Trump pide «responsabilizar a China por la pandemia»

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El presidente de EEUU, Donald Trump, ha sentenciado este martes ante la 75 Asamblea General de las Naciones Unidas que se «debe responsabilizar a China por sus acciones» relacionadas con la pandemia de coronavirus.

«El Gobierno chino y la Organización Mundial de la Salud, que está virtualmente controlada por China, declararon falsamente que no había evidencia de transmisión de persona a persona», ha acusado Trump en un mensaje grabado ayer desde la Casa Blanca. «Más tarde, dijeron falsamente que las personas sin síntomas no propagarían la enfermedad. Naciones Unidas debe responsabilizar a China por sus acciones», ha pedido.

El presidente, que ha prometido distribuir una vacuna, aseguró: «Derrotaremos al virus, derrotaremos al virus y acabaremos con la pandemia; y entraremos en una nueva era de prosperidad, cooperación y paz».

Trump, un crítico frecuente de Naciones Unidas, también advirtió que para que la ONU sea eficaz debe centrarse en «los problemas reales del mundo» como «el terrorismo, la opresión de las mujeres, el trabajo forzoso, el narcotráfico, la trata de personas y sexual, la persecución religiosa y la limpieza étnica de minorías religiosas «.

El líder chino, Xi Jinping, aseguró más tarde en su alocución que su país no va a mantener ningún tipo de guerra, «ni fría ni caliente», pese a las fuertes tensiones que vive con Estados Unidos y las advertencias de Naciones Unidas sobre la creciente brecha entre las dos superpotencias.

En su mensaje a la Asamblea General de Naciones Unidas, Xi insistió en que China nunca buscará la «hegemonía» y que apuesta por un mundo basado en la cooperación y el multilateralismo. Según dijo, China se esforzará en resolver toda disputa a través del diálogo y la negociación y considera que, en un mundo tan interconectado como el de hoy, ningún país gana con los problemas del otro.

Xi habló ante la ONU con el telón de fondo del fuerte choque entre China y Estados Unidos, que viene de largo por motivos comerciales y geoestratégicos y que se ha endurecido aún más por la pandemia del coronavirus.

En su discurso, grabado en video de forma previa al igual que el del resto de líderes, Xi buscó un contraste con las tesis más nacionalistas de Trump y presentó a China como un gran respaldo del sistema multilateral y de la solidaridad internacional. «Debemos vernos los unos a los otros como miembros de la misma gran familia, perseguir una cooperación en la que todos ganemos y ponernos por encima de disputas ideológicas y no caer en la trampa de la guerra de civilizaciones», señaló.

Xi tocó también la guerra comercial con EEUU, insistiendo en que la globalización económica es una realidad incontestable y que intentar combatirla con la «lanza de Don Quijote es ir en contra de una tendencia de la historia». «Seamos claros, el mundo nunca va a volver al aislamiento y nadie puede cortar los lazos entre países», señaló el líder chino, que urgió a trabajar para impulsar un desarrollo equilibrado en todo el mundo.

«China es el mayor país en vías de desarrollo del mundo, un país comprometido con un desarrollo pacífico, abierto, cooperativo y común. Nunca vamos a buscar hegemonía, expansión o esferas de influencia», recalcó.

Contra EEUU también han cargado adversarios históricos como Cuba e Irán. El presidente iraní, Hasan Rohani, se ha referido a los disturbios raciales por la violencia policial contra los afroamericanos y ha comparado ese tipo de violencia con la aplicada a su país mediante las sanciones de Washington: «Conocemos el sofoco de una rodilla en el cuello. Irán ha tenido que pagar el mismo precio que aquél hombre durante años».

RUSIA PROPONE UNA CUMBRE SOBRE VACUNAS

Sesión inaugural de la 75 Asamblea General de la ONU, hoy, en Nueva York.
Sesión inaugural de la 75 Asamblea General de la ONU, hoy, en Nueva York.EFE

Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha sacado pecho por el rápido desarrollo en su país de una vacuna contra el coronavirus y se la ofreció de forma gratuita a la organización para que proteja a todos sus empleados.

En su mensaje, Putin apuntó que su Gobierno está listo para ofrecer a Naciones Unidas toda la asistencia necesaria, lo que incluye vacunación gratis para todo el personal que lo desee. También dijo que su país está abierto a suministrar a otras naciones la denominada «Spútnik V», que según destacó se ha demostrado «segura» y «efectiva».

Putin insistió en que los ciudadanos de todo el mundo deberían tener acceso gratuito a una vacuna y subrayó también la voluntad del Kremlin de trabajar con otros Gobiernos para compartir métodos de diagnóstico y de tratamiento de la enfermedad.

Además, en contraste con Estados Unidos, defendió que la OMS debe tener un papel central a la hora de coordinar la respuesta y dijo que Rusia está trabajando para reforzar la capacidad de la entidad con sede en Ginebra.

Por otra parte, Putin advirtió de los efectos económicos a largo plazo que va a tener la actual crisis y defendió la necesidad de que toda la comunidad internacional trabaje junta para impulsar el crecimiento. En ese contexto, subrayó la importancia de eliminar barreras, restricciones y, sobre todo, «sanciones ilegítimas» en el comercio internacional.

Coincidiendo con el 75 aniversario de Naciones Unidas, Putin defendió la labor de la organización y, aunque reconoció que es necesario adaptarla a la realidad del siglo XXI, dejó claro que su país se opone a grandes cambios en el Consejo de Seguridad, donde es uno de los cinco miembros permanentes y goza de poder de veto.

