La deriva dictatorial de la Unión Europea

En una entrevista concedida a Telewizja Trwam y Radio Maryja, y recogida por La Gaceta, Andrzej Duda no se anduvo con rodeos: «Es muy propio de la izquierda liberal europea clamar sobre tolerancia y diversidad mientras se dedica a aplastar la libertad de expresión, definiendo el lenguaje a su gusto y castigando ‘cualquier desviación’ de la línea oficial». Esta afirmación no proviene de un “disidente conspiranoico”, como intentan etiquetar desde Bruselas a quienes no comulgan con su agenda, sino de un presidente democrático, elegido por millones de ciudadanos.

La Unión Europea ya no disimula su intención de uniformizar cultural y políticamente a las naciones bajo un modelo federalista que arrasa con las identidades nacionales y anula la libertad de expresión. La imposición del euro digital y del DNI europeo digital no es más que el siguiente paso hacia el control poblacional absoluto, propio de una dictadura comunista. Control financiero, control de movilidad, control mediático y de la libertad de expresión, manipulación informativa y vigilancia total se han convertido en herramientas de ingeniería social.Ese es el destino que nos espera en Europa.

Andrzej Duda fue claro al respecto: «Es un intento continuo de construir un mundo, un lenguaje, sobre la base de mentiras, de dar un nuevo significado a conceptos que ya están establecidos». La izquierda europea ha convertido el lenguaje en un arma ideológica, manipulando conceptos como democracia, libertad o derechos para justificar la censura, la represión y el adoctrinamiento.

Duda no se calló ante los responsables: «A menudo se trata de personas que salieron del sistema comunista y su militancia en el partido comunista sin problemas, se blanquearon rápidamente, se pintaron de otros colores y empezaron a fingir ser grandes demócratas. Antes, servían a los comunistas, y luego empezaron a fingir ser grandes libertarios». ¿Cuántos burócratas de Bruselas, hoy disfrazados de tecnócratas, son en realidad herederos ideológicos del marxismo?

La situación es especialmente grave. La ofensiva contra la soberanía de los Estados miembros no se detiene. Se pretende vaciar de contenido a las naciones, eliminar sus tradiciones, su cultura, su identidad. Todo debe subordinarse al proyecto de ingeniería globalista que impulsa la Agenda 2030, con sus imposiciones ideológicas, su control ecológico, educativo y sanitario.

«Hay que preservar los Estados nacionales, la UE debe ser una unión de Estados nacionales. Todas las tradiciones culturales e identitarias de los estados nacionales deben ser respetadas y reconocidas dentro del marco de la diversidad de la que hablan, y que en este caso intentan negar por completo, obligándonos a adoptar un uniforme como en los regímenes comunistas», denunció Duda.

¿Hasta cuándo lo permitiremos? ¿Dónde están los líderes europeos con coraje para frenar esta deriva? Europa no necesita más censura, ni más control digital, ni más dogmas impuestos desde despachos ajenos a la voluntad popular. Europa necesita libertad, identidad, valores y, sobre todo, verdad.

Frente al avance de esta nueva tiranía, tenemos la obligación moral de actuar. Porque si no lo hacemos hoy, mañana ya será demasiado tarde.