Buena noticia: La marcha de Podemos al Grupo Mixto trae terribles consecuencias para Pedro Sánchez y Yolanda Díaz

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El Gobierno pasa de 152 a 147 escaños y tendrá que negociar con los comunistas de Podemos como lo hace con ERC o el PNV.

Los proetarras de Bildu se convierten en los verdaderos gobernantes con Sánchez al unir a Podemos y a ERC con ellos

Además, la ruptura agrava la situación interna de la también plataforma comunista Sumar y complica sus pactos electorales

Es un clásico la táctica del «divide y vencerás» pero en el caso de los comunistas no hace falta un enemigo exterior que lo haga. Siempre ha sido un denominador común entre ellos la pelea a muerte por el poder.  Ellos mismos son capaces de enfrentarse, dividirse y no ir conjuntamente con tal de mantener una posición de poder.
Y como siempre es buena la división de los enemigos, esta es una buena noticia. Y en este caso, con un juego de palabras, la ruptura «sumar-podemos=restar».

Secreto a voces

Era un secreto a voces, pero por fin se ha hecho público. Pero a pesar de ello, cayó como una bomba en el Congreso y en el partido de Yolanda Díaz. Podemos rompió definitivamente con Sumar y anunció que sus cinco diputados –Ione Belarra, Lilith Verstrynge, Javier Sánchez Serna, Noemí Santana y Martina Velarde–  se pasan al Grupo Mixto en el Congreso para negociar de tú a tú con el Ejecutivo.
Los comunistas dan un vuelco así  a la Legislatura, amenazan la gobernabilidad de la coalición liderada por Pedro Sánchez y se vengan del ostracismo en el que les tenía recluidos la también comunista Yolanda Díaz.
Poco más de tres meses han durado los cinco diputados de Podemos en el grupo parlamentario de Sumar. El partido anunció que dejan la coalición con Sumar para alistarse en el Grupo Mixto, que compartirán con los tres diputados del BNG, Coalición Canaria y UPN.

Guerra por no obtener el sillón ministerial

No es porque Sumar sea de derechas – son comunistas igual que Podemos-. Los comunistas de Podemos declararon la guerra total a Díaz cuando ésta no accedió a dar uno de los cinco ministerios de Sumar a Podemos.  Ya hace una semana, Pablo Iglesias acusó a Yolanda Díaz de haber trabajado para «destruir» a Podemos, aliándose con «mafiosos y con sus enemigos».
Intentaron los de Podemos seguir dentro del grupo, pero con total libertad, incluso para negociar de forma bilateral con el PSOE los Presupuestos Generales de 2024. Y también libertad de voto. Algo que Díaz quiso evitar a toda costa acelerando la redacción de un reglamento de funcionamiento interno del grupo para poder expulsar a los de Podemos si no respetaban la disciplina de voto. Y con ello, además de sin sillón ministerial, se quedaban sin libertad de movimientos. Era el final de Podemos. La irrelevancia como partido. Y por ello se han ido.
Podemos llevaba semanas construyendo el relato de la ruptura. El objetivo es claro: por un lado demostrar a Sumar su fuerza electoral y, por otro, mantener puestos institucionales que les permita mantener foco para su partido y vía libre para continuar su carrera política, truncada por el rechazo de Yolanda Díaz y Pedro Sánchez -lo que más duele en Podemos-. Los de Ione Belarra empezaron a difundir la teoría de que igual que Sánchez les ha echado del Gobierno, Sumar puede echarles del grupo parlamentario. Y, por eso, se han anticipado. La salida de Irene Montero de Igualdad ya fue un aviso a navegantes.

Consecuencias en tres ámbitos

La decisión de Podemos tiene consecuencias en distintos ámbitos: parlamentario, orgánico y electoral.

a) Nivel Parlamentario

A nivel parlamentario agrava la precaria mayoría del Gobierno de coalición, que pasa de 152 escaños a 147. A partir de ahora, el Ejecutivo se verá obligado a negociar el apoyo de Podemos a cualquier norma, como hace con Bildu, ERC o el PNV.
¿Cuánto daño puede hacer Podemos? Mucho. Se siente ninguneado y humillado y puede tener en su mano votaciones clave. No en vano, Sánchez va a tener enfrente un rocoso bloque de 171 diputados del PP, Vox y UPN. Si los cinco diputados de Podemos quieren dinamitar cualquier votación lo pueden hacer con el simple gesto de unir sus votos a los de la oposición: 171 más cinco son 176, mayoría absoluta.
Que se abstengan en alguna votación sería el mal menor. Para la aprobación de leyes ordinarias y la convalidación de reales decretos ley, el Ejecutivo va a necesitar 172 votos para saltar el muro de 171 de la oposición. Partiendo de la mayoría de 179 escaños que obtuvo en su investidura, en las votaciones ordinarias se puede permitir hasta siete abstenciones, y Podemos son solo cinco.

El ala de la ultra izquierda radical y proetarra

Podemos tiene en la cabeza actuar al margen de Sumar alineados con los separatistas catalanes de ERC y los proetarras de Bildu, con los que tiene magníficas relaciones. Son sus aliados naturales. Podemos lleva años cuidando esa alianza, en parte para competir con Yolanda Díaz. Las ya exministras Ione Belarra e Irene Montero se refirieron la pasada legislatura a la «izquierda plurinacional» cada vez que tuvieron ocasión.

Además, con la ruptura en el Congreso, Podemos intenta blindar el grupo parlamentario. A partir de ahora todos los que quieran seguir haciendo política con Podemos (a nivel nacional y local) deberán «mojarse». Podemos quiere que nadie se descuelgue de una lucha que llegará sin duda hasta los comicios europeos.

b) Ámbito orgánico

En el ámbito orgánico, esta ruptura agrava la situación interna de Sumar. Podemos es solo una parte de los problemas de la comunista Díaz, cuyo proyecto está siendo carcomido por la división, los celos y los recelos existentes entre la quincena de formaciones que la integran.

Sumar, compuesto por ocho partidos en el Congreso, tiene un grupo parlamentario que «es un polvorín» según lo definen fuentes conocedoras de la interna del partido. La situación interna del grupo ya era una bomba de relojería que amenazaba con reventar la dinámica de entendimiento por no haberse cumplido el reparto de cuotas ministeriales a los morados. Esa fue la gran humillación de Sánchez y Díaz.

Compromís no ha querido participar en el proceso que culminará con una Asamblea constituyente de Sumar en primavera; los Comunes le han advertido de que la marca en las elecciones catalanas será la de Catalunya en Comú y no la de Sumar; Íñigo Errejón Mónica García apenas se dirigen la palabra; en Izquierda Unida hay batalla por ver quién hereda el puesto de Alberto Garzón

c) En el ámbito electoral

Por último, en el ámbito electoral esta decisión de los comunistas de Podemos se produce justo cuando Sumar estaba negociando con Podemos e IU candidaturas de unidad en Galicia y el País Vasco, donde serán las próximas elecciones autonómicas. En el entorno de Díaz daban por hecho, hasta ahora, que Podemos quería concurrir en solitario a las elecciones europeas (que son a circunscripción única) para presentar a Irene Montero como candidata. Pero esto complica cualquier acuerdo también en tierras gallegas y vascas.
Podemos concurrirá a las próximas elecciones europeas en solitario, o estrenando una alianza con ERC y Bildu, tal y como desveló hace tiempo este diario.

(Con información de El debate/ The objective / Voz Populi)

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