“La primera víctima cuando llega la guerra es la verdad”. Esta frase, atribuida al senador estadounidense Hiram Johnson en 1917, fue pronunciada hace casi cien años durante la Primera Guerra Mundial.
Yo no sé si estamos en tiempos de una guerra no declarada donde los campos de batalla distan mucho de los tradicionales, pero en estos días la verdad es un bien escaso en los medios de comunicación que llegan a la población. Nos debatimos entre el “relato” que el “poder” nos desinforma y la reacción, el hiperescepticismo.
El escepticismo es a mi modo de ver una virtud racional. El escepticismo es una corriente filosófica que se basa en la duda y la incredulidad hacia afirmaciones que no pueden ser demostradas de manera empírica o racional. Esta actitud crítica se aplica en distintos ámbitos, como la religión, la política, la ciencia y la moral. Los escépticos sostienen que no se puede estar seguro de la verdad de ninguna afirmación, por lo que es necesario analizar y cuestionar todo lo que se presenta como verdadero o incuestionable. Esta postura es opuesta al dogmatismo, que sostiene que hay afirmaciones que deben ser aceptadas sin evidencia o argumentación suficiente.
Quizás sea momento de mencionar a Artistóteles en su texto sobre la virtud como término medio. Decía: “Es, por tanto, la virtud un modo de ser selectivo, siendo un término medio relativo a nosotros, determinado por la razón y por aquello por lo que decidiría el hombre prudente…”
El hiperescepticismo
El hiperescepticismo es una actitud extrema de incredulidad y desconfianza en todo lo que se presenta como hecho o conocimiento. Se trata de una negación sistemática y total de cualquier afirmación que no tenga una evidencia irrefutable. Los hiperescépticos creen que la verdad sólo se puede alcanzar a partir de pruebas empíricas y que todo lo que no puede ser demostrado con certeza, no es verdadero. Esta posición extrema puede ser contraproducente, ya que puede llevar a la negación de conocimientos aceptados y la negación de teorías científicas probadas.
El hiperescepticismo es un extremo de la actitud crítica y escéptica frente a la información y las creencias que se están comparando. Se refiere a la desconfianza e incredulidad hacia cualquier afirmación o teoría que se ofrece, aunque esté apoyada por evidencia científica sólida.
Los hiperescépticos tienen una tendencia a ser cerrados a nuevas ideas y a resistirse a cambiar sus creencias, lo que puede limitar su capacidad de explorar e innovar en áreas como la ciencia, la tecnología y la medicina. Además, su actitud puede llegar a ser contraproducente y dañina, especialmente cuando se aplican para negar hechos comprobados o para apoyar teorías y creencias sin base empírica.
Es importante tener en cuenta que el escéptico razonable evalúa la evidencia disponible antes de formular cualquier opinión y puede cambiar de opinión si se presenta nueva información que contravenga su posición inicial. En contraste, el hiperescéptico se mantendrá en el mismo punto incluso ante la presencia de datos objetivos y pruebas sólidas. El estado de hiperescepticismo puede caer con mucha frecuencia en la creencia y defensa de lo que se viene a llamar “teorías de la conspiración” o “conspiranoias”.
Las teorías de la conspiración o conspiranoias
Muchos nos reímos de terraplanistas o defensores de la creencia en la Tierra hueca o creencia intraterrestre y de que dentro del planeta Tierra existen civilizaciones subterráneas muy evolucionadas de seres llamados «intraterrestres». Estas solamente son las más llamativas, pero no hace demasiado circularon otros bulos referentes al 5G por ejemplo relacionándolo con las 10 plagas de Egipto. No es fácil identificar el “Qui prodest” de su propagación, pero sí es evidente que su propagación se ha beneficiado del hiperescepticismo galopante y del alcance de las redes sociales.
Las teorías de la conspiranoia son explicaciones alternativas, a menudo sin pruebas sólidas, que explican la conjura secreta de un grupo de personas poderosas y malintencionadas para llevar a cabo una agenda oculta. Estas teorías pueden involucrar eventos políticos, sociales o culturales y pueden variar desde creencias en una falsa bandera, control mental, manipulaciones económicas, hasta afirmaciones de que ciertos eventos históricos fueron fabricados o manipulados para ocultar verdades incómodas. Las teorías de la conspiración han sido criticadas por ser peligrosas y falsas en muchos casos, ya que a menudo carecen de base empírica y fomentan la desconfianza y la paranoia.
Hay diversas razones que pueden llevar al descrédito de las democracias, entre las que se incluyen:
- Corrupción: Cuando los líderes y funcionarios públicos son acusados de corrupción y falta de transparencia, se cuestiona la legitimidad de la democracia.
- Desigualdades sociales: La alta desigualdad económica puede llevar a la percepción de que la democracia no funciona para igualar oportunidades y tratar a todos por igual.
- Política polarizada: Cuando la política se polariza y los líderes se enfrentan en vez de buscar soluciones juntos, se genera desconfianza en el sistema democrático.
- Debilitamiento de las instituciones: Cuando las instituciones democráticas se debilitan y pierden su independencia, se pierde la confianza en la democracia.
