Otro éxito de Abogados Cristianos: Un juez abre causa contra el alcalde de un pueblo de Ávila que entonó una canción pederasta

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El juzgado de Instrucción Número 3 de Ávila cita a declarar al edil para el próximo 19 de mayo tras admitir a trámite la querella de Abogados Cristianos

El juzgado de Instrucción Número 3 de Ávila ha acordado abrir diligencias contra el alcalde de Vita por un presunto delito de corrupción de menores. El juez cita a declarar al querellado para el próximo 19 de mayo tras admitir a trámite la querella de Abogados Cristianos después de que se viralizara en redes la intervención de Antonio Martín Hernández frente a los habitantes de su pueblo, cantó una canción con contenido explícito en la que se hacía «apología de la pederastia».

Los hechos ocurrieron durante las fiestas de la localidad abulense, durante el mes de septiembre, cuando el alcalde se subió a un escenario entonó frente a los habitantes del pueblo: “La metí en mi camita, le subí la faldita, le bajé la braguita. Le eché el primer caliqueño. Le eché el segundo caliqueño. En el tercero ya no quedaba leche

El auto señala que “los hechos que resultan de las anteriores actuaciones presentan características que hacen presumir la posible existencia de delito de corrupción de menores por parte del alcalde de Vita, Antonio Martín Hernández, que se encuentra bajo investigación judicial por un presunto delito de corrupción de menores,

La presidente de Abogados Cristianos, Polonia Castellanos, celebra la apertura de diligencias: “No se puede permitir estos actos que lo único que consiguen es blanquear la pederastia”. “Es muy peligroso que este tipo de actos se cometan por parte de un representante institucional al que todos pagamos de nuestro bolsillo”.

Es profundamente alarmante que un ataque tan directo contra la infancia y la dignidad de los menores provenga de un representante institucional, alguien que debería defender el bienestar de sus conciudadanos, incluyendo la protección de los niños del municipio.

Quieren legalizar la pederastia

Además, que sea precisamente una autoridad pública quien protagonice estos actos es una constatación palpable de que hay una hoja de ruta para legalizar la pederastia.

Este caso no es un hecho aislado. Polonia Castellanos, presidente de Abogados Cristianos, ha advertido de la preocupante frecuencia con la que se han dado episodios similares en los últimos tiempos. Estos casos, según Castellanos, reflejan una tendencia preocupante hacia la “normalización” de esta postura aberrante. Así, señala que “tras el carnaval pederasta de Torrevieja, el cartel de Almería, el cómic pederasta o las declaraciones de la exministra Montero, ahora nos encontramos con esto. Es evidente que se están dando pasos para legalizar la pederastia, por eso es imprescindible castigar este tipo de conductas y endurecer las penas”.

La reciente querella, admitida a trámite por el Juzgado de Instrucción Número 3 de Ávila, subraya la urgencia de esta situación. No se trata solo de censurar el comportamiento del alcalde, sino de abordar el problema de fondo: la falta de responsabilidad y de una legislación contundente para impedir que actos de este tipo queden impunes. Tal como advierte Castellanos, es fundamental castigar de manera ejemplar a aquellos que promuevan, directa o indirectamente, conductas que menoscaben los derechos de los menores y comprometan su seguridad.

La pasividad de las administraciones es una forma de blanqueo de la pederastia

En un contexto en el que cada vez más entidades civiles elevan la voz en defensa de los derechos de los menores, resulta incomprensible la actitud de algunas instituciones que, lejos de condenar estos comportamientos, los ignoran o minimizan. No se puede permitir que un alcalde, una figura que debería inspirar respeto y confianza, utilice su posición para transmitir mensajes tan insidiosos, más aún cuando estos afectan a la seguridad y dignidad de los menores.

La postura del Partido Popular de desvincularse del alcalde y condenar sus acciones es, sin duda, un paso en la dirección correcta, pero sin personarse como acusación y seguir apoyándole como Alcalde es de una clara hipocresía que denota su falta de compromiso de luchar contra la pederastia.

La  gravedad de pasividad y complicidad de las administraciones

Este caso en Ávila no debería ser visto solo como un incidente aislado, sino como un reflejo de la falta de criterios de responsabilidad en algunas figuras públicas. La canción entonada por el alcalde, de contenido explícito y con referencias sexuales de pederastia con menores, es una muestra de la irresponsabilidad de un representante institucional. La naturalización de estos actos, más aún cuando proceden de un alcalde, envía un mensaje peligrosamente ambiguo a la sociedad y erosiona los valores de respeto y protección que las instituciones deberían encarnar.

La reacción de condena por parte de Abogados Cristianos que se querelló contra el edil por un presunto delito de incitación a la pederastia así como de Manos Limpias, Liberum y Hazte Oír  que presentaron denuncias ante la Fiscalía, muestra que, afortunadamente, aún existen voces en la sociedad civil que exigen el respeto y el cumplimiento de los derechos de los menores. Estas entidades, que han presentado sus propias denuncias ante la Fiscalía, tienen claro que es imperativo frenar de raíz cualquier intento de relativizar o normalizar estos comportamientos.

Abogados Cristianos: una defensa necesaria de la infancia

En esta ocasión, la intervención de Abogados Cristianos ha sido fundamental para llevar este caso ante la justicia. Gracias a su labor y a la querella presentada, se han abierto diligencias que permitirán investigar en profundidad los actos del alcalde y, en su caso, depurar las responsabilidades correspondientes. Esta asociación, junto con otros movimientos y entidades civiles, ha demostrado una vez más que la sociedad no está dispuesta a consentir ataques a la infancia ni a permitir que las agresiones contra menores queden impunes.

Como señala Castellanos, estos actos no son solo un peligro inmediato para la infancia, sino que contribuyen a construir una narrativa que, de seguir normalizándose, podría allanar el camino hacia una mayor aceptación de conductas delictivas que atentan contra los derechos de los menores. Es absolutamente imprescindible que la justicia actúe de manera ejemplar, y que las penas se endurezcan para aquellos que trivialicen o promuevan la explotación infantil, especialmente si se trata de figuras públicas.

Es hora de que la sociedad y las administraciones se tomen en serio la defensa de los derechos de los menores y actúen de forma contundente frente a la pederastia, tanto en sus manifestaciones explícitas como en las que se presentan enmascaradas de trivialización o permisividad. No podemos tolerar que personas en posiciones de poder se beneficien de su influencia para promover mensajes de contenido sexual dirigido a menores o para relativizar la gravedad de estos actos.

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