Los obispos alemanes dan la bienvenida a la campaña LGBT «Out In Church»

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Más de 100 empleados de la Iglesia alemana ―sacerdotes incluidos―‘salen del armario’ y confiesan sus tendencias homosexuales: «Dios bendice a las personas LGBTIQ+, vivan solas o en pareja»

Los obispos alemanes dan la bienvenida a la campaña LGBT «Out In Church»: el «camino sinodal» pretende cambiar las enseñanzas de la iglesia

la campaña del colectivo ha dado otra vuelta de tuerca. Esta vez ha sido en Alemania. Ayer, en la televisión pública alemana, se publicó el documental ‘Tal y cómo Dios nos creó’, en el que más de 100 personas ―entre sacerdotes, asalariados y voluntarios de la Iglesia”― confesaban sus tendencias homosexuales.

El documental es parte de la iniciativa #outinchurch, con la que, según este colectivo homosexual, quieren decir que «están aquí, que no ven contradicción entre su fe y su sexualidad. Y que ya basta de LGBT-fobia en la Iglesia”.

La iniciativa está acompañada de un manifiesto- más bien es un panfleto- en el que estas personas realizan sus reivindicaciones… y, por supuesto, insultando a los que no piensan como ellos

“Somos un grupo diverso, al que pertenecen personas valientes que, en un contexto eclesial y de forma individual, ya han salido del «armario». Pero también estamos personas, que están en proceso de tomar esa decisión – y quienes por distintas razones aún no la pueden o quieren tomar. Lo que nos une es que llevamos mucho tiempo siendo parte de la Iglesia Católica y seguimos viviéndola, desarrollándola y formándola hasta el día de hoy”, se lee en el manifiesto.

La mayoría de ellos, siguen diciendo, han sufrido “numerosas experiencias de discriminación y exclusión – también en y por parte de la Iglesia institucional”, dicen citando el magisterio de la Iglesia.

“A la luz de los conocimientos actuales de la teología y las ciencias naturales, el magisterio no puede seguir repitiendo ni respaldando estas declaraciones porque, al difamar el amor, la orientación e identidad de género y sexualidad queer, también se desvalúa a la persona”, continúan. Llegan a decir que esa supuesta discriminación es una “traición” al Evangelio.

“Es por eso que ya no queremos quedarnos callados. Demandamos una corrección de las posiciones tóxicas e inhumanas del magisterio – y que la Iglesia asuma por fin su responsabilidad en la lucha por los derechos humanos de personas LGBTIQ+ en todo el mundo”, escriben.

“Asimismo, demandamos la corrección de la discriminación en la ley de empleo eclesiástico, incluyendo todo pasaje y formulación despectiva y/o excluyente en el “Directorio del servicio eclesiástico”.

“Vivir abiertamente nuestra orientación sexual o identidad de género nunca puede ser considerado como una traición a la Iglesia ni una razón para no contratar o despedir a alguien. Tampoco el inicio de una relación o matrimonio no heterosexual: Las personas LGBTIQ+ deben tener acceso en igualdad a todas las profesiones en la pastoral de la Iglesia”. No olvidemos que en Alemania, una Iglesia exageradamente rica, son miles las personas que viven de ella.

“Además, la Iglesia debe expresar en sus ritos y celebraciones que Dios bendice a las personas LGBTIQ+, vivan solas o en pareja, y que su amor es fructífero. Esto incluye al menos la bendición de las parejas del mismo sexo que lo soliciten”, continúa el manifiesto. En mayo demostraron que lo que diga la Iglesia poco les importa, ya que bendijeron a parejas homosexuales desafiando directamente la posición de Roma.

Para un nuevo comienzo, es imprescindible que los líderes de la Iglesia acepten la responsabilidad por las innumerables experiencias negativas de las personas LGBTIQ+, asuman la historia de culpa institucional de la Iglesia y acepten nuestras demandas.

La lucha por la igualdad y contra la discriminación no debe dejarse únicamente en manos de las minorías marginadas. Al contrario, nos concierne a todos”, escriben al final del panfleto, animando a los “responsables y líderes” de la Iglesia a sumarse al mismo..

La enseñanza de la iglesia debe cambiar en el tema de la homosexualidad y la identidad de género y el «Camino Sinodal» alemán es el medio adecuado para lograrlo.