- Fragmentación social: Cuando la sociedad se fragmenta y la identidad de grupo se vuelve más importante que el bien común, la democracia se ve amenazada.
Estas son solo algunas de las razones que pueden llevar al descrédito de las democracias, pero en general, el principal factor es una falta de confianza y legitimidad en el sistema político. En mi opinión, la difusión del “relato” es tan pernicioso como el hiperescepticismo.
Las teorías conspirativas pueden ser peligrosas porque:
- Fomentan la desconfianza: Las conspiraciones fomentan la desconfianza, lo que puede hacer que las personas se sientan aisladas, marginadas y paranoicas.
- Desinformación: Muchas de las teorías conspirativas carecen de evidencia o son distorsiones de la realidad. Si las personas creen en ellas y las comparten sin investigar, pueden perpetuar información errónea con consecuencias negativas.
- Polarización social: Las teorías conspirativas pueden polarizar a la sociedad, creando división y odio entre las personas. Esto puede llevar a una retórica inflamatoria y a la violencia.
- Falta de responsabilidad: Las conspiraciones a menudo culpan a grupos específicos, sin pruebas concretas. Esto puede llevar a la discriminación y a la agresión contra las personas acusadas sin ninguna responsabilidad.
En general, las teorías conspirativas pueden tener una serie de impactos negativos en la sociedad, y es importante verificar siempre los hechos antes de creer o compartir información en línea o en persona.
Las teorías de conspiración tienen un fuerte impacto en la psicología de las personas. Algunos de los aspectos psicológicos más relevantes que se asocian con las conspiraciones son los siguientes:
- Necesidad de comprender: las personas a menudo buscan explicaciones para los hechos inusuales o inexplicables, y las teorías conspirativas pueden parecer una respuesta plausible.
- Sesgos cognitivos: el pensamiento crítico puede verse limitado por diversos sesgos cognitivos, como la confirmación y disponibilidad selectiva, que refuerzan la creencia en una teoría conspirativa.
- Ansiedad: las teorías conspirativas pueden aliviar la ansiedad al proporcionar una explicación para eventos inciertos o amenazantes.
- Sentido de pertenencia: las teorías conspirativas pueden proporcionar una sensación de comunidad y conexión social, al igual que un sentido de pertenencia a un grupo de personas que comparten la creencia.
- Desconfianza: las personas que creen en teorías conspirativas a menudo tienen una mayor desconfianza hacia los medios de comunicación, el gobierno y otras instituciones de autoridad, lo que puede afectar su comportamiento en la sociedad.
En resumen, las teorías conspiratorias son un fenómeno psicológico complejo que puede ser estudiado a través de múltiples factores psicológicos. La investigación sobre las teorías de la conspiración es importante, ya que su impacto puede afectar la salud mental y la forma en que las personas interactúan en la sociedad.
El “relato”
El relato en política se refiere a la estrategia de comunicación que se utiliza para construir una imagen pública y persuadir a los ciudadanos sobre ciertas ideas o visiones políticas. Es una forma de narrativa que se emplea para dar sentido a los eventos políticos y establecer una narrativa coherente que conecte con la historia, las necesidades y las aspiraciones del pueblo. El relato en política se utiliza para promover una ideología, causa o partido y puede incluir elementos emocionales, simbólicos e incluso míticos. En resumen, el relato en política se utiliza para contar una historia que capture la atención de la gente, impulse la movilización y logre el cambio.
La demagogia
La demagogia se refiere a la práctica de expresar afirmaciones falsas con el fin de ganar apoyo popular y lograr objetivos personales o políticos, a menudo a costa de la integridad y los valores éticos. La demagogia se caracteriza por apelar a las emociones y prejuicios populares en lugar de a la razón y los hechos, y puede ser peligrosa si no se controlan los intentos de manipulación pública.
Los demagogos son personas que utilizan argumentos engañosos, falsos o exagerados para obtener apoyo popular o para ganar poder político. Suelen apelar a los sentimientos y emociones de la gente en lugar de hacer uso de la razón y la lógica, con el objetivo de manipular a la opinión pública. Los demagogos pueden aparecer en cualquier ámbito, pero son más comunes en la política y suelen ser vistos como una amenaza para la democracia y el estado de derecho.
Conclusión
Quizás este artículo trate de una manera somera ciertas actitudes sociales que en los convulsos tiempos que vivimos van deteriorando la sociedad. Entiendo que se mezclan conceptos que «per se» y complementándose, nos abocan a la confusión que tanto anhelan quienes manejan los hilos. Termino este artículo con una frase que debería hacernos reflexionar y que fue empleada por Julio César y por Napoleón Bonaparte: «divide et impera» («divide y domina» o más coloquialmente: «divide y vencerás»). Gracias por leerme.
Albert Mesa Rey es de formación Diplomado en Enfermería y Diplomado Executive por C1b3rwall Academy 2022. Soldado Enfermero de 1ª (rvh) y Clinical Research Associate (jubilado). Escritor y divulgador. Actualmente director del diario digital «Benemérita al día» del Círculo Ahumada – Amigos de la Guardia Civil . |