Otra vez es gracias a la sociedad civil: Manos Limpias denuncia a Conde-Pumpido ante la Comisión Europea por sus «maniobras torticeras»

Lo que debería ser un tribunal de garantías se ha convertido en una herramienta al servicio del poder político de Sánchez. El Tribunal Constitucional, presidido por un juez filomasón y militante del sanchismo judicial, ha demostrado con creces que no es independiente ni imparcial. Su actuación en el caso de los ERE —el mayor caso de corrupción de la historia democrática de España— lo confirma.

Conde-Pumpido: el ejecutor jurídico del sanchismo

No es un secreto para nadie que Conde-Pumpido es el hombre de Pedro Sánchez en la judicatura. Es quien hace el trabajo sucio para blindar políticamente al Gobierno y neutralizar a la Justicia desde dentro. Bajo su presidencia, el TC se ha convertido en un órgano más del sanchismo, desnaturalizado, politizado y sin ninguna credibilidad.

En su denuncia ante Europa, Manos Limpias señala con claridad la gravedad de la situación:

«Falta de independencia e imparcialidad del tribunal y la invasión de competencias del Tribunal Supremo«.

Acusan al Constitucional de «blanquear el delito de malversación» en las sentencias de los ERE, favoreciendo a condenados como Manuel Chaves y José Antonio Griñán, ambos expresidentes socialistas de Andalucía.

Obstrucción a la justicia y desprecio al derecho europeo

Lo más grave es que, según la denuncia, Conde-Pumpido ha actuado de manera activa para impedir que la Audiencia Provincial de Sevilla planteara una cuestión prejudicial al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). Se le acusa de utilizar «a la Fiscalía» como instrumento de presión, lo cual «supone una obstrucción a la Justicia».

Tal como recoge el escrito de Miguel Bernad, secretario general de Manos Limpias, el presidente del TC incurre en una clara «desviación de poder» y en un posible «incumplimiento de las exigencias de la Unión Europea en la lucha contra la corrupción».

«Es irrefutable e incontestable la politización descarada del Tribunal Constitucional español«.

Se blanquea la corrupción para proteger a los suyos

La acusación no puede ser más contundente:

«Se blanquea el delito de malversación de caudales públicos para favorecer a políticos afines al denunciado«.

Este blanqueamiento no solo desprestigia al Tribunal Constitucional, sino que atenta contra la lucha contra la corrupción política y vulnera la normativa europea en esta materia. Lo que está en juego no es solo un caso judicial, sino la propia credibilidad del sistema democrático y del Estado de Derecho.

La sociedad civil frente a las élites judiciales corrompidas

Cuando los órganos judiciales más altos se convierten en cómplices del poder corrupto, solo queda la reacción de los ciudadanos valientes, de los funcionarios honestos, de las asociaciones que aún creen en el Estado de Derecho. Manos Limpias está demostrando ser ese – junto con Abogados Cristianos, uno de los últimos baluartes frente a la rendición institucional.

«El acoso constante, pertinaz del denunciado para impedir que se eleve la cuestión prejudicial… constituye una prueba evidente, clara y manifiesta de obstrucción a la Justicia».

Aunque Conde-Pumpido ha desistido temporalmente de su presión sobre la Audiencia de Sevilla, su maniobra para evitar el recurso al TJUE no puede quedar impune.

Europa debe actuar: por la justicia, por España

Es la hora de que la Comisión Europea actúe. No puede mirar hacia otro lado mientras en España se debilitan las garantías judiciales, se desprecia la independencia de los tribunales y se favorece a corruptos por afinidad ideológica.

El sanchismo está utilizando todas las herramientas del poder para demoler los pilares del Estado de Derecho. Pero aún hay quienes se enfrentan a esa maquinaria. La denuncia de Manos Limpias es un acto de dignidad cívica que merece el respaldo de todos los españoles que no se resignan a ver su patria secuestrada por el oportunismo político y judicial.