Los eurodiputados forman una casta privilegiada dentro de la casta política. Son la casta de la casta política.
Los partidos españoles se juegan 61 escaños que dan derecho a una jugosa remuneración. Se tributa sólo por la mitad de los ingresos
Cuando leas estas líneas, la Unión Europea habrá elegido en las elecciones del domingo a 720 eurodiputados. De ellos, 61 serán españoles. Ideologías aparte, el ser eurodiputado representa pertenecer a una casta de políticos privilegiados con sueldos jugosos y numerosas prebendas durante, al menos, cinco años. Los eurodiputados forman una casta privilegiada dentro de la casta política. Son la casta de la casta política
Y es que las remuneraciones de los eurodiputados son muy superiores a las que reciben los diputados y senadores, ya de por sí elevadas. Además, su régimen fiscal es aún más privilegiado que el de los políticos nacionales, sin que ningún grupo mueva un dedo para igualar o acercar su tributación al resto de los ciudadanos. No les interesa. Forman todos parte del sistema, de la casta política.
Veámoslo más en detalle:
Remuneraciones de más de 20.000 euros mensuales
Sus remuneraciones totales superan los 20.000 euros mensuales. ¿Cómo es posible tal cantidad mensual?
Según los datos oficiales, un eurodiputado español cobra un sueldo básico bruto de 10.075,18 euros al mes (unos 121.000 euros al año), lo que supone cuatro veces más que el salario medio en España y casi siete veces más que la nómina más común; y, que además, que algunos podrán complementar con otras remuneraciones con cargos representativos en la Eurocámara.
Pero, además del sueldo básico bruto, los eurodiputados tienen consignadas varios tipos de dietas y prebendas exentas de IRPF que no requieren fiscalización alguna por parte del Parlamento. Así:
a) Para gastos generales, aunque disponen de una oficina en la propia Cámara, los políticos cuentan con una asignación de 4.950 euros al mes que presuntamente se han de destinar a alquileres, material informático o teléfono. Pero nadie comprueba que este gasto se realice en su totalidad o siquiera parcialmente.
b) A esto se añade una dieta por estancia (para alojamiento o comidas) de 350 euros diarios por cada día que se pase en el Parlamento. son tan cutres, que es muy habitual ver los viernes a primera hora del día largas colas de parlamentarios para firmar y confirmar su presencia para irse inmediatamente a su país.
Como la asistencia media está en el entorno de 15 sesiones al mes, se llevan unos 5.250 euros al mes. Y en caso de 20 sesiones la cifra puede llegar a los 7.000 euros. Mientras, la Cámara reembolsa los gastos de viaje y reintegra al menos dos tercios de los gastos médicos. Todos estos ingresos (lo mismo sucede con los políticos nacionales de las distintas instituciones) no pasan por la ventanilla del IRPF ni del control que se supone debería realizarse.
c) Y, además, aunque no tiene que ver directamente con estas retribuciones y el régimen fiscal, cada eurodiputado dispone de 28.412 euros mensuales para contratar a asesores o encargar estudios especializados a entidades.
d) En todo caso, los privilegios salariales se extienden además a una indemnización de un salario mensual por cada año de mandato – como si hubiesen sido despedidos- cuando los políticos concluyen la carrera política en Bruselas, al no ir en las listas presentadas por los partidos o no salir elegidos. Curiosamente, la normativa no especifica si esta indemnización es compatible con la percepción de algún tipo de pensión.
e) Además, a los 63 años (cuatro antes de que los demás ciudadanos) pueden cobrar una pensión del parlamento equivalente al 3,5% de su asignación mensual por cada año de mandato. Es decir, los eurodiputados españoles podrán recibir 1.763 euros al mes de pensión con una legislatura en Bruselas y con cuatro mandatos la cifra llega se acerca a los 7.100 euros.
f) Por otra parte, aunque se ha suprimido para los nuevos parlamentarios, todavía no se ha extinguido el régimen especial de pensión privada para quienes llegaron a la Cámara antes de 2009 vehiculada a través de un fondo de pensiones en una SICAV (sociedades de inversión diseñadas para ricos) luxemburguesa. Según este sistema, por cada euro que voluntariamente aportaba un eurodiputado a este fondo, el Parlamento le invertía dos más a su nombre.
Sólo declaran y tributan por la mitad en el IRPF
Aunque sus remuneraciones totales superan los 20.000 euros mensuales, pero los parlamentarios europeos sólo declaran y tributan por la mitad en el IRPF.
Esto significa que aunque los eurodiputados obtienen anualmente unos 240.000 euros de ingresos por varios conceptos, pero pagan impuestos por unos 121.000 euros, es decir, los que corresponden al sueldo básico y no por el corolario de percepciones que reciben catalogadas como dietas. De esta cifra se les retiene un 21% del pago del impuesto comunitario que se emplea para financiar el Parlamento, aunque la UE recibe también una contribución española como Estado miembro. Esta retención se realizará a cuenta de la liquidación definitiva que cada diputado deberá hacer en España cuando realice la declaración de la renta si mantiene su residencia fiscal en el territorio nacional.
Algo similar ocurre con el régimen fiscal de los diputados y senadores nacionales (también de todo el arco político autonómico y local). Para eso son casta política también. Pero, en este caso es el 39% de sus ingresos (en el caso de políticos de una circunscripción distinta a la de Madrid) el que no tributa por IRPF, porque sus señorías han decidido que esta remuneración no se le debe considerar sueldo (rendimiento del trabajo), sino como una indemnización por razón de servicio (dietas) que cobran incluso en periodos vacacionales y ‘no lectivos’.
Obviamente, estos privilegios fiscales no existen para el resto de los ciudadanos quienes, por ejemplo, están obligados a justificar documentalmente los gastos considerados como dietas de manutención con un límite diario exento de gravamen de poco más de 91 euros diarios por desplazamiento a territorio extranjero siempre que incluya pernoctación (la cifra es de 48 euros cuando no se haya pernoctado).
Según reconocen los expertos fiscales consultados, “el régimen fiscal de los eurodiputados es un auténtico chollo y parece un chiste si se compara con la tributación de los demás ciudadanos”. Sobre todo, porque, además de la retribución ordinaria, perciben al menos otros 10.000 euros mensuales más que no tributan por IRPF y cuya utilización, además, no se tiene que justificar.
Esto es lo que hemos votado en el día de ayer: Mantener y promover a la casta privilegiada de la casta política. Se entiende los disgustos cuando no entran en las listas.
Tres sedes
Otro día hablaremos por qué el Parlamento Europeo tiene 3 sedes: Estrasburgo que es la sede oficial del Parlamento Europeo, pero la mayoría de las actividades de las comisiones parlamentarias se desarrolla en Bruselas. Y por otro lado, la Secretaría General tiene su sede en Luxemburgo.
Fuente: Francisco Núñez| VozPopuli
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