Cambiar de nombre no borrará su pasado criminal ni su naturaleza perversa; es solo un intento más de ocultar una realidad que, como bien expresa el dicho, “aunque la mona se vista de seda, mona se queda
El debate en torno a la reestructuración del espacio político de Sumar ha reavivado las tensiones entre sus dos facciones principales: P0r una parte, Izquierda Unida (IU), tradicionalmente representada por el Partido Comunista de España (PCE), y por otra parte, el grupo de la comunista Yolanda Díaz y sus secuaces. Estas disputas sobre el nombre del grupo parlamentario en el Congreso reflejan una crisis sobre el futuro de un proyecto que está muerto. Pero cambiar de nombre no alterará la esencia de la ideología y la trayectoria de los partidos comunistas, ligados históricamente a la corrupción, represión y crímenes de millones de personas. Como suele decirse: “aunque la mona se vista de seda, mona se queda”.
Tensión entre la comunista Yolanda Díaz y el PCE por el nombre de “Sumar”
La reciente propuesta de Izquierda Unida- PCE para cambiar el nombre del grupo parlamentario de Sumar ha causado un profundo malestar en el entorno de Yolanda Díaz, líder de la coalición, que ve cómo su proyecto político se está hundiendo y que, incluso, se quieren cargar hasta el nombre, tal como recoge Mediterraneo Digital. Izquierda Unida, liderada por Antonio Maíllo, argumenta que este cambio representaría “la apertura de una nueva etapa dentro de la coalición”, desvinculándola de la “toma de decisiones vertical” y del pasado con Íñigo Errejón.
Lara Hernández, secretaria de Organización de Sumar, ha sido tajante al rechazar esta propuesta. En sus palabras, hay “un consenso amplio” de que “no es el momento de poner esta cuestión encima de la mesa”. Según Hernández, la prioridad debe ser “atender las cuestiones políticas”, como la reconstrucción de Valencia tras la DANA, la negociación de los Presupuestos, y la reducción de la jornada laboral. “No es el momento de estos debates ni la ciudadanía está esperando que se den ahora”, enfatizó Hernández, cerrando la puerta a este cambio que los comunistas de IU-PCE continúan demandando.
Comunismo, corrupción y un cambio de marca vacío
Las tensiones internas de Sumar reflejan la estrategia comunista de recurrir a cambios de nombre para adaptarse y tratar de renovar su imagen, sin nunca asumir los fracasos profundos de su ideología. En lugar de afrontar la realidad de la trayectoria criminal comunista —marcada por más de 100 millones de asesinatos en el mundo y décadas de represión en diversos países—, optan por cambiar el envoltorio. Cambios de nombre, símbolos y colores buscan desvincular al partido de su pasado, pero no modifican los principios subyacentes que han dado pie a dictaduras opresivas y tiránicas. Engañar para continuar igual.
El comunismo sigue siendo el mismo: una ideología que ha demostrado, en distintos contextos históricos, una tendencia a la corrupción, a la represión y al crimen. En palabras de IU, el cambio de nombre sería “un símbolo de la apertura de una nueva etapa dentro de la coalición”, pero en realidad, la historia demuestra que estas maniobras solo logran maquillar lo inevitable: la esencia del comunismo sigue intacta, independientemente del nombre que le asignen.
La inutilidad de un cambio de nombre
La insistencia de IU- PCE en reestructurar y cambiar el nombre de Sumar no es algo nuevo en la izquierda comunista. A lo largo de las décadas, los partidos comunistas han tratado de reinventarse bajo distintas denominaciones para adaptarse a los tiempos, sin renunciar a los principios que han sido la raíz de su fracaso. Como se suele decir: “aunque la mona se vista de seda, mona se queda”. Esta estrategia de lavado de cara ha sido empleada como un recurso para intentar captar a nuevos votantes, especialmente jóvenes, que pueden desconocer el historial de represión y crímenes asociado al comunismo.
Las palabras de Lara Hernández no podrían ser más claras: “Los debates nominales interesan para adentro”. La ciudadanía no está interesada en un cambio superficial; lo que exige es responsabilidad y transparencia política. El empeño de IU en modificar el nombre del grupo parece ignorar esta realidad y se centra en un cambio cosmético que no va a cambiar la percepción pública de la esencia comunista.
Un cambio de nombre no es suficiente
La disputa por el nombre de Sumar evidencia la falta de autocrítica de la ideología comunista y su incapacidad para afrontar su legado histórico de manera honesta. En lugar de intentar corregir los errores de fondo, prefieren continuar en una lucha interna sobre cuestiones de imagen.
Mientras IU y Sumar debaten sobre nombres y marcas, la realidad sigue siendo la misma: el comunismo es una ideología que no ha sido capaz de despojarse de sus orígenes criminales y dictatoriales. Cambiar de nombre no borrará su pasado criminal ni su naturaleza perversa; es solo un intento más de ocultar una realidad que, como bien expresa el dicho, “aunque la mona se vista de seda, mona se queda”.
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1 comentario en «Aunque la mona se vista de seda… Los comunistas de Sumar valoran cambiarse el nombre para dejar atrás la salida de Errejón y los escándalos de corrupción»
Buenos días! Os apunto como idea a desarrollar: Esa enorme camaleónica capacidad de cambiar de color y seguir siendo los mimos ocurre de nuevo en algo sustancial, y os mando la idea para que quien tenga la capacidad para ello haga su desarrollo.
Como la Corporación general de la Gran Mentira, léase globalismo, léase «age.ndaveintetreinta», y otras mil, la gente empieza ya a percibir que son puro engaño, la citada corporación general de la GM, hábilmente dirigida por no se sabe quién decide tomar una nueva cara que, hábilmente han comenzado a presentar: Se trata de la IA.
Esa nueva pantalla viene avalada por el prestigio de la informática utilísima en calculología, con sus evidencias de «epatar» las mentes humanas, pero obviando que sus planteamientos son falsos cualquier resultado adolecerá de soluciones falsas. Y ahí está otra vez la «gran.mentira»: en presentas las ecuaciones como buenas pero radicando el engaño en sus postulados. Si los postulados son mentirosos cualquier solución lo será. Y pongo un ejemplo: Si en la jerarquización de los niveles de la vida para ellos vale igual una vida humana que la de cualquier animal irracional y ello lo plantean como postulado se base, ¡ahí esta el error!.
Confío en haeros dado una idea y estoy seguro de que disponéis de personas mucho más capacitadas que yo para desarrollarla.
Contento y satisfecho de haberos escrito y estoy a disposición. España viva! Abrazos!