Un psicópata es un ser vivo enamorado de sí mismo. La palabra psicópata es de origen griego que significa “el que no domina su mente”, formado por dos palabras de origen: “psyche” que significa “alma” y “pathos” que expresa “emoción o sentimiento”. En definitiva, alguien que no sabe controlar los sentimientos, pensando que el mundo le pertenece y el resto de la humanidad ha de rendirle pleitesía. El psicópata padece una anomalía neurológica, principalmente en el lóbulo frontal del cerebro, por la que sus funciones perceptivas y mentales alteran su conducta. El uso del término “psicópata” se comenzó aplicar en Alemania, a finales del Siglo XIX, y en el año 1941 el concepto psicópata quedó bien definido en el libro “La máscara de la sanidad” del doctor Hervey Cleckley.
El psicópata es la máxima expresión del egoísmo de cualquier ser vivo, pues considera que tiene derecho a valerse de todo y de todos con tal de lograr sus objetivos. Como además el psicópata carece de reglas –es un inmoral, sin duda– pues suele cambiar las reglas de conducta constantemente en tanto le sean útiles para satisfacer su voluntad.
Algunos psicópatas son asesinos en serie, pero no es lo común. Ahora bien, el psicópata disfruta haciendo sufrir a la gente, incluidos sus propios familiares, pues ello ensancha su ego.
Normalmente la psicopatía acompaña al individuo toda la vida e incluso se hace más patente en la infancia, pues en ella se disimula menos. Las mujeres psicópatas disimulan mejor en la infancia, pero luego en la edad adulta son terribles.
¿Cómo diagnosticar y tratar a un psicópata?
No hay nada que sea universalmente aceptado por la medicina. Actualmente, se ha desarrollado un escáner o tomografía por emisión de positrones para leer la actividad del cerebro y se está estudiando la posibilidad de usar este método para descubrir y diagnosticar los casos de psicópatas que nos rodean, que no son pocos, por desgracia.
El tratamiento actual es a base de sedantes y estimulantes de la conducta, con un importante apoyo psicológico. Sin embargo, los resultados no son muy buenos y, en ocasiones, pueden incluso ser peligrosos para algunos de los profesionales que los llevan a cabo.
¿Cómo descubrir a un psicópata?
En el área emocional, suelen ser personas amables y de fácil trato, simpáticas, con un discurso convincente. Poseen un comportamiento manipulador y manipulable, por lo que mienten con facilidad (esto es patognomónico) con objeto de conseguir algún interés.
Presenta una autoestima elevada, narcisista y ególatra.
No le preocupan las consecuencias de sus actos, su conducta es fría, no siente remordimientos ni culpa; lo importante es conseguir su propósito, sin importarle lo más mínimo el daño que ocasiona a sus víctimas.
Son personas impulsivas, por lo que suelen ser agresivas y violentas, tanto de forma física como verbal.
Son claramente irresponsables.
¿Cuándo empieza el psicópata a serlo?
Muchos psicópatas comienzan con sus abusos furibundos en la infancia, a través del consumo de drogas, alcohol, del engaño, violencia hacia los demás, especialmente compañeros o familiares, entre otras barbaridades, que muchas veces son tachadas de conducta antisocial. Pero debemos pensar que ser psicópata no es sinónimo de ser un asesino, aunque en algunos casos, su nivel de excitación que al matar o asesinar puede convertir en un asesino en serie. Incluso desde la infancia.
No es lo mismo un psicópata que un sociópata.
Los psicópatas y sociópatas son muy parecidos, e incluso a veces los confundimos, pero poseen comportamientos que los distinguen a los unos de los otros. Como rasgos comunes presentan comportamientos violentos y sin ningún tipo de remordimientos por sus actos y son indiferentes a los derechos y normas sociales.
Psicópata
Hoy en día se piensa –por los expertos– que la psicopatía es de origen genético; en consecuencia, poseen sus defectos neurológicos, producto del poco desarrollo del área del cerebro que se encarga de controlar los impulsos y emociones.
Los psicópatas poseen una personalidad atractiva, simpática y admirable, lo que permite obtener el cariño y confianza de las otras personas, pero el psicópata no crea lazos emocionales con su entorno.
La mayoría de los psicópatas tienen familias estables y de muchos años, sin que sospechen de su verdadera personalidad ni de sus actos. Entre otras razones porque los engañan constantemente.
Los psicópatas planean cada paso y cada detalle a la hora de cometer un crimen o una irregularidad jurídica o incluso física.
Sociópata
Los especialistas opinan que la causa de la sociopatía es producto de un trauma infantil y de abuso emocional y psicológico dentro de su entorno familiar o social.
Los sociópatas son individuos nerviosos y volátiles, que suelen tener ataques de ira.
Comparados con los psicópatas, los sociópatas son personas incapaces de mantener un trabajo estable. En términos de relaciones intrapersonales, aunque no les sea nada sencillo, pueden lograrlas de un modo aceptable.
Los sociópatas son espontáneos cuando les surge cometer un crimen.
¿Dónde abundan los psicópatas?
Cuatro profesiones o situaciones laborales son propicias a los psicópatas. La primera de ellas y posiblemente la más frecuente sea la política. Utilizan la mentira en beneficio propio, disfrazado frecuentemente de servicio a los ciudadanos. Hay psicópatas de distinto grado en las instituciones políticas, pero todos ellos poseen un discurso común: ayudar a los necesitados y controlar a los poderosos para impedir sus abusos. Bueno, pues ninguna de las dos cosas las suelen cumplir. Disimulan, eso sí.
Otra profesión es la docente. Algunos docentes –muy pocos, por fortuna– necesitan ser alabados por sus alumnos y por la sociedad. Curiosamente a estos psicópatas les importa un rábano que sus alumnos aprendan o no y, además, investigan más bien poco en realidad. Sin embargo, alardean de ser investigadores.
La tercera profesión con psicópatas, algunos incluso de tronío, es la militar, donde algunos mandos se deleitan en significarse ante sus tropas y con frecuencia machacarlos para verlos sufrir.
Finalmente, algunos religiosos de distintas creencias (de todas las creencias) son psicópatas de libro. El amor, la solidaridad, el respeto y la ayuda los pasan a un segundo plano.
¿Quién es el psicópata número 1 de España?
¡Ah…!
Francisco Hervás Maldonado | Escritor. Médico Militar