Un paso más para conocer el clima | Jacinto Seara

No voy a escribir sobre el CO2 u otros gases de efecto invernadero, que en su justa medida nos protegen. Me baso en los estudios del Instituto Niels Bohr (Universidad de Copenhague) que ha estudiado la evolución que ha tenido el clima, basándose inicialmente en lo sucedido en Groenlandia.

A partir de las investigaciones en las diferentes capas de hielo durante la era geológica actual, el Holoceno (últimos 10.000 años), construye todo lo que ha sucedido, climatológicamente hablando hasta hoy.

 Durante los primeros 5.000 años, hasta los sumerios, la temperatura se mantuvo alta, y en esa época (los últimos 5.000 años) la temperatura empezó a bajar, en la llamada época glaciar. Y un siglo antes de nuestra era (cuando vivió Jesucristo) se terminó esa época y la temperatura comenzó a subir, siendo en el año 1.000 cuando alcanzó su grado máximo, con 1,5^oC más que la actual (¿coincidencia con lo pronosticado por los defensores del cambio climático?, pienso que no, es la propia evolución del clima).

Es la época del “calentamiento medieval”, que alcanzó su máximo cerca de los 2,5°C sobre lo normal en los años 1660 y 1750 (que coincide con la serie histórica más larga de temperaturas registradas con termómetros reales en el centro de Inglaterra). Desde ahí, la temperatura inició un descenso hasta 1850, época conocida cómo “la pequeña edad de hielo”, con los ríos más importantes helados, icebergs en las islas Baleares…

La Guerra de los 100 Años se hizo en esa época, lo mismo que el llamado “general invierno” del emperador Napoleón, que no pudo tomar Moscú. Estos datos hasta el siglo XIX han sido confirmados en múltiples sitios del hemisferio norte, desde China hasta el norte de África, mediante reconstrucciones de la temperatura basándose en mediciones del carbono 14 de los estratos geológicos y otros métodos.

 Es muy cierto que hubo y está habiendo un incremento significativo de las temperaturas en los siglos XX y XXI. Según el Instituto Niels Bohr, estamos 2,5^oC por debajo de la temperatura que había en la época del “calentamiento medieval”.

Por lo tanto, no es cierta la afirmación de que la temperatura nunca ha estado tan alta como en la actualidad; vemos que estamos por debajo de la más alta que conocemos. Es real el aumento de la temperatura, lo mismo que ha sucedido en épocas anteriores.