Sigue la rebelión del sector primario contra la agenda 2030: Los agricultores del Reino Unido vuelven a la lucha

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Planean una huelga para protestar contra el aumento de impuestos que amenaza a las granjas familiares

Los organizadores dicen que la política del gobierno socialista laborista podría devastar las comunidades rurales.

El globalismo y su agenda 2030 ha desencadenado una creciente ola de protestas en el sector agrícola europeo, donde miles de agricultores rechazan unas políticas medioambientales y fiscales de los gobiernos que amenazan su subsistencia. En Reino Unido, la situación ha alcanzado un punto crítico con la convocatoria de una huelga nacional por parte de los agricultores, quienes aseguran que las medidas del gobierno socialista-laborista pueden llevar a la ruina a las granjas familiares. El sector primario británico, tradicionalmente la columna vertebral de las zonas rurales, ahora lucha no solo por su supervivencia, sino también por la seguridad alimentaria del país.

Aumento de impuestos: Amenaza Eexistencial

El 17 de noviembre, el sector agrícola de Reino Unido dará inicio a su primera huelga nacional en protesta contra un impuesto a la herencia que afecta a las granjas valoradas en más de 1 millón de libras, informa  The European Conservative. Según el grupo activista galés “Enough is Enough”, esta medida busca visibilizar las dificultades que este gravamen del 20 % está generando en explotaciones que, aunque son ricas en activos, disponen de poco capital líquido para afrontar una carga fiscal de este calibre. Con el objetivo de recaudar 520 millones de libras anuales para 2029, el Tesoro británico asegura que esta política afectará únicamente al 25 % de las granjas, pero la Unión Nacional de Agricultores (NFU) advierte que el impacto podría ser mucho mayor, afectando hasta a dos tercios de las explotaciones del país.

“Si estas granjas no pueden hacer frente a las nuevas exigencias fiscales, muchas tendrán que vender tierras o, en el peor de los casos, cerrar completamente,” explicó un portavoz de la NFU.

La rebelión agrícola: Manifestaciones y suspensión de productos

La huelga afectará principalmente a productos no perecederos, como carne y ciertos cultivos, mientras que los productos lácteos quedarán exentos para evitar el deterioro de la leche y los huevos. Además de la suspensión de productos, la NFU ha convocado una manifestación masiva el 19 de noviembre en Londres, donde se espera la asistencia de más de 10.000 agricultores. Este evento incluirá un “lobbying masivo” en el que 2.000 agricultores se reunirán con parlamentarios para expresar su rechazo a las políticas fiscales.

“Queremos perturbar, pero no diezmar los estantes de los supermercados,” señaló Tim Taylor, uno de los organizadores de la huelga, resaltando el interés de los agricultores en ganar el apoyo del público sin causar escasez drástica de alimentos.

Revueltas en toda Europa contra la agenda 2030

Esta rebelión no es un fenómeno aislado en Reino Unido. En toda Europa, los agricultores han expresado su descontento con la Agenda 2030 y las políticas medioambientales que, según afirman, están diseñadas para destruir el sector primario. En Países Bajos, la protesta ha sido contra las restricciones de emisiones de nitrógeno, y en Alemania, contra la prohibición de pesticidas que amenazan la rentabilidad de las cosechas. La situación en Reino Unido refleja el sentimiento generalizado de un sector primario europeo que se siente acorralado por medidas que perciben como insostenibles y desconectadas de la realidad rural.

En febrero de este año, miles de agricultores galeses también se manifestaron en Cardiff contra el Plan de Agricultura Sostenible (SFS, por sus siglas en inglés), impulsado por el gobierno socialista-laborista galés, que obligaría a los agricultores a dedicar el 20 % de sus tierras a árboles y hábitats para la vida silvestre a cambio de subsidios. Tras las protestas, el SFS fue aplazado hasta 2026, pero los agricultores señalan que la amenaza persiste.

“El gobierno no entiende que nosotros somos quienes alimentamos a la nación,” afirmó el agricultor galés Gareth Wyn Jones, quien planea unirse a la huelga, y añadió que las nuevas políticas fiscales podrían destruir su granja, que lleva 375 años en manos de su familia.

Resistencia

Con el acto de protesta y lobbying del 19 de noviembre en Londres, el sector agrícola de Reino Unido busca un cambio de rumbo en las políticas fiscales y medioambientales del gobierno laborista, en defensa no solo de su supervivencia, sino de la seguridad alimentaria y el estilo de vida rural del país. La lucha de los agricultores británicos no da señales de amainar y se inscribe en un contexto de resistencia que se extiende a toda Europa.

Los agricultores europeos, enfrentados a políticas globalistas que son una amenaza directa a su forma de vida, continúan rebelándose en defensa del sector primario, con la convicción de que sus protestas representan una lucha por el futuro de la seguridad alimentaria y las tradiciones rurales del continente.

1 comentario en «Sigue la rebelión del sector primario contra la agenda 2030: Los agricultores del Reino Unido vuelven a la lucha»

  1. Los impuestos son necesarios porque hay una serie de servicios que requerimos todos, pero que no todos podemos pagar (Sanidad, Educación, Defensa, Relaciones Exteriores, Vivienda, etc.). Ahora bien, tales impuestos no deben superar los límites requeridos para la cobertura, suficiente, de esos servicios. Consecuentemente, la recaudación ha de ser bien gestionada y no dedicarse a pagar más administradores de los precisos. Sobran administraciones superpuestas, con idénticas funciones, ejércitos de asesores innecesarios, actividades y chiringuitos superfluos, que incorporan tremendos gastos innecesarios, intereses creados y aparición de una clase política, dirigida a vivir de ella (de la política) sin oficio ni beneficio y que su único objetivo es mantenerse en las posiciones que ocupan, luchando por mejorarlas y olvidándose de lo que, realmente tiene obligación de hacer, es decir gestionar lo que recaudan, destinándolo a los servicios precisos y no a todo aquello que les ayuda mantenerse en sus puestos y habilitando otros para su clientela y amigos.
    De esta forma, los gobiernos se convierten en monstruos insaciables que hacen la vida insostenible, para el ciudadano que ha de alimentarlos.
    Creo que los tiempos de «El Vivillo», «El Pernales» ó «Robin Hood», pasaron y no deben volver.

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