Le360, un medio de comunicación vinculado al aparato de seguridad marroquí, ya desde el titular, lo vincula «al Sáhara y nosotros». «Desde el punto de vista de Marruecos, este nuevo nombramiento es sinónimo de la continuidad de la solidez de las relaciones entre los dos países, a la luz del apoyo irreversible de España al plan de autonomía del Sáhara bajo soberanía marroquí, y anuncia asociaciones aún más prometedoras», pronostica el rotativo. Esto es, con Sánchez y estos ministros España seguirá bajo el mandato de Marruecos, siguiendo las órdenes que les marque su soberano y señor, Mohamed VI.

Así, y en boca de varios analistas, subraya que «la adopción por parte de España del punto de vista marroquí en esta cuestión [la del Sáhara] es un punto de inflexión histórico» a propósito del histórico cambio de posición en el contencioso de la ex colonia española.

También recalca la buena salud de las relaciones comerciales y alaba la labor de José Manuel Albares. «Albares seguirá profundizando en las relaciones con Marruecos«.

Otros medios marroquíes como LeDesk subrayan la permanencia en el Gabinete de Sánchez de Grande-Marlaska y Albares, a quienes no duda en calificar de «símbolos de la recuperación de las relaciones entre España y Marruecos». Albares ha reivindicado hasta la extenuación el giro copernicano en el Sáhara censurado por el resto del arco parlamentario español y que provocó la crisis con Argelia mientras que el titular de Interior ha llegado a defender la actuación de la gendarmería marroquí en tragedias migratorias como la del salto a la valla de Melilla que en junio de 2022 se cobró la vida de al menos 37 migrantes.

La cabecera incluye en ese grupo de ministros simpatizantes con Marruecos y sus postulados al ministro de Agricultura y Pesca Luis Planas, ex embajador de España en Rabat y otro de los que se ha visto confirmado en su cargo por Sánchez. LeDesk subraya que, a pesar del buen momento de las relaciones bilaterales, la reapertura de las aduanas de Ceuta y Melilla siguen sin contar con el plácet marroquí así como la cesión española de la gestión del espacio aéreo del Sáhara o la demarcación definitiva de las fronteras marítimas.

En definitiva, traición, humillación, servilismo, sumisión al soberano Mohamed VI es lo que le espera a Pedro sánchez en los próximos 4 años. Ceuta, Melilla y las Islas Canarias peligran. Pedro Sánchez se las va a poner en bandeja.

(El Independiente)