Las elecciones y el cardo borriquero | Francisco Martínez Peñaranda

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin

Y hoy estimado lector, con motivo de las próximas elecciones que tenemos casi en ciernes, le traigo una parábola, un cuentecito, que data nada menos que de hace casi ochocientos años antes de Cristo. Nada para el caso, una bagatela.

Y este relato que pudiera parecer infantil, escrito hace tantísimo tiempo, es un fiel reflejo de lo que nos sucede hoy tres mil años después. Y como dijo el sabio Salomón, “Nada nuevo bajo el sol”. La noria gira y vuelve a girar. ¡Veamos pues!:

Cierta vez, los árboles quisieron elegir un rey que los gobernara, y le dijeron al olivo: “Queremos que seas nuestro rey.”

Pero el olivo respondió: “¿Quieren que deje de producir mi aceite, con el que se honra a Dios y a los hombres, para hacerme grande entre los árboles?”

Entonces los árboles fueron a hablar con la higuera, y le dijeron: “Ven y reina sobre nosotros.”

Pero la higuera les respondió: “¿Y debo abandonar la dulzura de mis frutos, para ir y hacerme grande entre los árboles?”

 Los árboles siguieron insistiendo, y llamaron a la vid y le dijeron: “Ven tú, entonces, y reina sobre nosotros.”

Pero la vid les respondió: “¿Y voy a dejar de producir mi vino, que es la alegría de Dios y de los hombres, solo para hacerme grande entre los árboles?”

 Al final, todos los árboles le dijeron a la zarza: “¡Anímate, y ven a reinar sobre nosotros!”

Y la zarza respondió: “Si en verdad quieren que yo reine sobre ustedes, vengan y busquen refugio bajo mi sombra. Pero si no me obedecen, saldrá fuego de mí y quemará los cedros del Líbano.”

Y así es como la historia se repite una y otra vez, y así es como este cuentecito de hace tres mil años, está sin duda vigente.

Los buenos profesionales de la medicina, de la economía, de las ciencias, del mundo empresarial rechazan los cargos políticos que son ambicionados con ansia desmedida por los cardos borriqueros, parece ser que fuera para ellos  el único modo, de hacerse “grandes entre los árboles.”

Y antes de continuar y con el fin de no desbarrar hacia la ofensa, quisiera matizar, que son pocos, muy escasos aquellos que renunciando a su carrera profesional aceptan los cargos políticos con espíritu de servicio, como una obligación, como una renuncia, como un sacrificio y de estos hay algunos entre mis conocidos.  No obstante y lamentablemente, los buenos árboles, terminan más pronto que tarde, aburridos, agotados, desesperados y dimiten quemados como los cedros del cuento.

Y es más que evidente que los hechos corroboran esta parábola que hoy les traigo.

Hoy tenemos en la poltrona de la política a lo peor de lo peor. Salvo honrosas excepciones que no sé como aguantan tan heroicamente.

Cardos y más cardos borriqueros en ministerios, presidencias, direcciones y consejerías. Lo que nadie quiere en la “privada” hace carrera en la “política.”

Vividores, puteros, incompetentes, prevaricadores, y golfos. Y estimado lector, usted sabe muy bien que no exagero y que no me invento nada, sólo hay de dar una ojeada a la prensa.

Ya comienzan las promesas y la campaña y La zarza siempre responde: “Si en verdad quieren que yo reine sobre ustedes, vengan y busquen refugio bajo mi sombra. Pero si no me obedecen, saldrá fuego de mí y quemará los cedros del Líbano.”

Supongo que tristemente se cumple aquél dicho popular de que, Tenemos lo que nos merecemos. “¡vivan las caenas!”.

Francisco Martínez Peñaranda. Escribe para usted de vez en cuando. ¡Gracias por atenderme!

Francisco Martínez Peñaranda es esposo y padre de siete hijos, artista y compositor, escritor y educador afectivo sexual. Actualmente es director del programa radio La Tierra y la Gente en Decisión Radio

 

5 comentarios en « Las elecciones y el cardo borriquero | Francisco Martínez Peñaranda»

  1. Un artículo que, por desgracia, relata la realidad de un Estado en claro deterioro moral y estructural.

    Solo estoy en desacuerdo con el último párrafo. No puedo aceptar que «tenemos lo que nos merecemos»: así no saldremos nunca de este lodazal. Formación, formación, formación, meritocracia, …….. no hay otra salida.

    Responder
  2. TOTALMENTE DE ACUERDO, CON EL ARTICULO.
    EL DESGOBIERNO QUE ESTÁ SUFRIENDO ESPAÑA Y QUE NOS ESTA LLEVANDO AL CAOS, PORQUE ESPAÑA, NUESTRA ESPAÑA ES UN AUTENTICO CAOS EN ESTOS MOMENTOS CON CON ESTE GOBIERNO.
    ESTAN HACIENDO UN DAÑO A LA GENTE JOVEN DIFICIL DE CURAR. NO SE QUE ARREGLO PUEDE TENER ESTO, LA GENTE HONESTA, QUE PODRIA AYUDAR A ECHAR A ESTA GENTE, EFECTIVAMENTE NO QUIERE PORQUE SUPONE ENFRENTARSE A UNA AUTENTICA MAFIA.
    ¡COMO ES POSIBLE, DE DONDE HAN SALIDO TAN MALA GENTE?.
    VI AYER COM0 LA MINISTRA MONTERO INCREPABA A UNA PERSONA Y LE HACÍA ESTA PREGUNTA ¿ PERO ES QUE USTED CREE QUE PORQUE UNA PERSONA TENGA PENE NO ES MUJER?
    EN VERDAD QUE NOS GOBIERNAN UNA PANDA DE TARADOS………. ¡QUÉ PENA DE ESPAÑA!

    Responder
  3. Los demagogos siempre actúan igual. Engañando a la gente y enfrentando a todo quisqué. Se olvidan de la lucha obrera, de la fraternidad de la misma dignidad (igualdad la llaman), de la libertad(democracia la llaman) Y en la refriega violenta los que caen son los humildes, los honrados los mejores

    Responder
  4. Sólo puedo decir que la fábula viene como anillo al dedo en estos momentos. Nunca hemos tenido peores políticos que ahora y lo peor es que
    estamos adormecidos y poco a poco, mucha gente va entrando por el camino que ellos marcan sin darse cuenta de que nos están metiendo en una ratonera. Dios nos ayude a tomar conciencia y en las urnas desbaratemos sus planes.

    Responder

Deja un comentario