Se ha celebrado en este caluroso mes de julio un auténtico bodrio internacional de futbol, para hartazgo del personal aficionado, organizado para repartir dinero entre las principales entidades futboleras mundiales, por esos sospechosos organismos internacionales que recaudan millones de dólares a costa de los que pagamos impuestos, sea de una manera directa o indirecta.
El evento se celebra, principalmente, en los campos situados en diferentes Estados norteamericanos, muchas veces versátiles para la celebración del principal deporte americano, NFL, también llamado en nuestro idioma como “fútbol americano”.
Como aficionados que somos al fútbol, poco podemos añadir en contra de estos eventos industriales y deportivos internacionales. Sin embargo, mucho tendríamos que decir por qué no se aprovecha en España este magno evento, para recordar nuestra extraordinaria Historia en esa extensa zona de Norteamérica, donde la presencia española permaneció más de dos siglos. Los Estados de Georgia, Carolina, Ohio, New Jersey, California, etc. acogen con cierto entusiasmo el concierto futbolero, donde fueron los españoles los primeros europeos que descubrieron la mayor parte de esos territorios. No estaría de más, repetimos, que aprovechando el fútbol nos interesáramos algo más por nuestra propia Historia en el mundo.
Extraordinarias, muy peligrosas y difíciles expediciones de descubrimiento, conquista y poblamiento, fueron realizadas por nuestros compatriotas a partir del año 1512, comenzando por La Florida, y continuando por Luisiana cuyos extensos territorios se extendían por el norte hasta la frontera de Canadá, y finalizando en Alaska después de conquistar y poblar la alta California… Fue Ponce de León, ya hombre maduro quien, en el año 1512, se asomó por primera vez en aquel territorio, cercano a la isla de Cuba, en busca de la fuente de la “eterna juventud”, que no encontró nunca, y que tuvo que volver a la Habana después de desgraciadas tormentas, pero nombrando a esa “isla” como La Florida, por haber llegado un domingo de Pascua, y por la exuberante vegetación que encontró… Lo intentó nuevamente unos años después, encontrando la muerte en su florido empeño.
Otro español, Pánfilo de Narváez, también lo intentó en el año 1527, averiguando que no se trataba de una isla, sino de tierra firme, pero fracasó en su intento de conquistar y poblar, desapareciendo en el mar toda la expedición, salvo cuatro tripulantes que vagaron durante ocho años caminando hacia el oeste, hasta llegar a la capital de México. Uno de ellos, Alvar Núñez Cabeza de Vaca publicó esa extraordinaria aventura en su famoso libro, Naufragios, que ningún español debería dejar de leer.
La Florida no dejó de ser propiedad española y otra importante expedición del año 1565, capitaneada por el gran marino Menéndez de Avilés, quien expulsó a los franceses de La Florida y tuvo la feliz idea de fundar la ciudad de San Agustín, hoy declarada en los Estados Unidos como la ciudad más antigua del país.
No acabaron en La Florida los movimientos expansionistas españoles, cuando otro español, Hernando de Soto, hizo uno de los viajes más difíciles e importantes por territorio norteamericano; la ruta seguida por este intrépido español fue muy extensa, recorriendo los actuales Estados de Carolinas, Ohaio, Tennesse, Misisipi, Texas, Arkansas… Una expedición fracasada por sus resultados de conquista para la Corona española, pero muy interesante desde el punto de vista del conocimiento geológico y geográfico de un amplio territorio norteamericano, y el importante descubrimiento del rio Misisipi, en cuyas impetuosas aguas fue depositado el cuerpo de nuestro héroe español, después de su desgraciada muerte.
