Así son los grupos de extrema izquierda radicales en España (2): «Fomentan odio, radicalismo y violencia»

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La violencia, el terrorismo e incluso el asesinato ha sido el denominador común de los grupos de extrema izquierda.

La extrema izquierda radical, violenta e incluso terrorista y asesina ha existido siempre en España. De hecho, muchos expertos señalan que la violencia, el terrorismo e incluso el asesinato ha sido el denominador común de estos grupos.
Así, desde los asesinatos cometidos en la II República por el Frente Popular, hasta los de los maquis comunistas, o la aparición de las bandas terroristas- asesinas de ETA, el GRAPO o el FRAP, con múltiples asesinatos a sus espaldas, siempre los grupos de extrema izquierda – ya fueras comunistas, separatistas o anarquistas- se han movido dentro de los parámetros terroristas. La última víctima de la extrema izquierda fue Víctor Laínez, asesinado a golpes por Rodrigo Lanza en 2017.
Ahora, la extrema izquierda ha derivado su actividad hacia los movimientos del terrorismo callejero. Veamos brevemente su trayectoria.

La extrema izquierda en la actualidad

Tras la muerte de Francisco Franco en 1975, la extrema izquierda española que rechazaba la transición – quería la ruptura- se dividió en dos vertientes. Por un lado, estaban los independentistas que pugnaban por la independencia sin perder la opción terrorista como ya se vio con los asesinos de ETA. Por otro lado, estaba la extrema izquierda, que rechazaba todo lo conocido y buscaba una revolución violenta como sus antepasados.

Los orígenes de la extrema izquierda en España

La primera de estas dos bandas terroristas y asesinas – sin contar con la banda asesina ETA , que merece un artículo aparte- fueron los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO)​. Su primera aparición tuvo lugar en 1975 con el asesinato de cuatro policías y desde entonces comenzó su trayectoria sanguinaria con un total de 93 víctimas, siendo la segunda organización terrorista en número de asesinatos después de ETA. También fue la segunda más longeva, ya que su último atentado fue en 2006. Nunca se disolvieron oficialmente pero desde entonces no volvieron a atentar.

Una de las acciones criminales más relevante fue el secuestro de Antonio María de Oriol y Urquijo, Presidente del Consejo de Estado. De Oriol y Urquijo permaneció secuestrado desde el 11 de diciembre de 1976 al 11 de febrero de 1977, siendo liberado tras una brillante operación policial. Otra de las acciones criminales fue el atentado en la cafetería California 47 en Madrid, donde hubo un total de 9 muertos y 61 heridos.

La otra banda terrorista fue el Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP). Su primera aparición tuvo lugar el 1 de mayo de 1973, cuando asesinaron al subinspector de la Brigada de Información con unas lanzas caseras. Era un grupo de ideología maoísta. Respecto a esto, Castañeira señalaba en la ponencia que “era un grupo de ideología maoísta, increíblemente oscura y tenebrosa porque admiraban a Enver Hoxha, dictador de Albania, la república más oscura de Europa”. Este grupo cometió seis asesinato, cinco de ellos policías y un guardia civil. Su disolución tuvo lugar en 1981 y tras ello algunos miembros se sumaron al GRAPO.

La izquierda extraparlamentaria antifranquista,

Tras la muerte de Franco también surgió la izquierda extraparlamentaria, que estaba en contra de la Reforma y de la Constitución. Quería implantar una dictadura comunista en España y volver al Frente Popular y la lucha armada. Nació como consecuencia de las escisiones del Partido Comunista, que lanzó la consigna de «reforma si, ruptura no». Hubo una serie de grupos que no compartían la deriva pactista del Partido Comunista ni la reconciliación. Estaban a favor de la revolución y legitimaban la lucha armada.

En las elecciones del 77 se aglutinaron entre varias plataformas pero no lograron los 300.000 votos. Desde entonces comenzó su decadencia con épocas de confusión y titubeo donde no existió la lucha parlamentaria. La izquierda extraparlamentaria supuso el antecedente a la violencia callejera de la extrema izquierda, ya que en todas las manifestaciones se acababa con altercados y destrozos de mobiliario. No se acabaron, se transformaron, cambiaron de táctica- Pasaron del asesinato a la violencia callejera.

Las manifestaciones, su medio de expresión

La violencia callejera derivó hacia los movimientos pacifista, pseudoecologistas, contra el racismo, antinuclear, antirrepresivo o contracultural.

La infiltración en estos movimientos era la manera de arrastrar a estos grupos hacia sus tesis por medio de ‘tapaderas’ que ocultaban que detrás de muchos de esos movimientos estaban los grupos de extrema izquierda. A través de la colonización de los movimientos reivindicativos arrastraron las manifestaciones pacíficas hacía la violencia, tratando de transformar cada acontecimiento de masas en una batalla contra la autoridad.

La espiral acción-represión-acción

Para radicalizar la protesta empleaban la espiral acción-represión-acción, forzando los límites legales para provocar la acción policial y así poder volver a actuar. Los individuos de extrema izquierda se camuflaban con todo el movimiento que eran contra el sistema aunque no eran violentos para que la acción policial fuese hacia todos. Era la manera de desprestigiar a las instituciones, la democracia y la Policía. Trataban de aparentar espontaneidad.

Desde hace pocos años hay silencio de la extrema izquierda. No se convocan manifestaciones ni nada porque gobierna la izquierda. ¿Las causas? Gobierna la extrema izquierda, y aunque ellos están, incluso, más a la izquierda, tienen una hoja de ruta similar. Es un fenómeno que es complicado que desaparezca, pero podría resurgir su actividad en caso de que volviese el gobierno de derechas.

Un ejemplo: La Izquierda Castellana  (IzCa)

Uno de los principales grupos de extrema izquierda es Izquierda Castellana (IzCa), que surgió en el año 2000 de la mano de Doris Benegas Haddad, abogada hermana del militante del PSOE José María Benegas Haddad.

Izquierda Castellana  ha tenido vínculos con la izquierda abertzale. En 2005 la organización realizó un homenaje a los últimos militantes de ETA. Cabe recalcar que en 2008 Manos Limpias solicitó la ilegalización del partido debido a su supuesto papel como uno de los «brazos legales» de Batasuna fuera del País Vasco.

Castañeira recalcaba que “Doris Benegas provenía de Batasuna y de la Izquierda abertzale. Dirigía un partido que propugna la independencia de Castilla y su actual dirigente es Luis Ocampo Pereira. Estamos ante  una organización independentista castellana, dirigida por una independencia vasca y ahora por un Independiente gallego. En varias ocasiones Doris fue detenida por la UIP”.

Este grupo es una muestra. Hay mucho más. Están ocultos y preparados para la violencia terrorista callejera. Es cuestión de tiempo.

Fuente: Alejandro De Santiago | El Cierre Digital

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