragua, más que el partido Frente Sandinista, reina un clan familiar: los Ortega Murillo. Desde 2017, Ortega mantiene a Rosario Murillo como vicepresidenta, y para las elecciones de noviembre, el matrimonio va nuevamente como la fórmula del Frente Sandinista. Los hijos de Ortega y Murillo, aparecen con frecuencia como “asesores presidenciales” del gobierno.

6- Partido único

Daniel Ortega ha manifestado su simpatía por el modelo cubano de partido único. De hecho, lo ha conseguido al eliminar a los partidos opositores y mantener activos a un grupo de pequeños partidos que la población nicaragüense denomina “zancudos”, y cuya principal característica es que no participan para competir contra el Frente Sandinista, sino para recibir presupuesto o algunos cargos públicos luego de las elecciones.

7- Vestimenta uniforme

Vestimenta uniforme y presencia del clan Ortega Murillo, es característica de los actos del régimen. (Foto publicada por Confidencial)

Aunque la moda ha cambiado en los últimos años, durante las primeras décadas de la dinastía Kim se impuso el look uniforme para los norcoreanos: el yangbok para los varones y el hanbok para las mujeres, en gris, negro o azul. Y 15 cortes de pelo para varones y 15 para mujeres. En Nicaragua no se llega a ese punto, pero Rosario Murillo gusta uniformar a sus simpatizantes en los actos públicos, con camisetas que generalmente llevan sus símbolos.

8- Reescribir la historia

La propaganda oficial constantemente coloca a Daniel Ortega dirigiendo todos los frentes de guerra y las principales acciones militares en la lucha que llevó a derrocar la dictadura de Anastasio Somoza en julio de 1979. Sin embargo, aunque Ortega fue uno de los principales cuadros del Frente Sandinista, la mayor parte de esa época la pasó preso (7 años) y en el exilio en Cuba y Costa Rica. Al mismo tiempo, los viejos guerrilleros que ahora se oponen al régimen de Ortega han sido borrados de la historia oficial.

9- Guerra imaginaria

“Nicaragua es un Estado libre, independiente, soberano, pero aún persisten fuerzas imperiales que atentan contra nuestros proyectos de desarrollo”, señaló el 27 de septiembre pasado el canciller nicaragüense Denis Moncada en su discurso ante Naciones Unidas. “No es el imperio norteamericano el que elige en Nicaragua, es el pueblo nicaragüense”, subrayó. Una broma común en Nicaragua es apostar cuántas veces mencionará Daniel Ortega las frases “imperialismo norteamericano” y “capitalismo salvaje” en cada discurso. La regla oficial es: si hay oposición no es porque el gobierno esté haciendo mal las cosas, sino porque el imperialismo norteamericano se quiere apropiar de Nicaragua. Sin embargo, Nicaragua mantiene relaciones diplomáticas, comerciales, e, incluso, militares con Estados Unidos.

10 – Apagón informativo

La redacción del diario La Prensa, el decano de la prensa nicaraguense, fue ocupada por las fuerzas policiales, su gerente general está detenido y ya no puede imprimirse porque el régimen la impide acceder al papel.

“Nicaragua se dirige a un cierre total de medios de comunicación y voces críticas”, dice Eliseo Núñez, para quien el régimen nicaragüense intenta crear “un mundo alternativo”. Los principales medios de comunicación independientes han sido tomados militarmente. En 2018 fue ocupado el edificio del canal televisivo 100 por ciento Noticias, y su director y la jefa de prensa llevados a prisión. Igualmente, para esa fecha, la Policía se tomó las instalaciones del periódico digital Confidencial y de los programas de televisión Esta Semana y Esta Noche, que dirige el periodista Carlos Fernando Chamorro. Más recientemente, el 13 de agosto, el régimen ocupó el edificio del diario La Prensa, el más grande y antiguo medio de comunicación de Nicaragua, y encarceló a su gerente general, Juan Lorenzo Holmann. Actualmente hay procesos judiciales contra unas cinco personas relacionadas con medios de comunicación y, según el organismo Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN), en estos últimos tres meses unos 45 periodistas nicaragüenses han salido al exilio, principalmente a Costa Rica, Panamá, España, Estados Unidos, El Salvador y Colombia.

(Con información de Infobae)

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