Antonio Maestre y la violencia de la izquierda: represión y censura contra la libertad de expresión

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El pasado 14 de enero hemos presenciado un ataque frontal contra la libertad de expresión en España, protagonizado por Antonio Maestre, un tertuliano periodista de extrema izquierda de eldiario.es y colaborador de La Sexta.

El periodista de EDATV, Vito Quiles, fue víctima de un violento ataque por parte de Maestre mientras intentaba realizar su labor informativa en plena calle. Vito Quiles se acerca a preguntar a Antonio Maestre sobre la corrupción en el Gobierno Sánchez. La pregunta no le gusta y agrede a Vito Quiles -y al cámara que le acompaña- y le rompe el micrófono. El acto no fue un arrebato momentáneo- de hecho se vanagloria y justifica posteriormente en distintos medios de comunicación-; fue un ataque directo a la prensa libre, simbolizado por el destrozo del micrófono de Quiles y la agresión al camarógrafo que lo acompañaba.

Este incidente no es aislado. Hace unos la periodista Ana Pardo de Vera – directora corporativa de Público le arrancó de la mano el micrófono al reportero camerunés de Periodista Digital, Bertrand Ndongo, que estaba cubriendo un evento. Ana Pardo de Vera le insultó llamándole «tonto, negro y fascista» y le arrojó el micrófono al suelo entre risas.

Estos actos violentos no solo ponen en evidencia la intolerancia de ciertos sectores de la extrema izquierda hacia los periodistas independientes, sino que también plantea serias preguntas sobre el papel de las instituciones y los medios de comunicación en la defensa de los derechos fundamentales.

El ataque de Maestre deja al descubierto una inquietante realidad: la izquierda radical no tolera el disenso. Decir izquierda es decir violencia, represión y censura, y este acto lo confirma. La pregunta que debemos hacernos es clara: ¿Dónde está el Colegio de Periodistas para defender a Vito Quiles o a Bertrand Ndongo? ¿Por qué los demás tertulianos de las cadenas de televisión no se han pronunciado enérgicamente contra la brutalidad de Maestre y Ana Pardo de Vera? ¿La cadena de televisión para la que trabaja Maestre admite esta violencia como parte de su ética periodística?

El silencio cómplice de las instituciones y la falta de condena por parte de sus colegas no solo es preocupante, sino alarmante. La libertad de prensa es un pilar fundamental de nuestra sociedad, y cualquier ataque contra ella debe ser repudiado con firmeza.

Este ataque refleja una preocupante tendencia en la extrema izquierda: la imposición de su ideología mediante la fuerza y la censura. Antonio Maestre ha dejado claro que no admite la crítica y está dispuesto a recurrir a la violencia para silenciar a quienes se atrevan a cuestionarlo.

Es imperativo que las autoridades actúen con diligencia para garantizar que se haga justicia. El comportamiento de Antonio Maestre no debe quedar impune. Los actos violentos cometidos podrían encuadrarse en varios delitos penales. La violencia y la censura no tienen cabida en una sociedad que valora la libertad. El caso de Vito Quiles debe ser un llamado a la acción para proteger a nuestros periodistas y, por extensión, nuestra sociedad.

En este contexto, reiteramos la necesidad de una condena firme y unánime contra cualquier acto que busque silenciar la voz de quienes se esfuerzan por informar con veracidad. No podemos permitir que la violencia se convierta en el arma de aquellos que no toleran la disidencia.

La defensa de la libertad de prensa no es solo una lucha de los periodistas, es una causa de todos los ciudadanos que creen en una España libre.

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2 comentarios en «Antonio Maestre y la violencia de la izquierda: represión y censura contra la libertad de expresión»

  1. No nos engañemos, hablar de ética con la izquierdona es como hablar de compasión con un cocodrilo que llora mientras devora, porque no lo entienden. Para ellos la ética es , como mucho, un conjunto de normas de las que aprovecharse si les interesa, para ellos la ética es el triunfo de la ideología, y su ética es: para sus fines todo está permitido.
    Las personas cortiprogres se caracterizan (como todos para los que el mal es relativo y subjetivo) porque, no sólo no obran de forma inadecuada sino que, si se les dice algo, se les recuerda su conducta errada o sencillamente se testimonia su error, entonces se suelen volver agresivos, desde agresiones mentales y verbales a las físicas.

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  2. Si hubiera sido al revés, el bueno de Vito o quien fuera ya habría sido detenido y toda la basura pseudo periodística izquierdosa y parte de la derechosa lo estaría linchando públicamente todos los días durante meses.
    Coincido totalmente con el comentario anterior. La realidad pura y dura. Los hechos son los hechos. La izquierda en general, y la española en particular, es totalitaria y criminal, además de antiespañola.

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