Sumar propone reformar la Constitución para blindar el aborto como un «derecho libre, informado, pleno y universal»

Sumar ha presentado en el Congreso una propuesta para reformar la Constitución para que el «derecho» al aborto sea de forma «libre, informada, plena y universal».

El avance de la izquierda radical en su agenda de la cultura de la muerte sigue su curso. Esta vez, los comunistas de Sumar han puesto sobre la mesa una propuesta que pretende llevar el aborto a la Constitución, consolidándolo como un «derecho libre, informado, pleno y universal». Un intento descarado de legitimar el asesinato de los no nacidos y transformar una tragedia en una cuestión de derechos humanos.

Un paso más en la imposición ideológica

La portavoz de la plataforma comunista Sumar, Verónica Martínez Barbero, anunció en el Congreso la iniciativa de modificar el artículo 43 de la Carta Magna para incluir expresamente el aborto como un derecho constitucional. La propuesta reza: “Se reconoce el derecho a una interrupción voluntaria del embarazo que sea libre, informada, plena y universal. Los poderes públicos garantizarán el ejercicio de este derecho con absoluto respeto a la autonomía física”.

Este planteamiento, lejos de ser un simple ajuste legislativo, responde a una estrategia ideológica que busca blindar la eliminación de vidas inocentes y hacer irreversible cualquier intento de revertir las actuales leyes del aborto en España. No se trata de salud ni de protección a la mujer, sino de una maniobra para colocar esta práctica como un pilar inamovible del sistema.

La Ventana de Overton: cómo normalizar lo impensable

El verdadero objetivo de Sumar no es solo diferenciarse del PSOE y Podemos, buscando un nuevo nicho de votos dentro de la izquierda más radical. Lo que buscan es aplicar la conocida Ventana de Overton, un método de manipulación social mediante el cual una idea que antes era impensable se introduce progresivamente hasta convertirse en norma aceptada.

En este caso, saben que actualmente no existe el consenso suficiente para incluir el aborto en la Constitución, – necesitan al PP que hoy por hoy no se dejaría arrastrar- pero al poner el debate sobre la mesa, están preparando el terreno para que en unos años sea visto como algo inevitable. Es un juego de desgaste: primero se plantea como posibilidad, luego se normaliza en el discurso político y mediático, y finalmente se convierte en realidad.

El pretexto de la ‘protección’ y la ‘libertad’

Los argumentos utilizados por la izquierda comunista radical para justificar este blindaje constitucional del aborto son los mismos de siempre: el falso discurso de la protección, la libertad y el derecho a decidir.

La portavoz de Comunes, Aina Vidal, ha señalado que son las mujeres de clase trabajadora, las inmigrantes y las personas trans quienes encuentran “mayores dificultades” para abortar, presentándolo como un derecho inaccesible para ciertos sectores de la sociedad. Sin embargo, lo que realmente buscan es perpetuar una cultura de la muerte en lugar de una sociedad que proteja la vida desde la concepción.

Por su parte, la portavoz de Compromís, Àgueda Micó, ha asegurado que el aborto debe ejercerse sin que “ninguna ideología, creencia religiosa o presión social” limite la capacidad de decisión de las mujeres. De esta forma, buscan deslegitimar cualquier argumento provida y desacreditar cualquier postura que defienda la vida, presentándola como una mera imposición moral.

Hacia una prohibición de la objeción de conciencia

En el marco de esta reforma constitucional, desde Sumar también buscan eliminar cualquier obstáculo que se interponga en su agenda. Por ello, la diputada Esther Gil de Reboleño ha defendido que “las interrupciones voluntarias del embarazo han de realizarse siempre en condiciones de seguridad, salubridad y sobre todo de dignidad, dentro del sistema de salud pública y absolutamente sin ningún tipo de discriminación”.

Esto abre la puerta a la eliminación de la objeción de conciencia de los médicos, obligándolos a participar en abortos aunque vayan contra sus principios. En muchos países donde se ha aplicado este modelo, los profesionales sanitarios se han visto forzados a elegir entre su vocación y sus valores. En España, este podría ser el siguiente paso en la imposición ideológica de la izquierda.

Una aberración inaceptable

Lo que está en juego no es solo una reforma constitucional, sino la consolidación de una agenda ideológica que pretende deshumanizar al no nacido y silenciar cualquier disidencia moral o ética. Blindar el aborto en la Constitución significaría dar un paso definitivo hacia la legalización del asesinato como un derecho fundamental.

El aborto nunca podrá ser un derecho, porque ningún derecho legítimo se fundamenta en la eliminación de una vida inocente. Es momento de decirlo alto y claro antes de que la agenda de la cultura de la muerte se haga irreversible.