Sánchez ha dado el paso definitivo en lo relativo a la censura a periodistas críticos en el Congreso de los Diputados y propondrá a debate hoy martes una nueva regulación de la actividad para expulsar a quienes les sean incómodos
El gobierno de Pedro Sánchez sigue avanzando en su deriva dictatorial y de control institucional, en este caso, con la aprobación de aprobación de una nueva normativa en el Congreso de los Diputados para expulsar a periodistas críticos, utilizando como pretexto la protección de los profesionales de la información acreditados. Esta propuesta, presentada junto a sus aliados comunistas y separatistas parlamentarios, ha generado un gran rechazo en sectores del ámbito periodístico y social por ser un intento de censura a la libertad de prensa.
Control de la prensa en el Congreso
El objetivo de esta nueva regulación es que la Mesa del Congreso tenga el poder de establecer los criterios para conceder o retirar acreditaciones a periodistas. Esta medida, impulsada por el PSOE y respaldada por sus socios comunistas y separatistas de Sumar, ERC, EH Bildu, Junts, el PNV, BNG, Coalición Canaria y con el apoyo externo de Podemos,
Esta propuesta, que permite excluir a comunicadores incómodos, se enmarca en una estrategia más amplia del Ejecutivo para silenciar a las voces críticas. Los conceptos vagos en la normativa facilitan una interpretación arbitraria y un uso ideológico para imponer la censura.
Un Consejo Consultivo censor
Otro aspecto controvertido es la creación de un Consejo Consultivo de Comunicación Parlamentaria. Este órgano, compuesto por representantes políticos y entidades informativas, podrá evaluar el comportamiento de los periodistas en el Congreso. Con un catálogo de 17 infracciones, clasificadas desde leves hasta muy graves, se pretende sancionar desde el uso de dispositivos ocultos en zonas restringidas hasta manifestaciones consideradas irrespetuosas o contrarias a la cortesía.
Las sanciones previstas incluyen apercibimientos y la retirada temporal de la acreditación profesional, llegando hasta tres meses de suspensión en los casos más graves. Este órgano censor preocupa a muchos sectores por el poder discrecional, sectario y discriminatorio que se otorga a los representantes políticos para silenciar a la prensa.
Excusa para la censura
El Ejecutivo justifica la medida afirmando que responde a peticiones de asociaciones de periodistas que buscan evitar prácticas consideradas acoso o competencia desleal en el entorno parlamentario. Sin embargo, es evidente que es una excusa y que resulta insuficiente para legitimar un proyecto que claramente coarta la libertad de información.
Periodistas independientes han denunciado que la verdadera intención es deshacerse de aquellos que no siguen la narrativa oficial, consolidando así un ambiente de autocensura y miedo en el ejercicio del periodismo parlamentario.
Sánchez y su golpe de Estado institucional
Esta maniobra no es aislada, sino parte de una estrategia continuada para consolidar el control mediático y político. Tras la reforma del Poder Judicial, ahora el Ejecutivo apunta directamente al Congreso para limitar la labor informativa de quienes cuestionan sus decisiones. La expulsión de periodistas críticos refleja una alarmante deriva autoritaria que socava la democracia española.
La estrategia de Sánchez: consolidar el poder
El proyecto impulsado por Sánchez responde a una lógica de concentración de poder e impulsar una dictadura. Tras el control de instituciones judiciales y el alineamiento de medios públicos, el siguiente paso consiste en silenciar a los periodistas incómodos en el Congreso. El modelo sigue la línea de otros gobiernos de corte dictatoriales comunistas en Hispanoamérica que restringen la libertad de prensa bajo el pretexto de proteger la institucionalidad.
El intento de expulsar a periodistas críticos del Congreso es un ataque directo a la libertad de expresión y un nuevo paso en el golpe de Estado institucional que lleva a cabo Pedro Sánchez. Estas maniobras pretenden desarticular el periodismo libre y consolidar un régimen de pensamiento único.