La gran oportunidad | José Ignacio Echegaray

Mucho ha tardado en salir a la luz solo una parte de la corrupción del PSOE y del gobierno aprovechando el inconstitucional estado de alarma con ocasión de la pandemia del covid.

El 2 de julio de 2020 escribí que el gobierno, amparándose en el mando único, realizó compras centralizadas de tests, mascarillas, epis y material sanitario por muchos millones de euros (nunca nos informaron del importe). Bajo el paraguas del ilegal estado de alarma, sin concurso y por la vía rápida y directa asignaron a dedo compras super millonarias a empresas que no las conocía ni su madre. Concretamente, la que ha salido a la palestra era una sociedad fantasma que en su contabilidad no había tenido ninguna facturación. Ya entonces dije que era imprescindible investigar esas compras porque el tufo a podredumbre se hacía sentir desde muy lejos.

La golfada estaba asegurada, pero no pensaba que la indignidad de los implicados llegara al límite de arrinconar las mascarillas en un almacén mientras que los sanitarios morían a cientos por falta de protección. Eso es lo que dicen los medios de comunicación que ocurrió en Baleares. Por cierto, Comunidad Autónoma dirigida entonces por Paquita Armengol quien impidió la constitución de una comisión de investigación para averiguar qué es lo que ocurrió en el caso de prostitución de menores tuteladas por la administración balear. Si se hubiera constituido esa comisión de investigación más de una y uno hubieran dado con sus huesos en la cárcel. Sigo sin entender por qué la fiscalía no actuó.

Hay que ser miserable para, aprovechando una catástrofe sanitaria, jugar con la vida de los españoles y llenarte los bolsillos. Ya sabemos cómo se las gastan los marxistas. A mi no me extraña, el marxismo ha asesinado a más de 100 millones de personas.

Bajo la figura de un portero del prostíbulo, el gobierno pretende saldar este escándalo mayúsculo imputando todas las culpas a este individuo. Lo primero que tengo que decir es que, ¿cómo un gobierno incorpora en su círculo más íntimo a un personaje de este jaez? Bueno, viendo lo que hay en el gobierno no nos puede extrañar nada.

Lo de Ábalos está claro, además de tener al susodicho como su mano derecha y ser compañeros de correrías y viajes varios, le acompaña un brillante Currículum: recibió, también ilegalmente (qué poco les gusta cumplir con la ley), a la famosa Delsy, vicepresidenta de la dictadura venezolana, con nocturnidad y alevosía, y todavía no sabemos ni qué contenían ni a dónde fueron a parar las 40 maletas con las que la tirana obsequió al gobierno español en la persona de Ábalos. Fueron tantas las versiones que dio sobre este asunto que lo único que quedó claro fue que todo lo que contaba era mentira. Lo grave es que todavía no sabemos nada de esas maletas. Eso es típico de los marxistas, pero la policía, la guardia civil, la fiscalía (no la General), los jueces, nadie investigó sobre el caso, ¡Inexplicable¡

También adornan el recorrido político del exministro de transportes las fiestas sórdidas y un delicado video en un parador. The Objective publicó esto el 3 de noviembre de 2021. En esa misma fecha, Periodista Digital, también publicó que “el primer secretario de organización del PSOE se entregó a la vida nocturna, con fiestas y mujeres en locales y pisos privados en plena pandemia”. Estas publicaciones achacaban a estas andanzas la decisión de Sánchez de destituir a Ábalos como ministro. Puede ser, yo creo que esas golfadas, muy propias de los marxistas, son más que suficientes para destituirlo, pero conociendo la catadura moral de Sánchez, a mí me extrañó. Ahora empiezo a comprenderlo. Ya estarían investigando el tema de las mascarillas y, ya se sabe, mejor prevenir que curar.

Según las investigaciones aparecidas en la prensa, Armengol, Marlasca y Ángel Víctor Torres, a la sazón presidente de Canarias, también fueron clientes destacados de esa empresa, de nombre Soluciones de Gestión y Apoyo a las empresas SL. Una empresa que no había facturado ni un euro, de repente, factura pedidos por valor de 53 millones de euros. Esto huele a cabra a larga distancia.

El que fuera ministro de sanidad durante la pandemia, Salvador Illa, de infausto recuerdo por una nefasta gestión, obviamente tiene responsabilidad por todo este entramado, que para eso era el responsable de sanidad, aunque no se notó. Pero es que además, según alguna publicación, encargó a esa misma empresa fantasma pedidos por un importe muy superior a los 53 millones.

Finalmente, llegamos a Sánchez. Ayer dijo “caiga quien caiga”, se refiere a Koldo y, como mucho a Ábalos, pero quien tiene que caer es el máximo responsable del gobierno. Yo no tengo ninguna duda de que conocía y conoce totalmente este entramado de corrupción, pero aunque no fuera así, tiene que responder por ineptitud e incompetencia. Tiene toda la obligación de saber qué es lo que ocurre a su alrededor.

Los que no están en Sánchez S.A., no me atrevo a llamarles oposición por que de eso tienen poco, tienen una oportunidad de oro para atacar sin denuedo a esta banda que, lejos de representarnos, actúan continuamente contra España y los españoles.

Esta trama de corrupción no es, ni mucho menos, lo más grave que ha hecho este gobierno, pero sí es una situación tremendamente favorable para como mínimo, desgastar y poner en entredicho a esto, que algunos llaman gobierno.

José Ignacio Echegaray | Colaborador de Enraizados