Sigue la ofensiva del gobierno contra el Valle de los Caídos: desde la propuesta de dinamitarla hasta la exhumación sin autorización

El Gobierno sanchista avanza en su plan de destrucción del Valle de los Caídos

El gobierno de Pedro Sánchez sigue su hoja de ruta de odio y venganza contra todo lo católico. Su objetivo: la destrucción total del Valle de los Caídos. Serán varias fases: la expulsión de los monjes benedictinos. Luego, la exhumación de restos con o sin el permiso de las familias ni de la Iglesia. Ahora, con la ventana de Overton ya bien movida, se preparan para dar el golpe final: la demolición de la Cruz del Valle de los Caídos, como piden abiertamente los comunistas de Podemos.

Podemos y su obsesiva campaña contra la Cruz

El portavoz de Podemos, Pablo Fernández, volvió a dejar clara la postura de su formación comunista al declarar en la red social X: “La Cruz del Valle de Cuelgamuros fue levantada por el trabajo esclavo de los presos políticos de la dictadura franquista. Hay que dinamitar la Cruz del Valle de Cuelgamuros. Es algo evidente”.

Estas declaraciones no son nuevas. Hace años, Podemos ya presentó el documento ‘Exhumar el franquismo. Recuperemos el Valle de Cuelgamuros para la democracia’, donde pedían la demolición de la cruz y la «desacralización» del recinto.

El exdiputado de Podemos, Ramón Espinar, también defendió esta posición en el programa En boca de todos de Cuatro, donde afirmó que la cruz debía volarse. Todo esto ocurre mientras el gobierno de Sánchez alimenta un revanchismo sectario y guerracivilista.

El avance del discurso comunista en España ha dado un salto cualitativo alarmante. Ya no es un simple diputado quien aboga por la destrucción del Valle de los Caídos, sino el propio portavoz de Podemos, quien abiertamente propone «dinamitar» la Cruz del Valle. Esta declaración evidencia el odio de la extrema izquierda por la religión católica. La obsesión de la izquierda radical por borrar la historia y reescribir el pasado con violencia es una muestra más de su naturaleza totalitaria.

Exhumaciones sin permiso: otro paso en la demolición del Valle

Por otra parte, el gobierno exhumó recientemente los restos de diecisiete personas oriundas de Aragón sin el consentimiento de trece de sus familias ni de la autoridad eclesiástica. Este atropello ha sido denunciado por Pablo Linares, presidente de la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos (ADVC).

«No hay constancia de que se hayan llevado resto alguno, y por supuesto lo habrán hecho otra vez sin permiso eclesiástico”, declaró Linares, criticando que el gobierno actúa de manera arbitraria, sin transparencia y sin respetar los deseos de las familias.

“De esas diecisiete familias hay 13 que no han reclamado”, aseguró Linares, señalando que el ejecutivo de Sánchez hace lo que quiere sin dar explicaciones. Además, alertó sobre la posibilidad de que los restos entregados no correspondan a las personas exhumadas, recordando exhumaciones accidentadas como la de los años 70 con destino a Navarra.

El gobierno sigue adelante con su ofensiva, eliminando progresivamente cualquier vestigio del Valle de los Caídos y del significado histórico y religioso que representa para muchos españoles.

La expulsión de los monjes: el camino despejado hacia la destrucción final

La expulsión de los monjes benedictinos, guardianes espirituales del Valle, es otro de los objetivos  del gobierno sanchista. De hecho, ya está en negociaciones con las autoridades eclesiales para ello, Con la basílica cada vez más desprotegida y sin la presencia de la comunidad monástica, el gobierno tendría libre para consumar su plan de destrucción.

La exhumación sin autorización, las declaraciones de Podemos llamando a dinamitar la cruz, y la expulsión de los monjes no son hechos aislados. Todo forma parte de una estrategia progresiva para hacer desaparecer el Valle de los Caídos.

El plan final: la destrucción del Valle de los Caídos

El objetivo está claro: transformar el Valle de los Caídos en un centro de «memoria democrática» al estilo comunista, eliminando por completo su carácter religioso y conmemorativo. Para ello, seguirán presionando con exhumaciones sin permiso, declaraciones incendiarias y reformas legales que permitan la destrucción total del monumento.

Estamos ante uno de los mayores ataques al patrimonio religioso e histórico de España. El Valle de los Caídos, que acoge a caídos de ambos bandos de la Guerra Civil, se enfrenta a su posible desaparición por el odio, la revancha y la imposición ideológica de la izquierda radical. Si no se frena esta escalada, la cruz del Valle podría ser el próximo gran símbolo cristiano que desaparezca en manos del sectarismo marxista gubernamental.