No soy el primero ni seré el último que está contra la Agenda 2030-50. Se habló, se dijo que era un rumor, pero de lo que se puede leer en las redes sociales y en algún diario independiente, la idea surgió del nuevo progresismo woke-neocon, en la época del presidente Obama, y secundada por Hillary Clinton. Desde el 2009 hasta el 2013 estuvo entre bambalinas y luego surgió. Se basa en realidades cómo el “Black Lives Matter”, la corrupción, pagos en negro, la homofobia… para justificar las acciones que toman y hacer responsables a los que digan lo contrario, porque no están bajo el paraguas del progresismo. Así, hace unos años nos redujeron el dinero en metálico para poder pagar, y viendo que esa pérdida de libertad era admitida, se redujo en España a 1.000 euros. Ya no podíamos disponer de nuestro dinero sin ser controlados por las tarjetas de crédito, las transferencias, los bizum. No protestamos, lo admitimos sin más, nos sometimos a perder más libertad.
Ahora se prepara el asalto final, el dinero físico va a desaparecer y todo será digital. El Banco Central Europeo (BCE) quiere “quitar de en medio” al euro físico, y ocupar el espacio que dejaría vacío con el euro digital. Se viene oyendo rumorear y especulando desde hace años. Así apareció el bitcoin. Son muchos los que siguen sin creerlo, pero ahora el rumor, por llamarlo de alguna manera, procede del propio BCE. Todo indica que lo veremos convertirse muy pronto en realidad, lo que va a significar que no podremos disponer de nuestro dinero, sólo el que nos permitan las autoridades, la mayoría no elegidas.
Perdemos libertad, pueden conocer todo lo que hacemos, cuándo y dónde. Si se queda nuestro entorno sin energía o comunicación no podremos ni comprar una barra de pan. El dinero no estará en nuestros dispositivos, sino en los computadores inteligentes de nuestro banco. Si sufre un hackeo, puedes pasar días sin tener dinero. Nos pueden suceder otro sinfín de cosas. Al desaparecer el dinero físico, tampoco serán necesarios la mayoría de los empleados en la banca, como en el sector el automóvil, energético… que son millones de personas que se quedarán sin empleo. Cada vez que uses la tarjeta, smartphone o reloj para pagar piensa en qué va a repercutirte a medio plazo. No olvides que afecta a todos. Usemos el efectivo.
Jacinto Seara | Escritor y Científico
1 comentario en «Usemos dinero en efectivo | Jacinto Seara»
Hola, me gustaría decir que el euro digital no tiene nada que ver con el bitcoin. De hecho, el euro es prácticamente ya digital.
El bitcoin es mucho más, es un dinero en efectivo y además digital, que no depende de la confianza de un tercero, y que es deflacionario y muchas otras ventajas. Pero sobre todo, no depende ningún estado, por lo que va a ser el inicio de la decadencia del poder enorme que tienen sobre sus ciudadanos.