El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, ha anunciado los seis nuevos miembros que pasarán a formar parte de los BRICS desde el 1 de enero de 2024: Argentina, Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán, destacando el pleno consenso que ha existido en esta primera fase de la ampliación del grupo: “Los BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) es un grupo de naciones diversas. Es una asociación igualitaria de países que tienen puntos de vista diferentes, pero una visión compartida de un mundo mejor”, palabras pronunciadas durante la decimoquinta cumbre de estos países. Con la intención de coordinar políticas comerciales y de presentarse al mundo como una alternativa a la occidental liderada por EEUU y abrir un nuevo abanico de posibilidades para ampliar dicha influencia a los chinos de Xi Jinping.
Los países emergentes enseñan los dientes y le dicen claramente a Occidente que la ampliación de los BRICS, promovida por China, incorpora potencias emergentes y petroleras, que modifica el mapa geopolítico y económico. Proceso iniciado a principios de este siglo -la primera reunión fue el 20 noviembre 2006-, el 16 de junio de 2009 se constituyeron como grupo emergente para enfrentarse a Occidente, comandado por EEUU. Compiten con Occidente y con la hegemonía que, capitaneado por EEUU, ha tenido en el mundo desde bien entrado el siglo XX; lo hacen comercialmente, lo vemos en la actualidad, ponen en duda al dólar como moneda de referencia, incluso en la carrera espacial, en la que el 23 de agosto de este año la misión de la India Chendrayaan 3 consiguió alunizar en la cara oculta de la Luna el módulo Vikram; fue el primer alunizaje con éxito en esa cara, en la que tres días antes había fracasado Rusia. Cuatro países han logrado alcanzar la Luna, tres son de los BRICS. La India ha enviado una sonda a Marte. Demuestran que los países en desarrollo están al menos a la altura de los occidentales, y en algunos casos superándolos.
La respuesta fue la ampliación del ámbito de la OTAN a todos los mares, como apoyo a EEUU, Canadá, Nueva Zelanda, Corea del Sur. Apoyo a Ucrania, con el seguimiento de la Agenda 2030-50, que nos ha traído pobreza, escasez de alimentos y dependencia de terceros países, muchos de ellos ahora en los BRICS+.
Jacinto Seara | Científico y escritor