«NO PODEMOS HACER LA VISTA GORDA»

El último de los líderes mundiales en intervenir hoy ha sido el presidente francés, Emmanuel Macron, el único mandatario europeo en pronunciar su mensaje ante la ONU en la jornada de hoy. «El mundo tendrá que aprender a convivir con el virus. No debemos dejarnos llevar por la desesperación ni el desaliento, sino afrontar la situación con lucidez».

«El cuestionamiento del multilateralismo se ha acentuado, no podemos hacer la vista gorda ante los incumplimientos de las leyes internacionales. Esta pande debe ser un ‘shock’ eléctrico para la ONU», ha advertido Macron y ha destacado la respuesta de la UE ante la crisis. «Europa dio un paso de unidad y tomó la iniciativa de liderazgo en la pandemia, en contra de lo que otros pronosticaban».

Macron ha remarcado además su compromiso en la lucha contra el terrorismo internacional y ha cargado directamente contra Rusia por el reciente envenenamiento de Alexei Navalny, advirtiendo que París no permitiría que se cruzaran sus líneas rojas sobre el uso de armas químicas: «No toleraremos el uso de armas químicas en Europa, Rusia o Siria». «Esta aclaración debe ser rápida e impecable porque aplicaremos nuestras líneas rojas», dijo Macron.

Respecto a las hostilidades entre Washington y Pekín durante la Asamblea ha recordado que «un mundo como el de hoy no puede reducirse a la rivalidad entre China y EEUU».

GUTERRES PIDE «EVITAR UNA NUEVA GUERRA FRÍA»

El secretario general de la ONU, António Guterres, inauguró la sesión advirtiendo que el mundo se enfrenta a un momento histórico por la pandemia del coronavirus y urgió a los líderes internacionales a guiarse por la ciencia y a dejar de lado el populismo y el nacionalismo.

«El populismo y el nacionalismo han fracasado. Usados como enfoques para contener el virus, muchas veces han llevado a un empeoramiento palpable», dijo Guterres. El jefe de la organización subrayó que los Gobiernos deben unirse, actuar con más solidaridad y tener humildad para admitir que «un virus microscópico ha puesto de rodillas al mundo».

Frente a la pandemia, el mundo necesita «un cese al fuego mundial para frenar todos los conflictos ‘calientes’» y «hacer todo lo posible para evitar una nueva Guerra Fría», declaró. «Estamos avanzando en una dirección muy peligrosa», alertó al denunciar la creciente rivalidad entre China y Estados Unidos en el mundo.

«Nuestro mundo no puede darse el lujo de un futuro donde las dos mayores economías se reparten el planeta en una Gran Fractura, cada una con sus propias reglas comerciales y financieras y capacidades de internet y de inteligencia artificial», apuntó. Guterres también recordó que desde marzo llama al cese de hostilidades para facilitar la lucha contra el Covid-19. «Llegó la hora de dar juntos un nuevo impulso a la paz y a la reconciliación. Llamo a la comunidad internacional a redoblar sus esfuerzos -bajo el liderazgo del Consejo de Seguridad- para lograr un alto el fuego mundial de aquí a fin de año», dijo el secretario general, que se congratuló del apoyo que el tema ha recabado desde marzo.

UNA DIPLOMACIA SIN CONTACTO PERSONAL

La 75 Asamblea General de Naciones Unidas arranca este martes en Nueva York de manera esencialmente telemática -durará una semana y participarán líderes de 193 Estados miembro, incluidos Estados Unidos y China hoy- con una consigna básica en tiempos de coronavirus, pero diplomáticamente inimaginable: prohibidos los apretones de manos a los pocos representantes que tienen permitido ocupar sus escaños.

Así lo han solicitado desde el organismo internacional antes del arranque del principal evento diplomático anual, que la pandemia ha abocado a un rosario de discursos pregrabados y televisados, en un encuentro en el que se ha impuesto la distancia social para evitar posibles contagios y donde los pocos eventos paralelos se celebran virtualmente.

Una sala casi vacía con un representante diplomático por cada país, las salas de reuniones apagadas y las cafeterías cerradas, son la tónica de la Asamblea, mientras los hoteles de la ciudad, acostumbrados en estas fechas a un ir y venir frenético de delegaciones internacionales que aprovechan la gran semana de la diplomacia para multiplicar encuentros y negociaciones en persona, miran de reojo la sede que duerme a orillas del río Este.

Más allá de que ningún dirigente buscará en esta ocasión la foto para el recuerdo de un vacío apretón de manos con algún líder internacional, ni los periodistas perseguirán el siempre eludido saludo entres los presidentes de EEUU e Irán, el propio Guterres reconoció que el formato de esta Asamblea presenta dificultades a la hora de hacer avanzar cuestiones complicadas, porque, según sus propias palabras, «para ser efectiva, la diplomacia necesita contacto personal».

Como ejemplo, la última Asamblea General acogió cinco cumbres, medio millar de reuniones oficiales y más de 1.500 encuentros bilaterales, todo un enjambre diplomático para hilar relaciones, resolver problemas y encontrar denominadores comunes en un escenario internacional cada vez más atomizado y tenso.

Unos encuentros que este año no se van a dar en los pasillos fantasmales de la sede, acostumbrada en un día normal a albergar a miles de diplomáticos, trabajadores, visitantes y periodistas, que en esta ocasión también tienen su acceso limitado por cuestiones de salud pública.

(Diario El Mundo)

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