En las condiciones sociales y tecnológicas en las que vivimos, se conoce prácticamente todo de nuestra vida e incluso de nuestro pensamiento. Obviamente me estoy refiriendo al mundo llamado occidental, no cuento con los de ideologías dictatoriales. Tal como estamos viviendo, casi con decir tu condición, automáticamente te clasifican desde extrema derecha a extrema izquierda; si digo: “viudo, padre, abuelo, católico, gallego y español”, muchos ya tendrán sin más información la ideología y la vida que puede hacer. Ayudamos a que todas nuestras comunicaciones pueden ser grabadas, lo mismo que las conversaciones (aunque el smartphone esté apagado), por las redes sociales, que obtienen información sobre nosotros y con quién nos relacionamos, uniendo que conocen nuestro modo de vida por las compras que hacemos a través de las tarjetas (se está estudiando en la UE suprimir el dinero metálico por el digital). Desde ese momento ya conocen todos nuestros hábitos, la información es casi completa. Faltaba que saliera en los periódicos y TV lo que se sabía desde hace bastantes años, que es posible “ver” a través de las paredes. Con todo esto, podemos decir que si el poder quiere nos fichan. Con los avances tecnológicos en las transmisiones y en el poder de procesar y almacenamiento, así como con la inteligencia artificial (IA) es muy fácil saber de nosotros más que nosotros mismos, y además seguir nuestra evolución.
Al tener esta información les será fácil la implementación que están preparando, en nombre del cambio climático: reducir una serie de alimentos. La lista incluye alimentos habituales en la dieta española. Uno se ha convertido ya en la diana de las Administraciones nacionales y europeas: la carne de vaca. Reducir, entre otros, el consumo de café, soja y cacao. De momento es un acuerdo entre las instituciones provisional.
No es un momento fácil para vivir, las oportunidades laborales son cada vez menores, los grandes imperios empresariales están sustituyendo los robots con IA por personas, los salarios cada vez son menores. Panorama pesimista, lo dijo Benedicto XVI al inicio de este milenio. Soy de los que creen que, lo mismo que en otras ocasiones, el ser humano saldrá y volverá a tener la libertad e igualdad que como seres humanos debemos tener.
Jacinto Seara | Escritor