Pedro Sánchez, acorralado: cercado por la corrupción, sin apoyo en España, sin credibilidad en Europa y despreciado en EE.UU.
Pedro Sánchez se encuentra en una situación límite. Su gobierno está marcado por la corrupción, la falta de respaldo parlamentario y una desconfianza creciente tanto en Europa como en Estados Unidos. La tensión política que el presidente está imprimiendo sobre el Estado de derecho ha alcanzado niveles insoportables, la censura creciente en los medios de comunicación pone en jaque la estabilidad del país y su posición en la comunidad internacional.
Un gobierno dividido y sin rumbo. El Ejecutivo de Pedro Sánchez está fracturado. Sus ministros están más preocupados por el postureo. la demagogia y la propaganda que por resolver los problemas reales de los ciudadanos. La constante emisión de decretos-leyes para evitar el control del Congreso es una demostración clara de su falta de respaldo en la Cámara. Gobierna contra el Parlamento, obviando el debate y la democracia, mientras la oposición denuncia el deterioro de las instituciones.
La corrupción es otro de los grandes problemas que asedian al Gobierno de Sánchez. Escándalos que afectan a su entorno cercano familiar y la falta de transparencia en la gestión de fondos públicos han deteriorado su credibilidad. Los casos de financiación irregular, los contratos opacos durante la pandemia y la falta de explicaciones por parte del Ejecutivo han generado un clima de desconfianza que mina su liderazgo.
Europa, la OTAN y Estados Unidos desconfían de Sánchez. La desconfianza hacia Pedro Sánchez no se limita a España. En Europa, su falta de compromiso con las reformas exigidas para la recepción de fondos europeos y su política errática han generado escepticismo entre los socios comunitarios. La inestabilidad política, los ataques a la separación de poderes y su alianza con partidos radicales generan dudas sobre su capacidad para cumplir con los compromisos adquiridos.
En Estados Unidos, la situación no es mejor. La relación entre Sánchez y la administración de Donald Trump es casi inexistente y una visión crítica sobre el rumbo político del Gobierno español. Washington observa con preocupación el acercamiento de Sánchez a regímenes como el de Venezuela y su tibieza en temas clave como la OTAN.
Un presidente sin legitimidad. La falta de apoyo interno y externo pone de manifiesto la debilidad de Pedro Sánchez. Su Gobierno está sostenido por pactos con formaciones que buscan desmantelar la unidad de España y que condicionan cada decisión del Ejecutivo. La utilización de decretos para evitar el control parlamentario refuerza la idea de un presidente que no cuenta con la legitimidad suficiente para gobernar con estabilidad.
En definitiva, Pedro Sánchez está acorralado no solo por la corrupción, sino también por la falta de apoyo dentro de su propio gobierno y en el Parlamento, así como a nivel internacional.
Ante este escenario, la pregunta clave es: ¿cuánto tiempo podrá resistir Pedro Sánchez antes de que su propio partido o la presión internacional lo obliguen a dar un paso atrás? La respuesta sería sencilla si habláramos de políticos con un mínimo de dignidad, aunque fueran mediocres. Sin embargo, cuando nos enfrentamos a un personaje con un ego desmesurado, un instinto de supervivencia a cualquier precio y evidentes tics tiránicos, el desenlace se vuelve incierto. Sánchez no es un líder que acepte su responsabilidad ni que entienda la política como un servicio público, sino como un ejercicio de poder absoluto donde las instituciones se pliegan a sus intereses. Su permanencia en La Moncloa no depende del respaldo ciudadano, sino de un entramado de pactos oscuros, cesiones al separatismo y favores a potencias extranjeras que han debilitado la soberanía de España.
Comparte en Redes Sociales |
Evita la censura de Internet suscribiéndose directamente a nuestro canal de Telegram, Newsletter |
Síguenos en Telegram: https://t.me/AdelanteEP |
Twitter (X) : https://twitter.com/adelante_esp |
Web: https://adelanteespana.com/ |
Facebook: https://www.facebook.com/AdelanteEspana/ |
2 comentarios en «Pedro Sánchez está acorralado»
A este dictadorzuelo de pacotilla, tan corrupto y traidor como cobarde y miserable, sería relativamente fácil echarlo a patadas si una mínima parte de la sociedad tuviera la suficiente dignidad y el valor justo para salir a la calle todos los días en todos los rincones de España, pero mientras esto no sea así, este psicópata narcisista seguirá atrincherado y se aferrará cada vez con más fuerza al poder hasta que a no mucho tardar sea humanamente imposible descabalgarlo. Soy tremendamente pesimista al respecto.
Los que estamos acorralados somos los ciudadanos con pensamiento crítico. La sociedad no se rebela porque tiene miedo. Intenta decir en público que las vacunas eran un veneno experimental. O que algún familiar murió después de ponerse la vacuna. Eres cancelado y tildado de «negacionista» cuando no directamente de «Facha». Y ya no quiero hablar de temas más importantes como libertad de expresión o los crecientes recortes en libertades personales.
Yo no soy para nada optimista.