El último informe de Seguridad Nacional destaca entre sus objetivos el cumplimiento del “Plan Estratégico Nacional de Prevención y Lucha contra la Radicalización Violenta (PENCRAV)”. El organismo, dependiente de Presidencia del Gobierno articula la política del Estado en esta materia “a través de una estructura integral que permite prevenir y evitar que los procesos de radicalización culminen en extremismo violento o en terrorismo”.
Por ello, como destaca el departamento que vigila al más alto nivel político la seguridad estratégica de España, “se ha constituido y puesto en funcionamiento el Grupo Coordinador de Prevención (GCP) en el CITCO, bajo la coordinación de la Secretaría de Estado de Seguridad, como elemento básico de la coordinación del PENCRAV por parte de la seguridad pública”.
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Se añade que “los resultados de la encuesta [a la que se hace alusión en el informe] sitúan a cinco elementos en el rango de los riesgos y las amenazas que muestran un fuerte deterioro. Son la vulnerabilidad del ciberespacio; las campañas de desinformación; los efectos del cambio climático y de la degradación del medio natural; los flujos migratorios irregulares; y la vulnerabilidad energética”. Y en la explicación se vuelve a incluir el «riesgo y amenaza” de “la radicalización violenta”.
Seguridad Nacional, de hecho, aclara que “ninguno de los riesgos y las amenazas para la Seguridad Nacional se encuentra dentro del rango de elementos con tendencia a mejorar o a mejorar mucho”.
Esto es, con esta misma definición ha sido utilizada de forma habitual por el Gobierno para aludir al comportamiento de sectores discrepantes con su actuación de un supuesto discurso de odio. Y en el caso del partido Vox se acompaña de alusiones de deseos de emprender acciones contra Vox para buscar su ilegalización.
(Con información de OK Diario)