Todo el mundo era consciente: estas vacaciones iban a ser las últimas de un poco de bonanza. y partir ahora vendrá las consecuencias de una recesión que azota a los españoles.
Las previsiones de otoño que manejan tanto empresas como expertos de los sectores de la hostelería y la distribución dan ya por hecho que en los próximos meses existirá un trasvase de consumo del bar al súper mayor al de otros ejercicios.

En este sentido, la patronal Hostelería de España considera que las ventas en el último trimestre del año caerán un 10% en comparación con el mismo periodo de 2019, pese a que, como apuntan la asociación de estos empresarios, «octubre no es tradicionalmente un mal mes para la hostelería».

Para los dueños de los bares, esta caída de facturación se producirá por la situación de «incertidumbre» derivada de la subida de precios. «Esa tendencia al ahorro que va a notarse más entre los clientes va a hacernos daño», recalcan fuentes de la patronal.

Pero por otra lado, en el lado de los supermercados pasa lo contrario. El consumo del hogar, incluso en un entorno de crisis, los hogares siguen comiendo, aseándose o limpiando su casa», explica. No obstante, estos hogares «cada vez se van a pensar más los gastos extras», como pueden ser viajar, ir al cine o salir a cenar. Cuando se produce esto, el primer gran cambio que vemos es que parte del consumo de fuera del hogar se traslada a dentro.

Los análisis de la consultora vaticinan así que, para los supermercados, estos últimos meses serán «los mejores del año». El consumo en volumen dentro del hogar será cada vez mayor. Según Kantar, “las expectativas auguran un entorno de recesión y la predisposición de los compradores para controlar su gasto como medida de precaución se acercan a los niveles de la última crisis en 2013”.

Los súper estudian estrategias

En este contexto, los supermercados se preparan para captar clientes en un momento en el que buscan el ahorro y las mejores opciones para gastar menos. De hecho, la distribución está inmersa en la guerra de las «cestas asequibles», trabajando sobre todo con su marca blanca.

Estos meses, la importancia, el consumidor será cada vez menos impulsivo, va a ahorrar cada vez más para lo que necesita, y comprar lo que específicamente necesita.

El reto en los próximos meses para los distribuidores es trabajar en la oferta más atractiva no solo para no perder clientes, sino para conseguir la entrada de nuevos compradores a las tiendas.

(Con información de Voz Populi)