Las 4 fases del golpe de estado de Sánchez para imponer la censura y represión en los medios de comunicación

El golpe de estado mediático que está llevando a cabo Sánchez ya empieza a tener sus concreciones: La dirección del PSOE ha reactivado los comisarios políticos -les llama ahora “comité contra la desinformación”  y su primera iniciativa ha sido emprender acciones legales contra Bieito Rubido

Sánchez, al estilo del dictador comunista Maduro, está dispuesto a seguir con su golpe de estado mediático. No quiere que haya libertad de expresión y está dispuesto a aplicar la represión y la censura para reprimirla.

Para ello, y como una de sus primeras medidas, El PSOE ha reactivado los comisarios políticos – ahora les llama “comité contra la desinformación”- dentro del plan antilibertad de prensa y censura que prepara Pedro Sánchez para reprimir la prensa libre crítica. Este grupo de comisarios políticos va, a partir de ahora, emprender un señalamiento directo de periodistas. Con este paso, ya no se habla de generalidades ni de abstracciones, ahora identifica y señalan al enemigo a purgar. Es dar un salto cualitativo.

Hay que recordar que, en enero del año pasado, el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, anunció la creación del “comité contra la desinformación de la derecha” con el argumento de que el PP y Vox estaban “utilizando la mentira” para trasladar a los ciudadanos “falsedades”. Ahora lo han transformado para la persecución de periodistas y medios de comunicación.

Sánchez y el PSOE están dando el golpe a los medios de comunicación en varias fases

Consta de cuatro fases:

Primera fase: Invención de un problema. “La máquina de fango de las web”

La primera fase de esta estrategia es simple: estos medios son parte de una conspiración muy grande y poderosa que va contra la democracia.

En la última semana, Sánchez se ha puesto al frente de la ofensiva contra los medios periodísticos independientes. Así, Sánchez los ha acusado de ser «la máquina del fango», alentada por la derecha y la ultraderecha, junto a páginas web y asociaciones ultraderechistas que fabrican bulos y mentiras, bulos que a continuación se propagan en tertulias y en las tribunas para después judicializar falsas denuncias, deteriorando gravemente nuestra democracia y nuestra convivencia”. Ya tenemos la conspiración y el enemigo contra la democracia.

Segunda fas: Señalamiento

La segunda fase es el señalamiento concreto de personas e instituciones. Ya no se habla de generalidades ni de abstracciones. En esta fase se identifica y señala al enemigo a purgar. El objetivo es la paralización por el miedo. Para ello las tácticas del desprestigio, señalamiento, y demandas.

Tras la queja manifestada públicamente por Sánchez respecto a las informaciones difundidas por lo que califica como “pseudomedios”, el PSOE ha reactivado el citado “comité contra la desinformación”. El objetivo es señalar a los medios y periodistas críticos.

En el caso de los medios digitales, y a modo de ejemplo, en Valencia, el PSPV y Compromís han dado ya el paso y señalan los siguientes medios objeto de la purga: El Debate, Ok Diario, The Objective, La Gaceta de la Iberosfera, Estado de Alarma, Periodista Digital, entre otros.

En el caso de los periodistas, algunos colaboradores de medios están ya recibiendo mensajes de pesos pesados de Moncloa con un “Te estás radicalizando».

Tercera fase: Purga. Rectificación en 24 horas o demanda

La tercera fase será la purga, ya sea el cierre, penas económicas o la cárcel, con una máxima: “Asesinado a uno, educado a miles.

En este contexto, este comité de comisarios políticos ya ha establecido, incluso, un procedimiento de actuación: la dirección del partido anunciará el inicio de las “correspondientes acciones legales” contra el medio o el periodista, 24 horas después de haberle pedido una “rectificación inmediata”. Si no se produce, se actuará sin más dilación.

De hecho, la primera iniciativa ha sido emprender acciones legales contra el director de El Debate, Bieito Rubido. El PSOE pidió, tan solo unas horas después de las palabras de Rubido, que rectificara de manera inmediata, algo que no sucedió. Además, el partido añadía en su mensaje que se iba a abstener de realizar algún tipo de valoración.

Los socialistas publicaron al día siguiente en su cuenta de X el vídeo de las declaraciones del director del digital, acompañado de un mensaje: “Ante la falta de explicaciones demandadas al Sr. Bieito Rubido, director de la página web El Debate, por sus declaraciones en el vídeo adjunto, los servicios jurídicos del PSOE preparan las correspondientes acciones legales”.

Saben que el miedo es paralizante. Sánchez usará la estrategia comunista de «asesinado a uno, educado a miles». En este contexto se prevé que algunos periodistas y/o ciudadanos sean, a corto plazo, cancelados y penalizados judicial y económicamente. Han empezado con Bieito Rubido. Seguirán con otros.

Cuarte fase: Ley de medios de comunicación

Pedro Sánchez va a copiar la reciente Ley contra el Fascismo, Neofascismo del dictador comunista Nicolás Maduro que aprobó hace sólo un mes para perseguir a la oposición venezolana en defensa de «la democracia».

La ley de Maduro se perfila como un instrumento contra la libertad de expresión y opinión y contra cualquier tipo de disidencia. Porque dentro del «fascismo» se puede incluir toda opinión crítica que al gobierno le parezca. En su exposición de motivos proliferan las expresiones que, como en el discurso de Sánchez, equiparan la persecución de la crítica con la supuesta protección de la «democracia».

El articulado recoge un severo plan de sanciones, con hasta 12 años de cárcel y elevadas multas, incluso por la convocatoria de manifestaciones. Se cerrarán los medios que difundan «mensajes prohibidos». De decidir lo que es y no es «fascismo» y «neofascismo» se ocupará una comisión –Alta Comisión contra el Fascismo, Neofascismo y Otras Expresiones– elegida por el propio Maduro.

Una vez controlado a los periodistas, a los medios, y con una ley que los ampare, el dictador puede hacer y deshacer lo que quiera. A eso vamos.