El bipartidismo PP y PSOE se consolida en Castilla-La Mancha: han votado lo mismo en la mitad de las leyes

page y feijóo, el PP y el PSOE

Desde 2023, el bipartidismo PP y PSOE ha quedado expuesto de forma clamorosa en las Cortes de Castilla-La Mancha. Ambas formaciones, que simulan enfrentarse en campaña, han votado lo mismo en la mitad de las leyes debatidas desde el inicio de la legislatura. Esta convergencia constante confirma lo que muchos electores ya sospechan: PP y PSOE son lo mismo.

Votan lo mismo: una farsa bipartidista que ya no engaña a nadie

Las leyes aprobadas con el apoyo conjunto de PP y PSOE no son menores. Entre ellas están la designación de senadores, la reforma de la ley de violencia de género, un crédito extraordinario para financiar los gastos de las últimas elecciones, la ley sobre el Consejo Social de la Universidad y, más recientemente, la reforma del Estatuto de Autonomía.

Esta última reforma, pactada entre ambos partidos tras dos años de negociaciones y una paralización de nueve meses, aumentará el número de diputados en las Cortes. El jueves pasado, PP y PSOE unieron de nuevo sus votos en un acuerdo que demuestra que la falsa oposición sigue viva y operativa.

El bipartidismo PP y PSOE no es nuevo: lleva años funcionando

La legislatura actual no es una excepción. Entre 2019 y 2023, las Cortes regionales aprobaron 44 leyes, de las cuales una veintena contaron con apoyo de ambos partidos y sin votos en contra. El bipartidismo PP y PSOE ha operado como un bloque desde hace años, vendiendo al pueblo una confrontación que no existe en la realidad parlamentaria.

Cuando se trata de los intereses del sistema, de blindar el consenso político y los privilegios de la clase política, PP y PSOE votan lo mismo sin dudarlo. El ciudadano que aún cree que elegir entre ambos partidos supone una alternativa real, tiene un grave problema de percepción política.

Unidad en lo ideológico, divergencia en lo estético

Ambos partidos aplauden en el Congreso las mismas agendas: Agenda 2030, ideología de género, autonomismo sin control, cesiones a intereses internacionales y leyes que refuerzan la presencia del Estado sobre las libertades individuales. En lo esencial, no hay diferencia entre ellos.

En Castilla-La Mancha, como en tantas otras regiones, esta alianza tácita se hace explícita en las votaciones. Se reparten el poder, se turnan en el gobierno, pero jamás rompen con el modelo del consenso izquierdista-globalista.

La reforma del Estatuto: un caso ejemplar de alianza PP y PSOE

El nuevo Estatuto de Castilla-La Mancha se aprobó gracias a los votos conjuntos de PSOE y PP. Ambas formaciones defendieron la medida como una necesidad para «fortalecer la democracia», aunque lo que realmente hacen es reforzar el aparato político que los sustenta.

Mientras tanto, ningún cambio real se produce para mejorar la representación ciudadana o reducir el gasto público. Al contrario, el número de diputados aumenta. El bipartidismo PP y PSOE sirve para protegerse mutuamente y consolidar sus cuotas de poder.

El votante debe abrir los ojos

Si el elector sigue pensando que el PP y el PSOE son partidos distintos, tiene un grave problema. La evidencia acumulada no deja lugar a dudas. Votan juntos, gobiernan juntos, legislan juntos. Ya sea en Bruselas, en el Congreso, en Castilla-La Mancha o en otras regiones, su comportamiento político es calcado.

El bipartidismo PP y PSOE no es una teoría conspirativa, es una realidad demostrable. Y quien desee un cambio real debe dejar de votar a quienes llevan más de cuatro décadas turnándose en el poder mientras destruyen los pilares de nuestra nación.

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