Redacción 04/12/25 15:31
El Gobierno Juan José Imbroda (PP), en Melilla, insiste en que la iluminación dedicada al Ramadán aumentará, y que los nuevos diseños incorporan elementos específicos que realzan su simbolismo
El globalista PP impulsa más iluminación del Ramadán en Melilla: una muestra clara de su deriva
La iluminación del Ramadán en Melilla vuelve a aumentar gracias a una decisión del Gobierno local del PP. El consejero de Fomento, Miguel Marín, confirmó que “más puntos de luz, más motivos ornamentales y una mayor visibilidad del Ramadán” llegarán este año a las calles, tanto en el centro como en los barrios periféricos. Explicó además que los nuevos diseños incluirán elementos que “realzan su simbolismo”.
El Ejecutivo de Juan José Imbroda aprovecha materiales de años anteriores para reforzar la presencia de esta celebración. Usa estructuras ya amortizadas para “ampliar la presencia del Ramadán”, tal como detallan fuentes del propio gobierno local. La iluminación del Ramadán en Melilla crece así en extensión, protagonismo y presencia institucional.
Las decisiones del PP y del PSOE remarcan una estrategia que prioriza la promoción del islamismo institucional por encima de la preservación del legado cristiano que define a España desde sus raíces.
Una apuesta política que desplaza la tradición cristiana en el espacio público
La iluminación del Ramadán en Melilla nace de una decisión política que encaja con una hoja de ruta ya conocida: reforzar el islamismo mientras se reduce la visibilidad del cristianismo como pilar histórico del país.
España observa desde hace años cómo se diluye su identidad cultural y religiosa. La retirada de belenes, la reducción de símbolos navideños y la descafeinización de celebraciones cristianas forman parte de un proceso sostenido. Es una hoja de ruta. Las ciudades más permeables a estas modificaciones suelen convertirse en laboratorio de pruebas. Melilla y Ceuta, por su posición geográfica e importancia estratégica, atraen este tipo de iniciativas.
El PP, tanto a nivel nacional como local, participa activamente en ese desplazamiento religioso. Lo hace a sabiendas. Aplica políticas que favorecen una reinterpretación islámica del espacio común. La iluminación del Ramadán en Melilla se convierte en un ejemplo de ese doble discurso.
El islamismo institucional se consolida con el apoyo del PP y el PSOE
El aumento de la iluminación del Ramadán en Melilla refleja una tendencia que PP y PSOE apoyan sin reservas. Ambos partidos asumen y defienden los cambios culturales y religiosos promovidos por organismos transnacionales y por agendas globalistas que buscan sociedades desarraigadas, sin un eje cultural sólido.
Cuando una ciudad como Melilla dedica más recursos, más estructuras ornamentales y más visibilidad simbólica a una celebración concreta, como el islamismo, el mensaje político resulta evidente. El poder local organiza y promueve una narrativa que potencia una identidad alternativa mientras minimiza el peso histórico del cristianismo, la verdadera columna vertebral cultural de España.
Las consecuencias ya se notan. La sociedad se acostumbra a ver desaparecer símbolos que antes ocupaban el espacio público. A cambio, surgen nuevos elementos que responden a estrategias importadas e impuestas. La iluminación del Ramadán en Melilla simboliza ese proceso.
Cuando los gobiernos, ya sean del PP o del PSOE, impulsan decisiones que alteran el equilibrio simbólico del espacio público, erosionan esos pilares. Las decisiones no se toman en vacío. Cada gesto tiene impacto. Cada concesión tiene un efecto acumulativo.
La ciudadanía española no necesita administraciones que se arrodillen ante la presión de una agenda globalista que busca diluir la cultura cristiana. Y no necesita partidos que se presenten como defensores de la tradición mientras renuncian a ella en la práctica.
La identidad española merece un compromiso firme, no una cesión constante.