Respuesta de la Conferencia Episcopal Alemana

La Conferencia Episcopal Alemana ha publicado su propia declaración oficial en la que da la bienvenida a la campaña LGBT «en nombre de la conferencia episcopal alemana» con el argumento de que la campaña era «una señal de que estamos trabajando para garantizar que ese clima de libertad del miedo debe y debe desarrollarse en nuestra iglesia».

 Varios obispos en Alemania han acogido con beneplácito la campaña LGBT organizada por los medios que involucra a sacerdotes alemanes y trabajadores de la iglesia, acusando a la Iglesia Católica de defender enseñanzas «difamatorias» sobre «género y sexualidad».

Como informa CNA Deutsch, la campaña, que tiene su propio sitio web, incluye un manifiesto, una película de televisión para «Prime Time» en ARD, videos en los medios públicos, la publicación de un libro y numerosos informes, mensajes y entrevistas en los medios tradicionales y sociales.

Según el sitio web oficial de la Conferencia Episcopal Alemana , «han salido alrededor de 125 personas queer en la Iglesia Católica que, según sus propias declaraciones, están empleadas a tiempo completo y de forma voluntaria en instituciones eclesiásticas»

Monseñor Diesen dijo además en el video de la conferencia episcopal: «Nadie puede ser discriminado o devaluado o criminalizado por su orientación sexual o su identidad de género. Porque en el camino sinodal aprendemos a comprender más profundamente que la orientación sexual y el género identidad son parte de la persona y tenemos una imagen del hombre que nos dice que la persona es amada incondicionalmente por Dios y sobre esta base abordamos los temas de la orientación sexual, la identidad, pero también el éxito de la sexualidad de una manera nueva en el vía sinodal».

Se mostró «convencido de que tenemos el espacio allí en el camino sinodal, especialmente en nuestro foro que trata estas preguntas, para responder a estas preguntas de manera constructiva, para que lo que este grupo ahora ha mostrado quiere más, la libertad del miedo es efectivamente logrado».

Campaña de bienvenida de los obispos

La diócesis de Essen anunció que apoyaba la «Iniciativa #OutinChurch». El obispo Franz-Josef Overbeck «ya hizo un llamado a la iglesia hace dos años para ‘despatologizar’ la homosexualidad», según el comunicado de la diócesis.

El obispo Franz-Josef Bode von Osnabrück anunció que reconoció la campaña como «un paso valiente de 125 empleados homosexuales de la Iglesia Católica de todo el país». También pidió un cambio en la legislación laboral. Según Bode, el «camino sinodal» podría proporcionar una «solución fiable».

La diócesis de Würzburg dijo que el « Arbeitsgruppe Regenpastoral» diocesano creado por el obispo Franz Jung da la bienvenida a la campaña LGBT.

El obispo Heinrich Timmerevers de Dresden-Meißen elogió la campaña «Outing» y agradeció a los activistas por los «impresionantes testimonios» en la cuenta oficial de Twitter de su diócesis , por lo que estaba «muy agradecido».»

La comparecencia oficial de la archidiócesis de Hamburgo publicó, entre otras cosas, citas e imágenes en las redes sociales, en las que el arzobispo Hess saludaba la campaña LGBT , que fue difundida en los medios y por asociaciones católicas como «#OutInChurch».

Además, la Arquidiócesis de Hamburgo anunció textualmente en Facebook que la campaña LGBT quiere «revisar las declaraciones difamatorias hechas en la enseñanza de la iglesia sobre género y sexualidad». Los activistas pidieron «acceso a los sacramentos católicos».

Hesse explicó que las demandas de la campaña LGBT deben implementarse en el «camino sinodal»: el debate «debe conducir a un mayor desarrollo de la moralidad sexual de la iglesia y también de la ley laboral de la iglesia».

El arzobispo de Hamburgo también dijo que tenía «respeto por las personas que confesaron su orientación sexual en esta campaña».

«Una iglesia en la que uno tiene que esconderse por su orientación sexual no puede, en mi opinión, estar en el espíritu de Jesús. ¡Siempre estamos llamados a ser auténticos y transparentes ante Dios y, por supuesto, también entre nosotros! No debe y no debería haber ningún temor de eso», tan caliente.

