La sociedad civil se moviliza para impedir que el talibán proetarra alcalde de Bildu modifique o derribe el Monumento de los Caídos de Pamplona

La ofensiva talibana de los proetarras de Bildu y sus socios socialistas alcanza un nuevo nivel en Pamplona, donde buscan modificar o derribar el Monumento de los Caídos, un emblema histórico y arquitectónico de la ciudad. Sin embargo, una vez más, el movimiento ciudadano se alza contra este acto dictatorial con iniciativas legales y sociales que buscan preservar este legado monumental.

Una lucha por la historia y la memoria

Según La Bandera, la Plataforma ‘Navarros todos y la historia completa’ ha lanzado una campaña para que el Monumento de los Caídos sea declarado Bien de Interés Cultural (BIC), lo que impediría cualquier modificación o derribo. Además, han iniciado una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que busca que el Parlamento Foral lo declare Patrimonio Histórico Artístico.

Esta movilización surge tras el anuncio del alcalde proetarra de Bildu en Pamplona de demoler parcialmente la cúpula del edificio y otros elementos catalogados como “franquistas”, en un pacto con el PSOE que es una auténtica imposición de una visión sectaria de izquierda de la historia.

Según los promotores de esta iniciativa, “es una imposición desde el poder de una visión sesgada y falsa de la historia”.

Reclamaron mantener el monumento en su integridad, afirmando que “no se puede condenar a toda una generación con mentiras”.

Valor histórico, artístico y moral

El Monumento de los Caídos, diseñado por figuras destacadas de la posguerra como Víctor Eusa y Ramón Stolz, no solo posee un gran valor arquitectónico y urbanístico, sino también moral. El arquitecto José Ismael de la Barba Palacio, junto con Leonardo Falcó, elaboró un informe pericial de 160 páginas que defiende su protección patrimonial. Este informe es parte de la acción judicial presentada por la Asociación por la Reconciliación y la Verdad Histórica, cuyo objetivo es que el Tribunal Superior de Justicia de Navarra lo declare BIC, obligando a su conservación y posible restauración.

El arquitecto destacó también que el monumento define urbanísticamente el II Ensanche de Pamplona, siendo un eje clave en el desarrollo de la ciudad durante los últimos 60 o 70 años. Este dato subraya la importancia de proteger un elemento que forma parte de la identidad y el paisaje urbano de Pamplona.

Un llamado a la participación ciudadana

En palabras de Leandro Falcó, vocal de la asociación, “no podemos reescribir la historia”. Defendió un “patrimonio histórico sin ideologías” y una “verdad histórica sin censuras”, recordando que la Guerra Civil fue un conflicto “suicida entre hermanos”. Además, calificó de “impensable” que se toque un monumento “espectacular” y llamó a la ciudadanía a firmar la ILP. Para que prospere esta iniciativa se necesitan 6.000 firmas.

Por otro lado, la propuesta incluye la ‘Controversia de Pamplona’, un ciclo de debates públicos inspirado en la Concordia de Valladolid de 1550. Estos debates abordarán temas como la II República, la Guerra Civil y la posguerra, permitiendo confrontar diferentes visiones a la luz de la historia.

En definitiva, El intento de los proetarras de Bildu y PSOE de modificar o derribar el Monumento de los Caídos es un ataque contra la memoria histórica y un acto dictatorial que busca imponer una narrativa parcial y sesgada. Sin embargo, la respuesta ciudadana muestra que el pueblo no está dispuesto a aceptar esta imposición. Desde la Asociación por la Reconciliación y la Verdad Histórica hasta la Plataforma ‘Navarros todos y la historia completa’, se demuestra que la sociedad está comprometida con la defensa de su historia y patrimonio.

La preservación del monumento no solo es un acto de justicia histórica, sino también un recordatorio de que una sociedad civilizada respeta la memoria de los que han muerto. Los talibanes de la memoria no deben tener cabida en una democracia que se precie de ser plural y respetuosa con su pasado.