Pero hubo mucho más por lo que los españoles pueden presumir de sus descubrimientos en el territorio de los actuales Estados Unidos: las expediciones de Francisco Vázquez Coronado, Juan de Oñate y Salazar, y el fraile franciscano Marcos de Niza, se encargaron de incorporar para la Corona española Nuevo México, Arizona, Colorado, Kansas y Texas (Nueva Filipinas). Fueron los españoles los que descubrieron el Cañón del río Colorado aunque, muertos de sed, no pudieron descender a beber sus deseadas aguas…
En la ciudad de Los Ángeles se van a celebrar varios partidos de este evento futbolístico mundial: esta gran ciudad del Estado de California, es una de las más importantes de Norteamérica, fundada en el año 1781 por el gobernador español Felipe de Neve, quien la denominó como Nuestra Señora la Reina de los Ángeles del Río Porciúncula. Las expediciones españolas por la Alta California fueron varias y muy importantes, donde destacó como alma espiritual de ellas un hombre español, Miguel José Serra y Ferrer (Fray Junípero) nacido en la isla de Mallorca (Petra), de poco más de un metro y medio de estatura, pero de una altísima autoridad fundando nueve misiones para socorrer, espiritual y económicamente, a los indios. Este gran franciscano cuyas huellas de sus sandalias hoyan California, utilizaba los ungüentos que aplicaba a sus mulas, para curarse sus viejas heridas
Y así podríamos continuar citando a centenares de españoles que inventaron una gran parte de los actuales Estados Unidos de América, desde la costa atlántica hasta la opuesta costa del océano Pacífico. Estos días de futbol de la élite mundial, deberían aprovecharse para recordar a esos sacrificados compatriotas.
Han tenido que ser importantes historiadores norteamericanos los que han enseñado a los españoles la importancia de los descubrimientos de los expedicionarios españoles en Norteamérica. El honrado y excelente historiador hispanista, y periodista americano, Charles Fletcher Lummis, escribió:
…La razón de que no hayamos hecho justicia a los exploradores españoles es, sencillamente, porque hemos sido mal informados. Su historia no tiene paralelo; pero nuestros libros de texto no han reconocido esta verdad, si bien ahora ya no se atreven a disputarla.
Y con motivo de publicar su excelente libro, The Spanish Pioneers, declaró
Si no hubiera existido España hace cuatrocientos años, no existirían hoy los Estados Unidos…Porque creo que todo joven sajón-americano ama la justicia y admira el heroísmo tanto como yo, me he decidido a escribir este libro. La razón de que no hayamos hecho justicia a los exploradores españoles es sencillamente porque hemos sido mal informados. Su historia no tiene paralelo… Amamos la valentía, y la exploración de las Américas por los españoles fue la más grande, la más larga y la más maravillosa serie de proezas que registra la Historia…
Se dice que es malo que un país olvide su Historia, pero peor es que la desconozca, y todavía es mucho más grave la falta de interés del pueblo por conocerla. Un país cuyos habitantes desconocen su propia Historia, pierde su dignidad como nación.
Estos días de futbol internacional hubieran sido una gran ocasión para que la prensa española hubiera dedicado algunas páginas para que el pueblo español supiera, o recordara, que todos esos Estados de Norteamérica donde juegan los famosos futbolistas, y muchas de las ciudades donde se celebra el popular evento, fueron inventadas, hace varios siglos, por los españoles…
Es al gobierno español a quien corresponde guardar y fomentar la dignidad histórica de nuestra nación, España. Lo que hoy acontece es que el gobierno actual se encuentra inmerso en una grave e indigna felonía a los españoles, muy semejante a la que perpetró a los españoles el indigno, y traidor rey, Fernando VII. En esta situación, y con unas instituciones culturales gestionadas por sectarios comunistas, no será extraño que no se recuerde, ni se fomente, nuestra Historia en los Estados Unidos de América.
Solo nos hubiera quedado que el Real Madrid, representante de España en este aburrido evento de fútbol, hubiese ganado este disputado trofeo mundial…para alegría de muchos y disgusto de otros menos
Los Arenales del Sol, el mar también se calienta
Juan Hernández Hortigüela
