Todos contra Olona | Luis Losada Pescador

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Salobreña decide desempadronar a Macarena Olona; y ahora, ¿qué?

La alcaldesa de Salobreña, la socialista Eugenia Rufino Morales, ha decidido desempadronar a Macarena Olona por supuesto empadronamiento ilegal. Supuestamente, la Ley de Bases de Régimen Local obliga a empadronarse en el lugar donde se reside habitualmente. Si alguien “está a caballo”, debe de elegir: “quien viva en varios municipios deberá inscribirse únicamente en el que resida más tiempo en el año”, reza el art. 15.

Es verdad que desde un punto de purismo jurídico, Olona no está bien empadronada. Porque es obvio que no pasa la mayor parte de su tiempo en Salobreña por mucho cariño que le tenga al pueblo costero granadino.

Pero también es verdad que es la primera vez que alguien se pone tan fino en el asunto del empadronamiento. Porque conviene recordar que De la Vega se empadronó en una barraca abandonada en la que obviamente no residía. Y que muchos diputados del Congreso residen en Madrid aunque estén empadronados en sus circunscripciones. De hecho se les paga un plus por eso.

Y no digamos de los miles de inmigrantes ilegales que se empadronan con una factura de móvil como toda justificación de residencia sin que nadie supervise la realidad de los pisos patera.

Pero con Macarena han decidido ponerse finos. Es como el Guardia Civil de Tráfico: si te quiere multar, te va a multar. Voilá.

Visto el antecedente, es de suponer que Vox exigirá el mismo pudor y diligencia con otros candidatos y también con los inmigrantes ilegales. Porque la realidad es que nadie cumple estrictamente la ley y nadie se ha puesto estupendo hasta ahora.

Hasta que llegó Olona. A partir de entonces hay que ser escrupulosos. Y quizás llegue la hora de introducir sensatez en la legislación electoral y local. ¿Por qué una española no puede ser candidata de una administración española?

No les va a servir de nada. Es más, igual les sale el tiro por la culata. Porque -de confirmarse el empujón- Olona puede ‘vender’ su martirio y maximizar el ‘efecto Olona’. Con una ventaja añadida: no tiene que desvestir Madrid y podría seguir siendo el azote parlamentario del gobierno.

Luis Losada Pescador | Periodista

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