China crea un material para ocultar sus misiles nucleares a los satélites de EEUU

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Científicos chinos afirman haber fabricado un sistema de circuitos tan finos como un cabello humano que hace que cualquier vehículo militar terrestre sea invisible al radar

Científicos chinos aseguran haber creado un manto de invisibilidad al radar para cualquier vehículo militar terrestre. Un logro que, según ellos, hasta ahora era imposible. Según sus experimentos, este manto está formado por circuitos capaces de absober y reflejar ondas de radar alteradas para que el objeto apareza “como un trozo de terreno con nada sobre él”. Los ingenieros afirman que su invento puede ser utilizado en tanques, piezas de artillería y, aún peor, plataformas móviles de lanzamiento de misiles nucleares balísticos e hipersónicos.
El estudio — publicado el mes pasado en el diario científico chino revisado por pares Journal of Infrared and Millimetre Waves — afirma que, aunque la tecnología de invisibilidad al radar de aviones lleva tiempo funcionando, no hay nada similar para objetos en tierra. La clave está en que la pintura utilizada por bombarderos como el nuevo B-21 americano absorbe las ondas de radar. Grosso modo, este material combinado con su perfil tridimensional hace que los radares de tierra no vean nada más que aire (los chinos, por cierto, también están trabajando en un radar cuántico para detectar este tipo de aviones). Para los vehículos terrestres, sin embargo, este sistema no funciona porque, al absorber las ondas, se ve claramente una marca en el terreno que podría ser identificada rápidamente como un vehículo militar.

Cómo funciona

Pero el sistema de invisibilidad al radar terrestre chino no absorbe las ondas como esos materiales aeronáuticos. Sus inventores dicen que su nuevo metamaterial recoge la señal, la modifica y la rebota con un perfil diferente. Un camuflaje electrónico que hace que el radar piense que sólo está viendo el terreno sobre el que se asienta el vehículo.

El equipo de Xu Hexiu — uno de los mayores expertos en metamateriales y microondas del mundo según el prestigioso Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos norteamericano — afirma haber utilizado un método de impresión en tres dimensiones capaz de poner estos circuitos en una tela tan fina como un pelo humano.

Según el diario hongkonés South China Morning Post, Xu y sus ingenieros añadieron varias capas a esta tela para crear un metamaterial que no tiene rival, haciendo que los satélites no puedan detectar las unidades del ejército de tierra chino por radar. Xu dice que esta tecnología, combinada con sistemas de reducción de calor — para evitar la detección térmica — y camuflaje tradicional, haría que los vehículos militares fueran prácticamente indetectables.

El ejército de tanques más grande del planeta

Obviamente, esto no es tan sencillo como hacer que los tanques chinos desaparezcan por arte de magia. Hay otras maneras de detectarlos. Pero este tipo de camuflaje ofrece una gran ventaja a las fuerzas militares del país asiático. Un país que cuenta con el ejército de tanques en servicio más grande del planeta, con 3.390 unidades de tercera generación — de la misma clase que el M1 Abrams americano — 400 de segunda generación y 2.850 tanques de primera generación. Eso son datos de 2017, afirma The Diplomat, que también apunta al increíble esfuerzo de modernización del autodenominado Ejército Popular de Liberación chino: en 1997 tenían 6.200 tanques de primera generación, 1.600 de segunda y cero de tercera.

Perfecto para lanzaderas de misiles

Si realmente funciona como dicen, habrá que ver si China es capaz de poner en producción industrial este tipo de camuflaje de invisibilidad al radar para incorporarlo a éstas y otras unidades. Si lo consiguen, su unidades de tierra podrían convertirse en un enemigo formidable para cualquier otro país. La pregunta más obvia, sin embargo, es la utilidad real de esos tanques, invisibles al radar o no. Ninguno de los vecinos del país asiático entraría en conflicto terrestre con China. Y parece altamente improbable que veamos unidades chinas en un teatro de operaciones europeo (por lo menos durante varios años).

Desfile de plataformas móviles del misil nuclear DF-31
Desfile de plataformas móviles del misil nuclear DF-31

La mayor ventaja será para los lanzadores móviles de misiles balísticos e hipersónicos: si China es realmente capaz de ‘invisibilizar’ estas máquinas contra los satélites y aviones espía norteamericanos, podrían moverlos a su antojo por todo su territorio, haciéndolos prácticamente invulnerables a ataques con misiles crucero y otros ataques aéreos sencillamente porque un atacante no contaría con información precisa sobre su localización. Obviamente, esto representaría un incremento gigantesco de su capacidad ofensiva y defensiva.

(Con información de El Confidencial)

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