«Este tema también se trata en el camino sinodal de la Iglesia católica en Alemania. Aquí participo en la discusión. Debería conducir a un mayor desarrollo de la moral sexual de la iglesia y también de la ley laboral de la iglesia».

Manifiesto de OutInChurch y Doctrina de la Iglesia

Por su interés reproducimos el manifiesto- panfleto así como lo que dice la Iglesia Católica al respecto

Manifiesto de OutInChurch

¡Somos nosotr@s! Se ha hablado mucho sobre nosotr@s: Ahora nos toca a nosotr@s hablar.

Nosotr@s, es decir empleados, voluntarios, posibles futuros o antiguos empleados de la Iglesia Católica. Trabajamos y participamos en la formación escolar y universitaria, en la catequesis y educación, en los cuidados, servicios sociales y caritativos, en la acción pastoral, en la administración y organización, como músicos, o en la dirección de una parroquia.

Y entre nos identificamos, otr@s cosas, como homosexuales, bisexuales, trans*, intersexuales, queer y/o no-binarios.

Somos un grupo diverso, al que pertenecen personas valientes que, en un contexto eclesial y de forma individual, ya han salido del closet/armario. Pero también estamos personas, que están en proceso de tomar esa decisión – y quienes por distintas razones aún no la pueden o quieren tomar. Lo que nos une es que llevamos mucho tiempo siendo parte de la Iglesia Católica y seguimos viviéndola, desarrollándola y formándola hasta el día de hoy.

La mayoría de nosotr@s hemos sufrido numerosas experiencias de discriminación y exclusión – también en y por parte de la Iglesia institucional. Así, por ejemplo, el magisterio proclama que nuestra condición “obstaculiza gravemente una correcta relación” [1] con otras personas, que a causa de nuestra “inclinación objetivamente desordenada”[2] no podemos realizarnos como seres humanos, y que una relación entre personas del mismo sexo “no puede ser reconocida como objetivamente ordenada a los designios revelados por Dios”[3].

A la luz de los conocimientos actuales de la teología y las ciencias naturales, el magisterio no puede seguir repitiendo ni respaldando estas declaraciones porque, al difamar el amor, la orientación e identidad de género y sexualidad queer, también se desvalúa a la persona.

Esa discriminación es una traición al Evangelio y falsifica nuestra vocación como Iglesia de ser “signo e instrumento de la unión íntima con Dios y de la unidad de todo el género humano”[4].

Es por eso que ya no queremos quedarnos callad@s. Demandamos una corrección de las posiciones tóxicas e inhumanas del magisterio – y que la Iglesia asuma por fin su responsabilidad en la lucha por los derechos humanos de personas LGBTIQ+ en todo el mundo. Asimismo, demandamos la corrección de la discriminación en las ley de empleo eclesiástico, incluyendo todo pasaje y formulación despectiva y/o excluyente en el “Directorio del servicio eclesiástico”.

Porque hasta ahora, much@s en nuestra profesión o entorno eclesial no han podido vivir abiertamente su identidad de género u orientación sexual. Sufren el riesgo de consecuencias laborales, que pueden llegar hasta el despido. Algun@s hemos vivido situaciones en las que obispos, vicarios generales u otros responsables nos han obligado a mantener en secreto nuestra orientación sexual o identidad de género. Y solo con esta condición se nos ha permitido permanecer en el servicio de la Iglesia. Se ha creado así un sistema de ocultación, doble moral e hipocresía, un sistema tóxico, dañino y vergonzante, que hasta perjudica nuestra relación con Dios y nuestra espiritualidad.

Tod@s en la Iglesia, especialmente los obispos como responsables, tenemos el deber de crear una cultura de diversidad, para que las personas LGBTIQ+ podamos vivir nuestro servicio y vocación en la Iglesia abiertamente, sin miedo y en un entorno de apoyo.

Vivir abiertamente nuestra orientación sexual o identidad de género nunca puede ser considerado como una traición a la Iglesia ni una razón para no contratar o despedir a alguien. Tampoco el inicio de una relación o matrimonio no heterosexual: Las personas LGBTIQ+ deben tener acceso en igualdad a todas las profesiones en la pastoral de la Iglesia.

Además, la Iglesia debe expresar en sus ritos y celebraciones que Dios bendice a las personas LGBTIQ+, vivan solas o en pareja, y que su amor es fructífero. Esto incluye al menos la bendición de las parejas del mismo sexo que lo soliciten.

