La portavoz del Partido Popular en el Congreso, Cuca Gamarra, ha confirmado que votará a favor de la moción del PSOE para reformar la ley del ‘sólo sí es sí’.
Aunque jueguen al despiste electoral, al final son los mismos. Si antes el PSOE legislaba y el PP consolidaba, ahora ya se han quitado la careta y van de la mano.
“Es uno de los asuntos que más rechazo ha provocado a la sociedad española desde hace mucho tiempo, y no hay izquierda o derecha”, ha dicho, “si no se llega a poner el foco sobre este asunto, el Gobierno ni siquiera se plantea rectificar”. En efecto, tal y como dice la portavoz del PP, no hay ni derechas ni izquierdas, son lo mismo. Y el PP va a apoyar una legislación del PSOE que es un pequeño maquillaje de la anterior del mismo gobierno. “Le hemos dicho al Gobierno que nuestros votos están para arreglar esto”, ha manifestado Gamarra.
Reprobación de Irene Montero pero no de Sánchez en el Congreso
El PP también ha solicitado en el Parlamento la reprobación de la ministra de Igualdad, Irene Montero, por su «sectarismo», «falta de decoro» y por llevar al Consejo de Ministros una ley muy deficiente «que supone en la práctica la revisión de todas las condenas por delitos sexuales». «Por su falta de decoro debe dimitir o ser cesada por el presidente del Gobierno del que forma parte, Pedro Sánchez, responsable último de la ley Garantía Integral de la Libertad Sexual», indica en el escrito. De acuerdo con estas afirmaciones, lo adecuado sería una reprobación a Pedro Sánchez, como jefe del ejecutivo, pero el PP se queda con reprobar al subordinado. Es bastante contradictorio ya que Irene Montero era simplemente una ministra del gobierno de Pedro Sánchez que aprobó la ley.
La ministra comunista de Igualdad, en su sectarismo y su intransigencia, – al igual que el Gobierno de Pedro Sánchez que la sustenta-, no tiene en cuenta a las mujeres españolas, a juzgar por los resultados prácticos de la puesta en marcha de la ley con consecuencias dramáticas para muchas víctimas. También, por las consecuencias que esta ley está teniendo en las víctimas y en el conjunto de la sociedad, provocando una enorme indignación, preocupación e inseguridad, además de revictimización de las mujeres agredidas. Ante esto, tanto la ministra como Pedro Sánchez deben ser reprobados. Quedarse únicamente con la reprobación de Montero y apoyar al PSOE en su retoque de la ley es simplemente una hipocresía.
