Los ataques a lugares de culto y símbolos religiosos han crecido un 12%.
Se duplica la violencia física contra creyentes.
Los ataques a la libertad religiosa en España se incrementaron un 25% en 2024, según el Observatorio para la Libertad Religiosa (OLRC). El informe alerta de violencia, asesinatos y hostilidad institucional.
Un crecimiento alarmante de violencia y asesinatos
El informe anual del OLRC documenta 243 ataques en 2024, frente a los 195 registrados en 2023. No se trata de incidentes aislados, sino de una tendencia creciente que amenaza la convivencia.
La violencia física contra creyentes se duplicó, pasando de tres a seis casos. Un dato especialmente doloroso fue el asesinato de un fraile en Gilet (Valencia) en noviembre. María García, presidenta del Observatorio, recordó:
“No podemos olvidar el asesinato de un fraile en Gilet, Valencia, en noviembre. Es el segundo asesinato a un católico en dos años”.
Se trata de la segunda muerte violenta de un cristiano en España en solo dos años, algo inédito en democracia. Estos hechos reflejan que la libertad de culto no solo sufre ataques simbólicos, sino también agresiones directas contra la vida.
Crecen los ataques a templos y símbolos religiosos
El informe también destaca que los ataques contra templos y símbolos religiosos aumentaron un 12%, hasta alcanzar 46 incidentes en 2024. Estos actos van desde pintadas blasfemas hasta destrozos en imágenes sagradas.
El fenómeno del laicismo beligerante —acciones políticas o sociales que buscan expulsar la religión de la vida pública— creció un 44%, con 94 casos documentados. El Observatorio subraya que estas prácticas, lejos de promover neutralidad, generan odio contra los creyentes.
Los cristianos siguen siendo las principales víctimas: 168 ataques, el 69% del total. Dentro de este grupo, 136 se dirigieron contra católicos, lo que confirma una hostilidad creciente hacia la fe mayoritaria en España.
El antisemitismo también mostró un repunte grave: 29 casos, lo que supone un aumento del 38% respecto a 2023 y un 867% desde 2022. También aumentaron los ataques a musulmanes, que pasaron de 7 a 11.
Responsabilidad institucional y papel del PSOE
El informe denuncia que la política española juega un papel central en este deterioro. Más de un tercio de los incidentes —87 casos— se originaron en declaraciones, leyes o acciones de partidos políticos y sus representantes.
El PSOE encabeza la lista con 39 casos, seguido de Sumar con 25. En palabras de María García:
“El hecho de que los dos partidos que integran el Gobierno de España lideren la lista de responsables de ataques a la libertad religiosa es, una vez más, motivo de preocupación”.
La presidenta del Observatorio añadió:
“Este dato refleja una grave responsabilidad institucional en el deterioro del clima de respeto hacia la libertad religiosa en España”.
Estos datos revelan que desde el propio Ejecutivo se fomenta un clima de intolerancia contra la religión, especialmente contra la Iglesia Católica, alineándose con ideologías que buscan marginar la fe de la vida social.
Andalucía, Madrid y Cataluña a la cabeza
El informe también ofrece un análisis por comunidades autónomas. Andalucía lidera con 28 casos, seguida de Madrid con 26 y Cataluña con 25. Estas regiones ya encabezaban la lista en 2023, consolidando una tendencia preocupante.
No se trata de cifras neutras. En todas ellas, las políticas locales influyen directamente en el clima social. La permisividad de las autoridades ante actos de odio contra creyentes transmite un mensaje de impunidad que alienta más ataques.
El Observatorio advierte de que si no se toman medidas contundentes, estas regiones seguirán siendo epicentro de vulneraciones a un derecho fundamental que la Constitución Española garantiza expresamente.
Una amenaza a la sociedad española
El deterioro de la libertad religiosa no puede analizarse como un fenómeno aislado. Afecta al núcleo mismo de la democracia española, porque mina la convivencia, erosiona el respeto entre ciudadanos y destruye la neutralidad institucional.
Cuando un Gobierno, como el actual, se convierte en protagonista de los ataques, no solo se está vulnerando un derecho, sino que se está utilizando el poder del Estado para imponer un modelo ideológico excluyente.
La presidenta del OLRC lo advirtió con claridad:
“La radicalización de ciertos discursos políticos desde el Ejecutivo está teniendo consecuencias directas en la proliferación de actos de intolerancia y odio religioso, en especial contra la religión mayoritaria, la católica”.
El llamado urgente del Observatorio
El OLRC reclama medidas inmediatas y concretas para revertir esta situación:
- Proteger lugares de culto y símbolos religiosos.
- Respetar los acuerdos firmados con confesiones religiosas.
- Mantener la protección penal frente a las ofensas religiosas.
- Lanzar campañas educativas de respeto y formación en libertad religiosa.
María García insistió en que la acción política debe dejar de alentar la intolerancia:
“Es urgente que las autoridades actúen para revertir este clima de hostilidad y garantizar que ningún ciudadano sea discriminado o atacado por sus creencias”.
Una llamada a defender la fe y la libertad
Los datos del informe del Observatorio son contundentes: los ataques a la libertad religiosa en España no solo crecen, sino que se vuelven más graves. Pasamos de simples ofensas verbales a agresiones físicas y asesinatos.
España no puede permitirse seguir este camino. La libertad religiosa es la base de toda sociedad libre, porque garantiza que cada persona viva conforme a su fe sin miedo a persecución.
El Gobierno debe abandonar su complicidad con el laicismo beligerante y garantizar un entorno de respeto real. La historia demuestra que cuando la religión se margina, la libertad desaparece.