«Solo el Pueblo Salva al Pueblo»: La respuesta ciudadana ante la inacción gubernamental en Valencia

Ante la reciente DANA que ha afectado gravemente a Valencia y que ha causado 214 muertos – y subiendo-, la reacción ciudadana ha dejado claro que “solo el pueblo salva al pueblo”. Este lema, que ahora resuena en las zonas afectadas, refleja la indignación y el sentimiento de abandono frente a la gestión de las autoridades.

La indignación ciudadana ante la clase dirigente en España alcanzó un nuevo clímax durante la visita de esta mañana de Pedro Sánchez y el Rey Felipe VI a las zonas afectadas en Valencia. Miles de personas se congregaron en las calles para expresar su descontento, rechazando abiertamente la presencia de los líderes políticos. Los ciudadanos, cansados de lo que perciben como una falta de acción y sensibilidad de sus representantes, dejaron claro su sentir con abucheos, pancartas, y gritos de «Asesinos».

Mientras, miles de personas voluntarios se han movilizado para apoyar a las víctimas, así como distintas asociaciones  como Manos Limpias y Hazte Oir van a exigir responsabilidades por la nefasta gestión de esta catástrofe.

“Solo el pueblo salva al pueblo”: Voluntarios y sociedad civil al rescate de los afectados

La crisis generada por la DANA ha sacado a la luz la brecha entre las necesidades urgentes de la población afectada y la respuesta de los gobiernos locales y nacionales. Mientras las lluvias torrenciales y las inundaciones provocaban un caos sin precedentes, los ciudadanos decidieron actuar. Grupos de voluntarios, asociaciones y ciudadanos de a pie comenzaron a llegar a las zonas devastadas para llevar agua, alimentos, ropa y suministros esenciales a los afectados. “Solo el pueblo salva al pueblo” se ha convertido en un grito unificador, mientras la ayuda estatal es muy lenta e insuficiente en comparación.

La frase refleja no solo el descontento popular, sino también el compromiso de quienes han decidido no esperar a que las autoridades actúen. Esta respuesta solidaria y espontánea contrasta con la falta de una intervención rápida de los organismos de emergencias, lo que ha generado críticas en redes sociales y otros espacios públicos. La realidad es que, en un contexto donde el Estado ha fallado en sus responsabilidades de respuesta rápida, la ciudadanía ha tomado la iniciativa.

Manos Limpias y su denuncia a la AEMET

Pero no solo ha sido la magnífica reacción ciudadana, sino también la del asociacionismo civil.

Uno de los aspectos más nefastos de esta catástrofe ha sido la respuesta del sistema de alertas y la coordinación de los organismos meteorológicos. El sindicato Manos Limpias ha denunciado ante la justicia a la directora de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), María José Rallo del Olmo, y al responsable de la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, Javier Montoro Hernández, por posibles negligencias en la gestión de las alertas.

En su denuncia, el sindicato señala que el radar meteorológico de Valencia, crucial para el monitoreo del clima, estaba fuera de servicio el 25 de octubre, tres días antes del pico de la tormenta. Según Manos Limpias, esta falta de cobertura técnica, sumada a la tardanza en emitir las alertas, habría agravado la situación y puesto en riesgo la vida de los ciudadanos. “Esperamos que se depuren responsabilidades y que esto no quede en la impunidad”, señalaron representantes del sindicato en un comunicado.

La denuncia incluye acusaciones por homicidio imprudente, imprudencia grave de lesiones y daños por negligencia, haciendo hincapié en la falta de celeridad de la AEMET en emitir las alertas de la DANA, que sólo fueron comunicadas a la ciudadanía a través de la plataforma ES-MEDIO ALERTS horas después de la llegada de la tormenta.

HazteOir y la búsqueda de transparencia

Por su parte, la organización HazteOir ha iniciado una serie de acciones legales y administrativas para investigar la gestión de las alertas meteorológicas y la coordinación de las autoridades durante esta emergencia. Han solicitado al Centro Europeo de Coordinación de Respuesta a Emergencias (ERCC) un informe detallado de las condiciones meteorológicas previas a la tormenta y el cronograma de alertas emitidas.

“El objetivo es establecer una base de información técnica y objetiva sobre los hechos y entender si la AEMET y los organismos de emergencia pudieron haber actuado de manera más efectiva”, explican desde HazteOir. La organización destaca su total apoyo a los ciudadanos afectados, valorando especialmente la “actitud valiente de quienes han decidido salir a ayudar a sus vecinos en estos momentos difíciles”.

La inacción política y las consecuencias

La respuesta tardía y descoordinada de los organismos públicos ha intensificado las críticas hacia las administraciones locales y nacionales. La falta de acción preventiva y la insuficiencia en los recursos desplegados son una señal de desprecio a las demandas y preocupaciones de los ciudadanos. Durante los días posteriores a la tormenta, el grito de “solo el pueblo salva al pueblo” ha cobrado un carácter simbólico que, más allá de la tragedia actual, evidencia un sentimiento de desafección y hartazgo hacia la clase política en España.

Desde la sociedad civil, la percepción es que los recursos de emergencia y los protocolos no se han ajustado a la realidad de los fenómenos meteorológicos actuales, cada vez más intensos y destructivos. La falta de inversión en infraestructura, la destrucción de presas y tecnología de monitoreo climático se traduce en catástrofes donde el impacto humano y material podría haberse mitigado con mejores previsiones.

La fuerza de la sociedad civil en momentos de crisis

La inmensa movilización de voluntarios y el apoyo de organizaciones como Manos Limpias y HazteOir subrayan la fuerza de la sociedad civil en situaciones de crisis. Estos colectivos, junto con miles de ciudadanos, han demostrado que la solidaridad y el apoyo mutuo pueden llenar el vacío dejado por las autoridades. Frente a la ineficiencia institucional, la ciudadanía ha respondido con organización y compromiso, estableciendo redes de ayuda y donación para socorrer a los damnificados.

El papel de los voluntarios ha sido fundamental en un contexto donde las organizaciones gubernamentales no han reaccionado. Sin esperar ayuda oficial, los ciudadanos se organizaron a través de redes sociales y en comunidades locales, desplegando campañas de recolección de alimentos, ropa y fondos para las familias afectadas.

Mientras los políticos se mantienen en sus discursos y promesas, la población española recuerda que, ante las adversidades, “solo el pueblo salva al pueblo”.

Gonzalo Casas | Adelante España