¿Se está convirtiendo Bélgica en un paraíso para los que quieren eutanasiarse?

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En la Unión Europea, Bélgica y los Países Bajos fueron los primeros países en autorizar la eutanasia en 2002. Posteriormente se les unieron Luxemburgo en 2009, España en 2021 y Portugal en 2023. En Francia, el examen del proyecto de ley sobre el final de la vida se ha pospuesto hasta 2024.

Según un informe reciente de la Commission Fédérale de Contrôle et d’Évaluation de l’Euthanasie, durante 2022 se registraron en Bélgica 2966 eutanasias (repartidas uniformemente entre hombres y mujeres), cifra que representa un 2,5% del total de muertes en el país.

Para obtener la eutanasia, la ley belga especifica tres condiciones: la solicitud debe ser voluntaria, considerada y repetida, el paciente debe estar experimentando un sufrimiento insoportable y el sufrimiento debe ser el resultado de una enfermedad grave e incurable.

Permite la eutanasia a los extranjeros

Al ser la eutanasia legal en Bélgica (Ley Belga sobre Eutanasia de 28 de Mayo de 2002) , además del número creciente que las piden en este país, un número cada vez mayor de personas de países vecinos, particularmente Francia, intentan poner fin a sus vidas allí.

La ley de eutanasia de Bélgica , introducida en 2002, permite a los extranjeros presentar una solicitud para eutanasiarse en el país. Esta singularidad atrae a pacientes de países vecinos, incluidos muchos de Francia, lo que la está convirtiendo en el «paraíso» – si así se pudiera llamar- de quitarse la vida.

Así, en 2022, más de 70 franceses cruzaron la frontera para morir en Bélgica. Aunque los pacientes extranjeros siguen siendo una minoría, las solicitudes de eutanasia van en aumento.

La eutanasia en España es un coladero

Se permite en España la eutanasia a toda persona mayor de edad y en plena capacidad de obrar y decidir puede solicitar y recibir dicha ayuda, siempre que lo haga de forma autónoma, consciente e informada, y que se encuentre en los supuestos de padecimiento grave, crónico e imposibilitante o de enfermedad grave e incurable causantes de un sufrimiento. Esto es, un auténtico coladero para que cualquier persona pueda solicitarla si quiere.

La eutanasia no es un derecho para las personas ni un deber para el médico

Marc Decroly, médico general de Bruselas, señala que la eutanasia es «una posibilidad para el paciente, no un derecho. Es una posibilidad para el médico, no un deber».

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