La extrema izquierda huele la debilidad del PP y el alza de los comunistas separatistas del BNG y ha decidido lanzarse a la calle para apoyarles.
Galicia está en plena campaña electoral de cara a las elecciones del próximo 18 de febrero. Las distintas formaciones políticas realizan distintos actos políticos, sin embargo la extrema izquierda está intentando influir en las elecciones a través de la movilización social. Huele a posible victorial de los comunistas separatistas del BNG y han decidido salir a la calle a apoyarlos
La extrema izquierda toma la calle
En apenas 15 días ya se han convocado dos manifestaciones en Galicia contra el Gobierno de la Xunta del PP.
La primera de ellas, en contra del vertido de pellets de plástico el pasado 21 de enero bajo el lema de ‘En defensa de nuestro mar’, y otra, este mismo domingo, para denunciar el «desmantelamiento» que padece el sistema sanitario gallego.
Ambas manifestaciones tienen algo en común, el uso electoralista que están haciendo de ellas los partidos de izquierdas y los nacionalistas en plena campaña electoral.
La extrema izquierda quiere influir
En la marcha contra el vertido de pellets participaron los principales líderes del BNG, el PsdeG, Sumar, Podemos y otras fuerzas nacionalistas y de izquierdas. Ahora la marcha contra la Sanidad Pública tiene los mismos intereses, influir en las elecciones.
Y este domingo, convocada por la Plataforma SOS Sanidade Pública, la manifestación se ha convertido en un enorme mitin político donde han acudido todos los candidatos de los partidos de la izquierda. Concretamente, han participado en el acto Ana Pontón (BNG), José Ramón Gómez Besteiro (PSdeG), Marta Lois (Sumar) e Isabel Faraldo (Podemos Galicia), para lanzar sus proclamas contra el actual Gobierno de la Xunta.
Es su oportunidad
La izquierda y la extrema izquierda saben que las elecciones gallegas son muy importantes. Tienen poco que perder y mucho que ganar.
Saben que pueden dar un golpe «nacional» a Feijóo si el PP no gana (¿Qué credibilidad puede tener un líder nacional si su partido pierde en la autonomía donde han gobernado «siempre»?). Sería el principio del fin de Feijóo.
Además, pueden colocar a un partido comunista y separatista como el BNG en el poder, con lo que se consolidaría la hoja de ruta de ruptura de España.
Y, por último, el PSOE quedaría tercero en las elecciones y sería vital para que pudiera gobernar el BNG. Además, aprovecharía el fracaso previsible de Sumar que seria intranscendente y testimonial.
(Con información de Don Diario)
