María Blasco, directora oncológica del CNIO, ‘colocó’ en un convenio de 2,4 millones de euros a la Fundación radical animalista de extrema izquierda Franz Weber subvencionada con dinero del cáncer donde trabaja su pareja Ruth Toledano
El escándalo envuelve al Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), liderado por María Blasco, al revelarse que parte de sus fondos destinados a la lucha contra el cáncer han sido redirigidos hacia la Fundación Franz Weber (FFW), una organización radical de extrema izquierda antitaurina y animalista. Este convenio, valorado en 2,4 millones de euros, es un síntoma claro de la falta de transparencia en la gestión de recursos públicos y los vínculos ideológicos de extrema izquierda de quienes dirigen el CNIO.
Una agenda ideológica de extrema izquierda encubierta con dinero público
En julio de 2021, el CNIO firmó un convenio con la Fundación Franz Weber, promoviendo el uso de métodos alternativos a la experimentación animal en investigaciones científicas. Según un excelente informe de El Cierre Digital, el acuerdo carece de transparencia, pues no detalla ni los fondos exactos asignados a la fundación ni las responsabilidades concretas que esta asumiría. A pesar de ello, las cuentas anuales del CNIO reflejan que el programa contó con 2,4 millones de euros.
El vínculo entre la directora del CNIO y la FFW ha suscitado numerosas críticas. ¿Por qué? Según se ha reportado, Ruth Toledano, pareja de la directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), María Blasco, trabaja con la fundación animalista. De hecho en la firma d4l convenio contó con la presencia de María Blasco y su pareja Ruth Toledano.
Este hecho ha alimentado las acusaciones de nepotismo y conflictos de interés. Además, la fundación ha sido señalada por su papel como lobby antitaurino, cuestionando su idoneidad en un convenio financiado con dinero destinado a la investigación contra el cáncer.
La Fundación Franz Weber: una historia de activismo radical animalista de extrema izquierda
Nacida en Suiza en 1975, la Fundación Franz Weber inició su labor como una organización dedicada a la protección medioambiental. Sin embargo, con el paso de los años, ha intensificado su lucha contra la Tauromaquia, promoviendo iniciativas legislativas y campañas de gran alcance para abolir esta tradición española.
En España, la fundación ha sido representada por el comunista Rubén Pérez Sueiras, portavoz y coordinador de Bienestar Animal de Podemos en Galicia.
Su nombramiento en 2018, coincidiendo con la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno.
Este vínculo político ha alimentado las acusaciones de que la FFW actúa como un «lobby antitaurino» respaldado por sectores del gobierno español.
En España, la FFW ha liderado iniciativas como la conversión de plazas de toros en espacios culturales y ha criticado festivales benéficos taurinos.
Gestión polémica en el CNIO: arte, viajes y sobresueldos
La gestión de María Blasco no solo ha generado controversia por el convenio con los animalistas radicales FFW y su pareja Ruth Toledano , sino también por el desvío de fondos hacia actividades que no tienen nada que ver con el cáncer. Entre 2018 y 2023, cerca de tres millones de euros fueron destinados al programa CNIO Arte, centrado en fusionar ciencia y arte, incluyendo la adquisición de obras artísticas y la financiación de eventos sobre cambio climático y biodiversidad. Estas decisiones han sido duramente criticadas, especialmente en un contexto donde los investigadores demandan más recursos para la investigación oncológica.
A esto se suma la denuncia de sobresueldos recibidos por Blasco. Según un informe de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), la directora del CNIO habría cobrado 30.000 euros anuales adicionales durante al menos tres años, a pesar de contar ya con un salario de 230.000 euros anuales. Este hecho ha generado malestar entre los empleados del CNIO, quienes enfrentan condiciones laborales precarias y una significativa brecha salarial.
Exigencias de cambio: es hora de dimisiones
El deterioro de la situación en el CNIO ha llevado a que 23 de los 24 jefes de grupo del centro soliciten el relevo de María Blasco y la apertura de una convocatoria internacional para seleccionar a un nuevo director. Los científicos denuncian la desconexión entre la dirección y el personal, así como una gestión que ha reducido la competitividad científica y el mantenimiento de infraestructuras críticas.
Frente a estas críticas, Blasco ha puesto su cargo a disposición del Patronato del CNIO, aunque ha defendido su gestión, atribuyendo las dificultades a la falta de fondos gubernamentales: «El presupuesto anual es insuficiente para cubrir todas las necesidades del centro, lo que obliga a priorizar las compras más urgentes.»
Exigencias de investigación y justicia
Una dimisión no es suficiente. Es imperativo que se realice una investigación exhaustiva sobre la gestión de María Blasco al frente del CNIO. Las acusaciones de nepotismo, prevaricación y uso indebido de fondos deben ser esclarecidas. Si se confirman estas prácticas, sería necesario proceder judicialmente contra Blasco y otros implicados para garantizar que los recursos públicos destinados a la investigación contra el cáncer sean gestionados con integridad.
El CNIO necesita un cambio
La situación en el CNIO refleja un preocupante uso de fondos públicos para promover agendas ideológicas ajenas a su misión principal: la investigación contra el cáncer. El desvío de recursos hacia actividades más que cuestionables, los sobresueldos y los conflictos de interés exigen una auditoría transparente y una renovación inmediata en la dirección del centro.
El escándalo en torno a María Blasco pone en entredicho la gestión de los fondos públicos y la transparencia en el CNIO. Es hora de que María Blasco y otros implicados asuman responsabilidades por sus acciones. Si se confirma que se han cometido irregularidades, deben ser juzgados con todo el peso de la ley para restaurar la confianza en las instituciones y garantizar que los recursos para la lucha contra el cáncer sean empleados de manera íntegra y efectiva.
Como país, no podemos permitir que instituciones científicas vitales como el CNIO se desvíen de su propósito fundamental. Es momento de actuar con firmeza para garantizar que los recursos públicos sean gestionados con integridad y en beneficio de todos los ciudadanos.
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2 comentarios en «Escándalo y corrupción: Fondos contra el cáncer se desvían al servicio de la agenda animalista radical»
A la cárcel y que devuelva lo robado, no se puede creer.
No devolverá nada. Tiene que mantener a su «pareja».