Isaac Albéniz. Creador de un nuevo estilo musical | Albert Mesa Rey

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Con este primer artículo, quisiera amables lectores acercaros a las biografías y la obra de algunos de los grandes compositores españoles de lo que viene a llamarse “música clásica”. Posiblemente muchos de vosotros habéis oído hablar o incluso habéis oído algunas de sus composiciones. Son Isaac Albéniz, Enrique Granados, Manuel de Falla, Joaquín Rodrigo, Joaquín Turina, Francisco Tárrega entre los más conocidos. Comenzaremos esta serie con Isaac Albéniz.

Isaac Albéniz fue uno de los más reconocidos y relevantes compositores que existieron en el siglo XIX que logró adquirir una impresionante fama por sus obras, principalmente para piano y por su innovación en el campo de la música creando un nuevo estilo musical.

El estilo musical de Isaac Albéniz es uno de los más conocidos a nivel mundial y su catálogo es bastante amplio. Su principal atractivo es la buena combinación que hacía con los materiales que provenían del folclore español adicionando una técnica de composición muy depurada y el uso de forma intensa de todos los recursos tímbricos que podía utilizar en el piano. Sus obras caracterizan por el uso refinado de los ritmos y de las melodías de origen popular con una estructura musical que es bastante compleja y virtuosa lo que lo hizo colocarse en uno de los primeros lugares dentro del repertorio del piano español.

Se puede decir que Isaac Albéniz fue el responsable de haber definido el Romanticismo en España en términos musicales y además fue el responsable de ejercer una gran e importante influencia en otros compositores nacionalistas que siguieron sus pasos. Su influencia en el campo de la música va incluso más allá del piano pues muchos autores se han encargado de tocar sus piezas principalmente usando la guitarra. Además, este autor se encargó de crear un estilo único para piano que se basó principalmente en la música folclórica de su país, España.

Biografía: Isaac Manuel Albéniz y Pascual nació en la población gerundense de Camprodón el 29 de mayo de 1860.  Era hijo de Ángel Lucio Albéniz y Gauna y de su primera mujer María de los Dolores Pascual. Cuando el niño tenía un año, su padre, funcionario de aduanas se trasladó a Barcelona. Desde el piso donde habitaban, una casa con balcones, cada día el pequeño Isaac presenciaba el relevo de la guardia de un cuartel cercano.

Inició su carrera musical siendo un niño, fue catalogado como un prodigio pues logró debutar con tan solo 4 años en un concierto ofrecido en el teatro Romea de Barcelona.

Posteriormente realizó varios estudios musicales al lado de Narciso Olivera quien pudo observar su gran talento y por esta razón le ayudó a ingresar a uno de los mejores centros de enseñanza musical a nivel internacional. En el año 1866 se traslada a París junto con su madre y con su hermana para poder ingresar ahí en el conservatorio, sin embargo, por haber cometido una pequeña travesura infantil y romper un espejo con una bola no fue aceptado.

Luego, su familia se muda a vivir a Madrid en donde logra ingresar en el conservatorio ubicado en la capital, lugar en donde llevó varios estudios al lado de Manuel Mendizábal y fue ahí donde empezó a escribir algunas de sus pequeñas obras de salón. Luego de haber hecho un importante recorrido por España decidió también ir a América y visitó países como Puerto Rico, Cuba y Estados Unidos acompañado por su padre. Luego volvió a Europa llegó a Leipzig en donde estudió composición al lado de Carl Reinecke y Salomón Jadassohn.

Gracias a su gran trayectoria, la familia real del Rey Alfonso XII le otorgó a Isaac Albéniz una beca para que pudiera estudiar en el conservatorio de Bruselas en donde estudió piano graduándose en el año 1879. Cuando regresó a España inventó que había sido alumno de Liszt y en el año 1883 estudió composición junto a Felip Pedrell con el objetivo de poder crear un estilo nacionalista propio.

Cansado tras las largas giras de los últimos años por Europa y tras sus fracasados intentos de imponerse en los escenarios españoles, la salud de Albéniz sufrió un serio quebranto que le obligó a buscar reposo en Niza (1906); allí comenzó a escribir su obra magna: la Suite Iberia, integrada por 12 números que le llevarían algo más de 12 años de trabajo.

 

Padecía de una mal diagnosticada enfermedad contraída en Londres en 1898, la Enfermedad de Bright. El ilustre músico era de hecho un enfermo desahuciado por los médicos más famosos de París. Diariamente recibía visitas de algunos de sus amigos, Paul Dukas el primero. Tras experimentar una ligera mejoría en marzo de 1909, los médicos aconsejaron su traslado al campo. El 1 de abril Albéniz llegaba Cambo-les-Bains, pequeña población de los Pirineos franceses a dos pasos de su amada España, que habría de ser su última residencia.

Acudieron a visitarle los componentes del trio Thibaud-Cortot-Casals, para los que el compositor sintió deseo de componer un trio. También le visitaron Enrique Granados y Manuel de Falla. Allí recibió la Legión de Honor que le concedió el gobierno francés a propuesta de Gabriel Fauré, Claude Debussy, Paul Dukas, Vincent D’Indy y Édouard Lalo.

Al caer la tarde del 18 de mayo de 1909, rodeado de los suyos moría Isaac Albéniz sin alcanzar el medio siglo de vida, con lo que se truncó prematuramente una vida que podía haber añadido importantísimas páginas a la historia de la música, en especial a la música española.

Catálogo de obras:

Sin duda alguna sus obras más importantes fueron las siguientes:

  • Cuatro suites para piano Iberia
  • Rapsodia española
  • Suite española
  • La ópera El Ópalo mágico
  • Pepita Jiménez

Otras composiciones:

Obras sinfónicas:

  • Escenas sinfónicas catalanas
  • La automne-valse
  • La Alhambra
  • Petite suite
  • Rapsodia almogávar

Música de cámara:

  • Suite de concierto
  • Berceuse, opus 102

Música instrumental:

  • Serenata napolitana
  • Pavana-capricho, opus 12
  • Esudi impromptu, opus 56
  • Barcarola, opus 23
  • Seis pequeños valses, opus 25
  • Estudio de concierto en mi menor, opus 21
  • Primera suite antigua, opus 54
  • Seis mazurcas de salón, opus 66
  • Primera suite española, opus 4
  • Rapsodia española, opus 70
  • Rapsodia española, opus 70
  • Recuerdos de viaje, opus 73
  • Sonata para piano núm. 4, en la mayor, opus 73
  • Récords: mazurca, opus 80
  • Mazurca de salón en mi bemol mayor, opus 81

Conciertos:

  • Rapsodia española para piano y orquesta, opus 70
  • Primer concierto para piano y orquesta en la menor, opus 78
  • Segundo concierto para piano y orquesta

Música escénica

  • Cuanto más viejo …
  • Catalanes de Gracia
  • Poèmes d’amour: Legends bíblicas
  • The magic opal
  • Poor Jonathan
  • San Antonio de la Florida

Amable lector: Si tienes tiempo e interés en ampliar alguno de los conceptos citados de este artículo, sugiero que “pinches” en los enlaces que he ido resaltando. En el próximo artículo el protagonista será Enrique Granados. Gracias por leerme.

Albert Mesa Rey | Escritor

 

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