Presentan en Alemania la moción parlamentaria para ilegalizar a AfD antes de las elecciones
El sistema globalista no tolera disidencias. En Alemania, la cruzada contra los partidos soberanistas ha alcanzado un nuevo hito con la presentación de una moción parlamentaria para ilegalizar a Alternativa para Alemania (AfD), el segundo partido con mayor intención de voto según las encuestas. Este movimiento represivo, presentado por la presidenta del Bundestag, Bärbel Bas, refleja una preocupante dinámica en la política europea: silenciar a los partidos que defienden los intereses nacionales frente a los globalistas.
La moción, de ser aprobada por mayoría simple en el Parlamento alemán, abriría un proceso de consulta con el Tribunal Constitucional para determinar si es viable prohibir al partido soberanista. Sin embargo, este escenario no solo pone en jaque la política alemana, sino que envía un mensaje preocupante al resto de Europa, donde partidos como Vox en España también podrían ser objetivos de estas maniobras en el futuro.
AfD: el enemigo del sistema
Alternativa para Alemania no es un partido marginal. Con un crecimiento sostenido en las encuestas y la capacidad de disputar el liderazgo político en Alemania, su ilegalización se plantea como un movimiento que busca eliminar a un adversario ideológico, y sobre todo, de claro sentido patriótico nacional- antes de las elecciones generales. La excusa para este intento es que AfD representa una supuesta amenaza al orden constitucional.
Marco Wanderwitz, diputado de la CDU, ha sido explícito al respecto: “Estamos salvando la democracia”. Este argumento, irónicamente, contrasta con la esencia misma de la democracia, que implica aceptar la diversidad de opiniones y la representación plural en los procesos electorales.
El globalismo quiere eliminar los para competencia?
El sistema político alemán, dominado por partidos políticos globalistas, teme que el auge de AfD altere el equilibrio del poder. Este miedo no se limita a Alemania. En otros países europeos, la narrativa globalista ha ganado terreno, consolidándose como un bloque que no permite oposición. En este contexto, los partidos soberanistas son vistos como una amenaza existencial para el sistema.
El caso de Alemania es especialmente grave porque la moción para ilegalizar a AfD no surge únicamente desde los sectores más progresistas, como los socialdemócratas, sino que cuenta con respaldo de diferentes partidos del sistema, incluidos los democristianos de la CDU. Esta unanimidad entre fuerzas políticas tradicionalmente enfrentadas refleja que, más allá de sus diferencias, todos comparten un objetivo común: mantener el status quo globalista.
La estrategia globalista en Alemania: un modelo para el resto de Europa
Lo que ocurre en Alemania no es un caso aislado.
El ataque contra los partidos soberanistas sigue un patrón que podría replicarse en otros países de Europa. En España, Vox representa una amenaza similar para el sistema globalista. Si el movimiento contra AfD prospera, podría ser utilizado como un precedente para justificar la ilegalización de otras fuerzas políticas que defienden la soberanía nacional frente a los intereses globales.
En este sentido, Alemania está sentando un peligroso precedente. La narrativa de “proteger la democracia” al eliminar a un partido con alto apoyo popular es un contrasentido que podría extenderse como un virus político.
Posibles escenarios
El proceso para ilegalizar a AfD no será sencillo. Aunque la moción ya ha sido presentada, su implementación depende de que la Oficina de Defensa de la Constitución clasifique formalmente al partido como una amenaza confirmada al orden constitucional. Esto plantea un dilema: si el proceso se lleva a cabo antes de las elecciones, podría interpretarse como una injerencia electoral. Si se pospone, podría perder eficacia como herramienta para neutralizar a AfD en el corto plazo.
Además, el Tribunal Constitucional alemán podría oponerse a la ilegalización, generando una crisis de confianza en las instituciones del país. Esta posibilidad, aunque remota, es un recordatorio de que no todas las piezas del sistema globalista están alineadas.
Reflexión final: el futuro de la soberanía en Europa
El caso de AfD en Alemania es un síntoma de una enfermedad más profunda en la política europea: la incapacidad del sistema globalista para aceptar la pluralidad ideológica. Este intento de silenciar a los partidos soberanistas no solo afecta a Alemania, sino que tiene implicaciones para toda Europa.
Si las fuerzas globalistas logran ilegalizar a AfD, habrán establecido un precedente que podría aplicarse a cualquier partido que desafíe sus intereses. Esto incluye a Vox en España y a otros movimientos soberanistas en Europa.
La defensa de la soberanía nacional no es solo un tema político; es una cuestión de principios. En un momento en que el globalismo parece imparable, los ciudadanos europeos deben decidir si están dispuestos a renunciar a su libertad de elegir en las urnas a cambio de un sistema que prioriza los intereses globales sobre los nacionales.
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