Con nuestras demandas, damos un paso adelante y hacemos pública nuestra condición de personas LGBTIQ+ en la Iglesia. Hacemos esto por nosotr@s mism@s y en solidaridad con otr@s que (todavía) no tienen las fuerzas para hacerlo; en solidaridad con todas las personas que sufren sexismo, capacitismo, antisemitismo, racismo y toda forma de discriminación.

Pero también lo hacemos por la Iglesia, porque estamos convencidos de que solo la sinceridad es compatible con nuestra misión como Iglesia: la proclamación de la buena y liberadora noticia de Jesús. Y aquellos que creen que la discriminación y la exclusión de las minorías sexuales y de género es la misión de la Iglesia deben cuestionarse si están en la posición de utilizar a Jesús para ello.

Entender los planes y las experiencias de vida de las personas queer es una vía para profundizar en la fe y descubrir la mano de Dios en nuestro mundo. Estamos convencidos de que la diversidad hace a la Iglesia más rica, más creativa, más amable y más viva. Como personas comprometidas con la Iglesia, queremos contribuir con nuestras experiencias y carismas en pie de igualdad y compartirlos con tod@s l@s cristian@s y no cristian@s.

Para un nuevo comienzo, es imprescindible que los líderes de la Iglesia acepten la responsabilidad por las innumerables experiencias negativas de las personas LGBTIQ+, asuman la historia de culpa institucional de la Iglesia y acepten nuestras demandas.

La lucha por la igualdad y contra la discriminación no debe dejarse únicamente en manos de las minorías marginadas. Al contrario, nos concierne a todos.

Con este manifiesto abogamos por la convivencia y cooperación en libertad, basada en el reconocimiento de la dignidad de tod@s dentro de nuestra Iglesia. Por ello, invitamos a tod@s, especialmente a los responsables y líderes de la Iglesia, a apoyar este manifiesto.

Version: 24.01.2022

[1] Congregación para el Clero, El Don de la vocación presbiteral – Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis (2016), N°199.

[2] Congregación para la Doctrina de la Fé, Consideraciones acerca de los proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuales (2003), N°4; y: Catecismo de la iglesia católica (1997), N°2357.

[3] Congregación para la Doctrina de la Fé, Responsum ad dubium sobre las bendiciones de las uniones de personas del mismo sexo (2021).

[4] Concilio Vaticano II, Constitución dogmática sobre la iglesia – Lumen Gentium, N°1.

Catecismo de la Iglesia Católica

2358 Un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas. Esta inclinación, objetivamente desordenada, constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba. Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición.

2359 Las personas homosexuales están llamadas a la castidad. Mediante virtudes de dominio de sí mismo que eduquen la libertad interior, y a veces mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana.

Carta a los obispos de la Iglesia Católica sobre la atención pastoral a las personas homosexuales

7. La Iglesia, obediente al Señor que la ha fundado y la ha enriquecido con el don de la vida sacramental, celebra en el sacramento del matrimonio el designio divino de la unión del hombre y de la mujer, unión de amor y capaz de dar vida. Sólo en la relación conyugal puede ser moralmente recto el uso de la facultad sexual. Por consiguiente, una persona que se comporta de manera homosexual obra inmoralmente.

Optar por una actividad sexual con una persona del mismo sexo equivale a anular el rico simbolismo y el significado, para no hablar de los fines, del designio del Creador en relación con la realidad sexual. La actividad homosexual no expresa una unión complementaria, capaz de transmitir la vida, y por lo tanto contradice la vocación a una existencia vivida en esa forma de auto-donación que, según el Evangelio, es la esencia misma de la vida cristiana. Esto no significa que las personas homosexuales no sean a menudo generosas y no se donen a sí mismas, pero cuando se empeñan en una actividad homosexual refuerzan dentro de ellas una inclinación sexual desordenada, en sí misma caracterizada por la auto-complacencia.

Como sucede en cualquier otro desorden moral, la actividad homosexual impide la propia realización y felicidad porque es contraria a la sabiduría creadora de Dios. La Iglesia, cuando rechaza las doctrinas erróneas en relación con la homosexualidad, no limita sino que más bien defiende la libertad y la dignidad de la persona, entendidas de modo realístico y auténtico.

(Con información de Infovaticana e Infocatólica)

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